Leonie Charlotte von Hase es la nueva Miss Alemania, una chica de ¡35 años!, madre de familia y empresaria, como gusta llamar ahora a todo aquel que de forma autónoma intenta montar un negocio (aunque no sea lo mismo).
Es cierto que si tuviera 40, habría llamado más la atención, pero hoy día están desfilando por las pasarelas antiguas modelo de todavía muy buen ver, de las que conocemos su edad gracias a la moda de que los años vividos acompañen al nombre. Algunas de ellas habían estado arrinconadas durante un tiempo, pero es bueno que reflejen la realidad, y es que los 20 no son para siempre. Se sigue viviendo después, de hecho, es lógico pensar que las mujeres más maduras tienen más poder adquisitivo y se preocupan más por su imagen. Un vestido pequeño podrá quedar genial en una chica alta, esbelta hasta la talla 34 y sin arrugas, aunque al natural la imagen cambie porque los huesos no son siempre favorecedores, ni suele haber muchos acompañantes que superen esa talla. Pero si queremos que deje de haber traumas adolescentes sin sentido y ser realistas, debe mostrarse la realidad.
Esta novedad, elegida por un jurado femenino, otra de las novedades que ha traído este concurso, cambiará seguro la forma de elegir la belleza. Las mujeres del jurado han puesto de manifiesto que para nosotras la belleza es más que una cara bonita y un cuerpo maravilloso, la belleza es resultado de la experiencia que dan los años, la seguridad y confianza que estos hacen crecer, la maternidad, el haber hecho cosas en la vida…todo lo que, en definitiva, constituye y conforma a la persona.
Por tanto la nueva Miss Alemania nos demuestra que:
- Hay vida antes de un concurso de belleza. Las concursantes, todas muy jóvenes, rara vez tenían estudios universitarios o habían hecho algo antes. Era una forma de entrar en el mundo de la moda. Pero ahora se puede trabajar, estudiar, hacer cosas en la vida, ¡¡incluso ser madre!!! Siendo esta la faceta más característica de la mujer.
- No hace falta la belleza perfecta, sin duda hay muchas mujeres en Alemania mucho más guapas o perfectas que Leonie, pero el jurado decidió premiar a la persona, en todas sus facetas, al conjunto de la persona.
- La mujer perfecta no atrae. La belleza es lago más que una cara bonita, puede ser una sonrisa especial, una personalidad fuerte, una trayectoria profesional determinada, o de voluntariado… es decir, la persona en su globalidad, ella misma con sus características e incluso historia ¿por qué no?
- El liderazgo femenino, o el empoderamiento femenino tan de moda, son palabras que no tenían cabida en un concurso tan femenino como es este. Es cierto que se premia la belleza, pero la belleza también viene definida por los cánones de cada época, desde las mujeres fornidas y rollizas de Rubens, las borrosas impresionistas o las azules de Picasso. Por ello, esta época tan ecologista, sostenible y convulsiva, en la que surgen nuevas situaciones que hacen replantear el valor de la persona y centrar los avances en ella, debería plantearse también defender una visión de belleza no superficial, sino enfocada en la persona, que contemple desde el aspecto físico, psíquico, cualidades personales, inquietudes e incluso logros.
¿Será este un antes y un después de los concursos de belleza que cosifican a la mujer? Las alemanas nos han tomado delantera mientras que nuestras ministras defiende el feminismo cutre de «sola y borracha quiero llegar a casa».
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