Desde hace algún tiempo, debido a que mi proyecto laboral está dirigido hacia el desafío de la conciliación personal, profesional y familiar, me vengo fijando en la existencia de una creencia popular bastante limitante: conciliar es una utopía, no es posible.
¿Se puede conciliar?
La primera vez que leí esta idea en las redes sociales fue como si un rayo invisible me partiese en dos. ¡Con la ilusión que yo tenía en aportar mi granito de arena en este desafío!
Cuando me sobrepuse del mal rato y recuperé mi ilusión por cambiar algo en este asunto, investigué para obtener casos de éxito y encontré la cara potenciadora de mi creencia, la existencia de mujeres que manifiestan que compaginan sus vidas personal, profesional y familiar. Además, un estudio realizado por el Club de las Malasmadres en 2015, #conclia13f, refleja que el 20% de las mujeres españolas ha vencido el desafío hacia la conciliación.
La buena noticia es que se puede conciliar, y la parte que requiere acción es que todavía queda un 80% de la población femenina que no sabe cómo hacerlo.
Mi planteamiento en este asunto es que no podemos quedarnos de brazos cruzados mientras los agentes externos como el Gobierno, las empresas, la educación y la sociedad nos ofrecen medidas de conciliación que poco se acercan a las necesidades reales de cada persona. Necesitamos adoptar una actitud proactiva hacia aquello que tanta falta nos hace.
En este sentido vivimos un proceso lento y desesperante para lograr algo que otras mujeres ya han conseguido. ¿Qué cómo lo han hecho? Tomando las riendas de su vida y analizando sus necesidades individuales, sus circunstancias personales, sus prioridades, sus deseos, en definitiva, indagando en la brecha ente donde están y dónde quieren estar con respecto a lo que desean en su existencia.
¿Qué podemos hacer?
Pero, tenemos la suerte a nuestro favor por dos motivos: uno porque hay muchas medidas de conciliación que dependen de nosotras y que podemos actuar con el objetivo de descubrirlas y aplicarlas en nuestras vidas y la otra, es que hoy en día disponemos de una herramienta de aprendizaje y cambio a nuestra disposición, que es el Coaching, para lograr este desafío.
En cuanto a las medidas de conciliación que dependen de nosotras, son muchas las que podemos poner en práctica en cada área de nuestra vida.
- Por ejemplo en el área profesional, si es en la que priorizamos el cambio hacia la conciliación, podemos aprender estrategias de negociación a fin de conseguir unas horas a la semana de teletrabajo o mayor flexibilidad horaria.
Dedicarle tiempo a analizar nuestro potencial y liberarlo para poder trabajar en lo que queremos en vez de limitarnos a las posibilidades profesionales que nos ofrecen, es otra de ellas.
- En el área familiar, si nuestro principal objetivo es fomentar la corresponsabilidad, aprender a delegar, a comunicar eficazmente nuestras necesidades a pareja e hijos, a abandonar el sentimiento de culpa por no llegar a todo, etc.
- El área social también suele ser objeto de cambios cuando la hemos abandonado por completo, por lo que aprender estrategias de gestión del tiempo, conocer y suprimir los ladrones de energía, compartir experiencias y pedir consejos son otras de las medidas que nos ayudan a conciliar.
- En el área más significativa a mi parecer de la conciliación, la personal, hay gran cantidad de medidas por descubrir y aplicar: dedicarte tiempo a ti misma para escucharte, conocer que necesitas, que sientes, que quieres, que es prioritario para ti, quien eres. En definitiva, conocerte en profundidad y ponerte en primer lugar con el propósito de poder cuidar de todo lo demás.
Estas medidas son solo una parte de todo lo que puedes realizar con el objetivo de avanzar hacia tu bienestar y recuperar la calidad de vida que perdiste cuando empezaron las dificultades para compatibilizar las diferentes áreas. El resto las irás descubriendo a medida que empieces a profundizar en la vida que quieres vivir.
Gracias al Coaching, puedes descubrir aquello que hasta ahora no ha sido visible para ti. A mí me gusta decir que esta metodología te ayuda a dejar de buscar fuera todo lo que en realidad tienes en tu interior. Es una herramienta que te permite primero abrir los ojos, para después poder tomar las mejores decisiones hacia la consecución de tus objetivos.
Buscar medidas de conciliación personalizadas con esta ayuda te va a permitir en primer lugar, dedicarte un tiempo semanal exclusivo para ti, estar acompañada en este gran desafío y, eliminando ese sentimiento de soledad que tanto nos limita, transformar el agotamiento, la frustración y la culpa, en paz interior, empoderamiento y libertad, recuperar tu bienestar y tu poder como mujer, no tener que renunciar a lo que quieres, en definitiva… vivir la vida que deseas.
Por lo tanto tenemos mucho por construir en el desafío para lograr la conciliación: por un lado, descubrir qué necesitamos para poder compaginar todas las áreas de nuestra vida de forma personalizada mientras nos ofrecen desde el exterior otras medidas de conciliación satisfactorias, y por otro, reclamar ayuda a los agentes externos con el fin de que afinen en sus aportaciones.
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