Mi nombre es Maite Araluce, y soy víctima del terrorismo desde el 4 de octubre de 1976, día en el que la banda terrorista ETA asesinó en San Sebastián a Juan María Araluce Villar, José María Elícegui Díaz, Alfredo García González, Antonio Palomo Pérez y Luis Francisco Sanz Flores.
Para todos, Juan María Araluce era el presidente de la Diputación de Guipúzcoa, pero para mí, era mi padre.
Siempre he estado comprometida con las víctimas del terrorismo y he trabajado para luchar por sus derechos, pero el año pasado decidí dar un paso más convirtiéndome en la Presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), la asociación mayoritaria en España con más de 4.650 asociados.
Celebramos los homenajes por el Día Europeo de las Víctimas el Terrorismo, con un especial recuerdo a la barbarie que asoló la ciudad de Madrid en 2004.
15 años
Han pasado ya 15 años de aquel 11 de marzo de 2004 en el que entre las 7:36 y las 7:40 horas Madrid se convirtiera en el escenario del peor atentado de la historia de Europa. 191 personas fueron asesinadas tras las explosiones que un grupo yihadista perpetró en las estaciones de Atocha, El Pozo del Tío Raimundo, Santa Eugenia y la calle Téllez.
Es el primer año que voy a acudir a los homenajes que organizamos en la AVT como Presidenta de la Asociación. Y lo haré para exigir Verdad, Memoria, Dignidad y Justicia.
Cuatro palabras, que además de ser el lema de la AVT, representan los cuatro pilares sobre los que debe sustentarse cualquier proyecto que pretenda colocar a las víctimas del terrorismo en una posición central.
Exigiré verdad porque es necesario ofrecer a las víctimas del terrorismo el verdadero relato de las circunstancias que rodearon al atentado terrorista que sufrieron con independencia de que no tengan resolución judicial. Este es mi caso, pues tras la Amnistía del 77, el vil asesinato de mi padre no fue juzgado. Pero mi familia y todas las de los que allí fueron ajusticiados, merecemos saber qué sucedió.
Exigiré memoria porque es necesario construir y cimentar el verdadero relato del terrorismo en España para evitar manipulaciones y tergiversaciones.
Es importante documentar por escrito o audiovisualmente el testimonio de las víctimas del terrorismo y la historia del terrorismo.
Es imprescindible empezar por crear un archivo unificado y oficial de víctimas del terrorismo.
Exigiré dignidad porque es primordial que se celebren actos de recuerdo a las víctimas del terrorismo y atajar cualquier espacio de impunidad para los actos de enaltecimiento o reconocimiento público de los terroristas.
Exigiré justicia porque es necesario el esclarecimiento de los casos pendientes de resolver y sentar en el banquillo a aquellos terroristas huidos que aún tengan causas pendientes con la justicia.
Aniversario por toda la geografía española
Por eso os animo a todos a que nos acompañéis en los diferentes actos que organizaremos en la asociación por la geografía española.
Porque todas las víctimas del terrorismo merecen el recuerdo y el reconocimiento de la sociedad. Porque muchas de ellas, lo que más destacan es el dolor que les produce el olvido.
Yo, con mucho conocimiento de causa, os puedo asegurar que el olvido nunca es la solución. Hay que leer el libro antes de pasar página. Hay que aprender del pasado para poder afrontar el futuro.
Una sociedad de máximos, no de mínimos
Como sociedad, tenemos la obligación de apoyar a todas las víctimas del terrorismo. El terrorismo no es de izquierdas ni de derechas. De ricos ni de pobres. Es algo que nos puede afectar a todos, como sucedió aquel fatídico 11 de marzo de 2004.
Por ese motivo es muy importante que recordemos.
Que recordemos a través de los testimonios de las víctimas, y que recordemos acudiendo a actos de homenaje. Porque como a muchas víctimas del terrorismo nos gusta pensar, sólo muere lo que olvidas.
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