La labor de la Policía es intensa y constante, frecuentemente añadiendo estrés, más en esta crisis. Siempre ha tenido defensores y detractores en cuanto a abuso de poder o violencia de tipo racista, sobre todo en países como U.S.A. Recientemente vuelven a condenarse algunas actuaciones de esta índole, tales como el lamentable hecho ocurrido estos días en Minnesota, que ha culminado con prisión para los agentes por la muerte de un ciudadano de color. Afortunadamente en España no es algo que esté presente. Esto no debe borrar todo aquello por lo que la ciudadanía ha ovacionado durante semanas al Cuerpo de Policía Nacional, quien “tiene como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana”.
Hoy más que nunca, formamos parte de una etapa histórica mundial escrita por héroes de carne y hueso. Al salir de casa para comprar, pasear, visitar a familiares o hacer deporte, se ven profesionales que controlan que todo se produzca convenientemente. Y salvaguardar al ciudadano no se produce desde hace tres meses, sino cada día.
Durante estos meses, nos han dictado casi a diario recomendaciones y medidas desde Sanidad, el Gobierno y las Fuerzas de Seguridad del Estado. Expertos en psicología afirman que es necesario tomar conciencia y añadir responsabilidad para que la situación prospere.
¿Se ha hecho lo suficiente por ellos en lo que dura esta crisis sanitaria? ¿Se ha velado por su seguridad y la de sus familiares?
Hemos formado parte de aplausos que a poco se han ido acallando desde ventanas, balcones y terrazas. Otros han respondido con su buen hacer y su consideración para con los agentes. Entre otros, se dirigen al colectivo de la Policía Nacional. No obstante siguen sobrevolando algunas cuestiones que hoy tienen respuestas: ¿Se ha hecho lo suficiente por ellos en lo que dura esta crisis sanitaria? ¿Se ha velado por su seguridad y la de sus familiares?
Los temores y el estrés en la Policía Nacional
El miedo de sanitarios y policías a contagiar a sus familias todavía existe. “Durante estos últimos meses y a día de hoy, la preocupación por nuestros familiares sigue latente. Nuestro porcentaje de contagio es muy elevado. Seguimos en primera línea de batalla y sin los suficientes medios, por ello hasta que no haya 0 contagios, podemos llevar el virus a nuestros hogares. En la mayoría hay menores o personas con patologías delicadas”, expone Jesús Enrique, Secretario Provincial de JUPOL (Justicia Salarial Policial) en Baleares.
A lo duro que ya de por sí es responder en cada turno a la problemática que se deriva en el ejercicio de su profesión, se añade el estrés y la ansiedad de actuar sin cometer un error durante la crisis. Los agentes de la Policía Nacional deben atender los casos que se les presenten en hogares, centros y calles, procurando resguardar su salud con mascarillas y guantes. “En algunas intervenciones, se hace imposible mantener la distancia de seguridad”, añade Jesús.
Pero la labor de este colectivo no solo se ha basado en la parte de mantener la seguridad en las calles, sino de promulgar la responsabilidad a las personas. “Hemos tenido una labor pedagógica haciendo ver a la ciudadanía la importancia de respetar las normas por el bien de todos y ante la gravedad de la pandemia, sobre todo las duras primeras semanas”, asegura Jesús.
Habituarse a la pandemia
“Nos hemos habituado a esta terrible situación, pero tenemos estrés y acumulamos cansancio. La inseguridad y el nerviosismo han disminuido en muchas personas, pero no en nuestro colectivo. En los vestuarios nos cambiamos unos cerca de otros. Seguimos tomando precauciones sin traspasar la línea de la prevención. Estamos en constante alerta y aunque vemos que hay mejoría, nos genera respeto el momento de llegar a nuestras casas. Las medidas de seguridad las llevamos a rajatabla. Lo mismo nuestras familias en casa respecto a nuestra ropa de trabajo y con la limpieza. Resulta una gran responsabilidad”, resalta un agente de la Policía Nacional que solicita preservar su anonimato.
Jesús agradece a empresas y ciudadanía aportaciones de guantes, mascarillas, pantallas faciales…, una necesidad que reconoce que no es algo nuevo para otros colectivos. “Nos parece lamentable que este Gobierno no reconozca a sus Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como colectivo de alto riesgo en esta crisis. Estamos a pie de calle, en contacto con muchas personas y desconocemos si son o no, portadoras del Covid-19. Los medios proporcionados por la DGP en materia de protección han sido escasos e insuficientes. La mayoría han sido pagados de nuestros bolsillos”.
No hace mucho se creó JUPOL SOS, un teléfono donde el profesional de la Policía Nacional puede hablar con psicólogos -uno de ellos externo-, las 24 horas del día. El sindicato, además, tiene gabinetes de apoyo psicológico para el trabajador que necesite asesoramiento. No obstante, según fuentes cercanas, no existe ni ha existido, una especial atención en estos complicados momentos.
Por otro lado el policía nacional destaca algo favorable para los profesionales del sector. “Es positivo que casi desde el inicio se haya optado por reducir los días en el turno de trabajo para que no exista tanta coincidencia entre compañeros y evitar un mayor número de contagios”.
“Una vez más este Gobierno tiene abandonados a miles de funcionarios de los servicios esenciales, los cuales están dando un ejemplo de sacrificio y profesionalidad diarios impecable. Ojalá todo esto sirva para dar el conveniente valor a quienes nunca fallan y se ponen a disposición del ciudadano”. Jesús Enrique
En general, el ciudadano da la talla
Jesús refiere un comportamiento ciudadano bastante ejemplar en su mayoría. “Otras personas, como se ha visto en medios de comunicación, han dado trabajo durante la crisis. Un claro y notorio ejemplo es el de unos compañeros que el pasado 9 de mayo acuden a un piso en Palma de Mallorca y se encuentran con una controvertida situación que ha dado mucho que hablar. Pretendía difamarse la imagen del Cuerpo de Policía Nacional y este sindicato ha presentado una denuncia que el juzgado ha llevado a trámite. Siempre se defenderán las actuaciones de ciudadanos que son punibles”.
El agente anónimo añade que sigue habiendo personas que aprovechan los tensos momentos para delinquir. “Esas personas entorpecen nuestro trabajo y comprometen el bienestar de muchos”.
Los agentes de la Policía Nacional reciben el calor de la gente y muestran su gratitud hacia ellos en tiempos de crisis, pero rechazan otras actitudes. “Una vez más este Gobierno tiene abandonados a miles de funcionarios de los servicios esenciales, los cuales están dando un ejemplo de sacrificio y profesionalidad diarios impecable. Ojalá todo esto sirva para dar el conveniente valor a quienes nunca fallan y se ponen a disposición del ciudadano”, remata firme Jesús.
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