El pasado jueves Woman Essentia organizó el Congreso «Trabajando en primera persona» en la Diputación de Málaga.
Entre sus ponentes estaba Beatriz Recio Salcines,- periodista, influencer y conferenciante-, y en el auditorio, entre otros muchos, estaba yo.
Nos habló de cómo salvar el mundo, ya que con nuestras decisiones estamos permanentemente influyendo y por lo tanto, tenemos capacidad para hacer de éste, un mundo mejor. Durante su charla preguntó quiénes teníamos «marca personal». Hubo manos alzadas y una mayoría que no levantamos el brazo.
¿Pensáis que no tenéis una marca personal? Y continuó: Marca personal es lo que dicen de ti cuando no estás presente.
Confieso que ahí me quedé pillada y aunque seguí con interés el resto de la ponencia, quedé enrocada en mis propias cavilaciones y buscando mi «marca personal». ¿Dónde la he dejado?¿Qué he hecho con ella? ¿Cómo está mi marca personal?
Dificultades internas y externas con la marca personal.
La dificultad interna es una amalgama de locas ideas que nos pueden llevar a encumbrarnos o destruirnos con la misma pasmosa facilidad. Es decir, si nos cuestionamos qué dicen los demás de nosotros cuando no estamos, podemos llegar a la conclusión de que dicen maravillas. Esto es improbable pero altamente estimulante.
Por el contrario, podemos vaticinar que nada bueno se habla de nosotros, y en ese caso, la autoestima cae hasta los avernos.
Obviamente no será fácil saber de buena tinta qué se dice de nosotros, aunque llegados a cierta experiencia numérica – de edad hablo, claro- suceden dos cosas importantes, una es que nos conocemos con bastante aproximación y la segunda, que la opinión de los demás nos importa un pimiento verde frito.
¿ Está en nuestra mano modificar esa marca personal?
Se lo pregunté así a Beatriz cuando terminó la jornada Trabajando en primera persona. Su respuesta me resultó esperanzadora: es posible, solo hace falta constancia.
¡Qué bueno es saber que nunca es tarde para mejorar o para comunicar una realidad personal!
Y esto viene al hilo de que los españoles somos muy castizos y refraneros, y en ocasiones, demoledores. Véase:
Cría fama y échate a dormir
En su doble vertiente éste refrán tiene miga y no es de pan, ya que si la fama es buena, te va a acompañar in secula seculorum, pero ¡ si no lo es !, podríamos padecer la condena del topicazo y del etiquetazo por los siglos…
La vida es un aprendizaje continuo
Esta es la razón por la que la marca personal o el sello que te identifica puede evolucionar de bueno a mejor, de aceptable a extraordinario, de mediocre a brillante.
El crecimiento personal es fruto del empeño por ser mejor persona, más humano.
Recuerdo el genio vivo que gastaba con veinte años, ríanse de las tormentas en alta mar, un viento huracanado era un juego de niños frente a la furia de mi indómita naturaleza.
Ahora, sin embargo, me descubro más como un velero que surca la mar tranquila, en cierta armonía con el entorno, hostil en demasía, y a pesar de eso, hoy soy más señora de mi genio que cuando tomé conciencia de él.
Genio y figura hasta la sepultura
Brindemos por nuestro sello de identidad, celebremos las bondades con las que nos parieron y rememoremos aquellas palabras del poeta: » Caminante no hay camino, se hace camino al andar «.
A fin de cuentas, nuestra marca personal o sello de identidad, lo que dicen de nosotros cuando no estamos presentes… depende del esfuerzo y constancia que empleemos. ¡ Fuerza y honor!
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