Después de las alucinantes cifras de la purga realizada por el gobierno contra supuestas personas que participaron en el fallido golpe de estado, y pertenecientes a muy diversos ámbitos, Turquía decreta el estado de emergencia durante tres meses.
La decisión fue anunciada por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien afirmó que esta medida busca proteger los valores democráticos. «Esta medida no es en absoluto contra la democracia, el estado de derecho y la libertad. Por el contrario, tiene el propósito de fortalecer y proteger esos valores», dijo el jefe del Estado después de reunirse con el Consejo Nacional de Seguridad y, horas después, con el gabinete de ministros.
Las palabras de Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España, el pasado abril, sobre la actuación del gobierno Turco, que no respetaba los derechos humanos de los propios turcos, y por tanto, tampoco de los refugiados, parece una premonición de los acontecimientos de estos días y que ha quedado patente en la caza de brujas que está realizando el gobierno desde que ganó el pulso al golpe de estado. Los videos y fotografías de las torturas y palizas que están recibiendo los golpistas detenidos circulan por internet, y realmente nada tienen que ver con la democracia.
Habiendo sido derogada la pena de muerte en el año 2004 de forma legal, el volver a plantearse la misma hace que, sólo su planteamiento sea un gran paso hacia atrás parezca un paso atrás. Que el presidente Erdogan esconda detrás del intento de golpe de Estado la justificación de querer volver a implantar la pena de muerte como una demanda del pueblo parece separar cada vez más las quizás abandonadas aspiraciones de pertenecer a la UE. “No podemos seguir retrasándolo, porque en este país, aquellos que llevan a cabo un golpe de Estado tienen que pagar un precio por ello”, dirigiéndose a la multitud, a lo que añadió” En democracia, las decisiones se toman conforme a lo que la gente dice”. En una entrevista a la CNN volvió a hablar sobre la misma, amparándose en la decisión de la mayoría, ”si el parlamento acepta discutirla, yo, como presidente, aprobaré cualquier decisión que salga de la Asamblea Nacional”, Un parlamento donde su partido ostenta la mayoría absoluta, y donde cualquier persona puede ser un traidor ahora mismo.
Se plantea así una situación ante la cual la unión europea no puede permanecer impasible, Federica Mogherini, jefa de la diplomacia europea se ha manifestado claramente: “Déjenme ser muy clara. Ningún país puede convertirse en un miembro de la UE si introduce la pena de muerte”, al mismo tiempo que el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, afirmaba que esta postura significaría el final de las negociaciones.
El Ministerio de Educación de Turquía ha decretado el cierre de 626 instituciones educativas, dentro de las medidas para hacer limpieza en la Administración y el sector público de posibles simpatizantes del golpe de estado, acusando a los responsables de estos centros de haber podido cometer “delitos contra el orden constitucional” (cadena CNNTúrk). Mientras se ha retirado la licencia educativa a 21.683 personas que trabajaban en estos centros. Habiendo solicitado el Organismo Superior de Educación solicitó la renuncia de 1.577 decanos,
Siendo ya más de 55.000 los trabajadores, tanto funcionarios como privados, las personas que se han quedado sin empleo a consecuencias del intento de golpe.
El presidente turco ha reaccionado rápido y con violencia tras el fallido golpe de Estado en su contra, pero ningún sector del país está libre de sospechas como él mismo ha anunciado.
La agencia de noticias semipública Anadolu ha publicado un vídeo en el que muestra a algunos de los detenidos torturados y humillados por las fuerzas del gobierno.
Y es que las cifras de la purga van en aumento. Según el último recuento ofrecido por la agencia oficial Anatolia, son ya 8.660 las personas detenidas, de los que 990 han sido enviados a prisión preventiva por orden de un juez, según cifras oficiales.
Entre los detenidos figuran 6.000 militares, 100 policías, 755 jueces y fiscales, así como 650 civiles.
De los militares arrestados, 118 son generales, lo que supone un tercio de todos los generales y almirantes que componen la cúpula de las Fuerzas Armadas, y los dos pilotos del caza que el pasado noviembre derribaron un avión de combate ruso que supuso un enfriamiento de las relaciones con Rusia.
Öztürk, excomandante de las Fuerzas Aéreas turcas y señalado como líder del intento de derrocar al Gobierno, aunque según él trató de detenerla, así como los comandantes del 2º y 3º Ejército de las fuerzas terrestres.
También han sido arrestado el coronel Ali Yazici, asesor jefe militar de Erdogan, y Erkan Kivrak, un asesor militar del presidente de rango inferior.
La cadena pública TRT informaba también de que el Consejo Superior de Educación de Turquía había emitido una orden que prohíbe abandonar el país a todo el personal, tanto profesores como administrativos, de las universidades turcas, informaba la cadena pública TRT. La medida va más allá del veto genérico de viajes al extranjero impuesta ya el lunes a todos los funcionarios, como medida de cautela impuesta tras el fallido golpe, y afecta a todos los empleados de las universidades, tanto públicas como privadas. Fuentes universitarias confirmaron a Efe que la prohibición impide incluso a los propios rectores de las universidades abandonar el país, e incluso exige a todos los trabajadores de las universidades que estén de vacaciones, que regresen a sus puestos de trabajo, incluyendo a los profesores universitarios turcos que estén trabajando en universidades extranjeras por acuerdos internacionales.
«La gran limpieza», como la denomina el presidente, Erdogan, también a afectado a la libertad de expresión, siendo por ahora un total de 34 periodistas la quienes les ha sido retirada su licencia , cancelando a su vez los derechos de transmisión y licencias de diferentes agencias turcas. y diferentes agencias turcas vieron cancelados sus derechos de transmisión y licencias.
El que fuera en otra época aliado de Erdogan, exiliado en EEUU desde 1999, es hoy el acusado de orquestar esta conspiración mientras que no cesan las peticiones de extradición por parte del Gobierno. Según declaró ayer el viceprimer ministro, Numan Kurtulmus, «la ideología de la cofradía no se difiere en lo más mínimo a la del Estado Islámico».
Tras producirse la derrota de los militares, la imagen de Erdogan parece haber reforzada. A día de hoy, los conservadores todavía mantienen el control de las calles en la capital, donde siguen las consignas islamistas: «Estamos aquí para defender la democracia de Alá», reivindican.
Según declaraciones del presidente turco al canal CNN: «Las personas tienen la opinión de que estos terroristas –en referencia a los golpistas– deben ser sacrificados. ¿Por qué debo darles de comer en las prisiones durante años?».
Estas declaraciones hacen que se dude del respeto a la legalidad y la defensa de los derechos humanos, y pese a que las cifras son de una gran magnitud, parece que van a seguir en aumento, por las declaraciones del primer ministro turco Binali Yildirim, quién ha dejado claro que la purga continuará. Veremos como se va desarrollando y en que acaba todo por que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra…
Fuentes: La razón, El Mundo, Agencia EFE