Eran las típicas galletas que hacíamos en casa cuando la leche que tomábamos era de caserío. Hervir la leche, dejar enfriar… Y recolectar «la nata» hasta que hubiera suficiente. Una forma de pasar la tarde de los sábados lluviosos.
Ingredientes
250 gr de harina
200 ml de nata para montar
180 gr de azúcar
1 yema de huevo
1 pizca de sal
Esencia de vainilla al gusto
Preparación
Mezclar el azúcar, con la yema y la nata (sin montar)
Añadir la vainilla y la sal.
Batir todo bien.
Tamizar la harina en tres golpes e ir batiendo hasta que desaparezcan los grumos.
Dejar reposar la masa en la nevera media hora.
Pasado ese tiempo poner en una bandeja de horno papel para hornear y poner montoncitos de la masa (pequeños y un poco estirados). No hay que ponerlos muy juntos porque en el horno se expanden.
Pre-calentar el horno a 180 grados, entre 12 y 15 minutos estarán listas, cuando los bordes estén doraditos.
¡A disfrutar y nos cuentas el resultado!
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