Como todos los años, inauguramos el nuevo año con una serie de propósitos, esperanzas y promesas sobre cambios que vamos a desarrollar en nuestras vidas. Sin embargo, esta vez experimentamos una novedad. La conmemoración al reconocimiento de un trabajo muy merecido.
Por este motivo, el año 2019 se considera el Año Internacional de la Tabla Periódica de los Elementos y por ende de su autor Dimitri Mendeleiev.
Un temperamento difícil
Mendeleiev, tal vez por haber nacido en la gélida Siberia, al amparo de una gran familia sumida en la pobreza, sufrir el abandono de su progenitor de la escuela al quedarse ciego y posterior fallecimiento, fueron los causantes de un temperamento duro, reservado. Durante las largas horas de trabajo su disciplina y perfeccionamiento afloraba a modo de gritos y enfados continuos.
Nuestro protagonista estaba en contra de cualquier consideración espiritual o mística. La casualidad no era parte de su vocabulario. Sus creencias estaban apoyadas en el pensamiento y trabajo estrictamente racional. Pero a veces en la vida se sufren ciertas paradojas que nos lleva a saborear las mieles de las incongruencias de nuestra condición.
¿Cómo surgió en su mente la tabla periódica?
Dimitri Mendeleiev, jugaba con su baraja de cartas antes de iniciar un viaje. Estaba tan absorto construyendo relaciones en escaleras, que su chófer después de varios intentos, le dejó definitivamente en tierra. Durante un buen rato, absorto, le venció el cansancio.
Soñó con un patrón, algo que su intuición ya había estado trabajando en el lado oscuro y le fue revelado mientras dormía. Había un orden natural creciente en función del peso atómico de los elementos químicos conocidos.
Además, éstos podían ser regulados en grupos por sus características comunes. Así, en contra de toda expectativa, nació la primera tabla periódica de los elementos.
En otras circunstancias, dejar incompleta la citada tabla con huecos, hubiera supuesto un fracaso tal como ocurrió inicialmente. Sin embargo, el descubrimiento del Galio, después de 5 años, y posteriormente el Germanio, fueron las predicciones necesarias para encumbrarle a nivel internacional como el autor de elaborar la lista de los ingredientes de los componentes del Universo.
Cabe citar, que esa época de 1869 se tenían unos conocimientos muy reducidos tanto en la cantidad de elementos descubiertos como en las características esenciales de los mismos. No fue antes de principios del siglo XX, tiempo transcurrido, para obtener un modelo cercano a la realidad de la forma de entender como está constituido los átomos.
Controversias
La historia del ruso no podría estar carente de controversia, considerando que el científico alemán Julius Mayer construyó una tabla semejante sin tener conocimiento el uno del otro. Efectivamente estos hechos, le otorgan a la Ciencia de una paradójica intriga y nobleza que la hacen más atractiva y cautivadora.
Injustamente Dimitri Mendeleiev tan sólo fue nominado al Premio Nobel de Química en el año 1906. A pesar de sus contribuciones como la exploración y estudio de los eclipses solares, investigación sobre fertilizantes, estudios sobre los líquidos, su expansión y sus combinaciones, descubrimiento del punto crítico. Y otras aportaciones que contribuyeron a mejorar la industria petrolera rusa.
Mendeleiev, a pesar de una vida complicada, supo remar contracorriente gracias al apoyo de su familia y en concreto en la incondicional perseverancia de su madre Mariya. Provocando un carácter duro, concienzudo que generó como resultado a un excelente investigador con una intuición ávida y necesaria para la ciencia que se sintetizó en su obra “Principios de la Química”, en el año 1869.
En la cual se relatan de forma ordenada los conocimientos y características de los elementos químicos. Desafortunadamente no obtuvo el reconocimiento oficial que hubiera merecido por sus ideas liberales dentro de una Rusia muy limitada, como por ejemplo la negación de su incorporación a la Academia Rusa de las Ciencias.
Mendeleiev, supo remar contracorriente gracias al apoyo de su familia y en concreto en la incondicional perseverancia de su madre Mariya.
Ahora, es el momento de hacer de él un merecido reconocimiento después de 150 años de soledad.
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