El refranero español está repleto de frases ocurrentes, que en un momento determinado nos puede extraer de un apuro, incluso cuando no sabes qué decir, o una forma de finalizar una conversación, recomiendo ponerlo en práctica. Sin embargo, cuando nos fijamos lo suficiente, observamos las carencias, contradicciones, e incluso incongruencias que tiene. Por ejemplo: “no por mucho madrugar amanece más temprano”, pero “a quién madruga Dios le ayuda”. Supongo que será como la dualidad onda corpúsculo de De Broglie, que depende del experimento que se esté estudiando será una cosa o la otra, y mientras como las funciones de onda, puede describir todas las situaciones posibles de un sistema.
Aunque hay que reconocer, que hay frases hechas, que ciertamente hacen una descripción con una síntesis pasmosa. Como si fuera un teorema, por ejemplo: “No somos nada”. Es una explicación de principios básicos de nuestra situación en el Universo. Sin embargo, también puede ser un tanto deprimente. Sin duda, en los albores de una enfermedad, o cercano a la muerte o durante un velatorio, tal vez se nos presente esta sustancial frase. Y en cierta manera, es aconsejable tener presente el hecho de nuestra vulnerabilidad que nos dará un aporte de humildad que tanta falta nos hace en nuestra vida cotidiana.
Otra frase que también es utilizada en ciertas situaciones y me resulta especialmente llamativa es: “de algo hay que morir”. Es una gran obviedad, todos vamos a morir, tarde o temprano. No necesitamos ningún motivo. Cualquier motivo es esencialmente lamentable, considerando la pérdida. En cualquier caso, no es una respuesta cuando la pérdida puede ser evitada, o al menos postergada. No justifica que las cosas se hayan hecho mal. No puede justificar la inanición. Tampoco se puede permitir que tengamos ese conformismo, pues en ese caso, para qué luchar por cualquier cosa, si total de algo hay que morir. Para qué invertir en investigación, para qué lucha contra el cáncer, para qué intentar salvar las vidas, nada tendría sentido. Absoluto conformismo, peligroso e inútil que nos lleva a la dejadez y al abandono.
Tal vez, somos demasiado exigentes con el prójimo esperando una lucha que no están dispuestos a afrontar. Pero no me puedo imaginar un mundo donde los grandes filósofos, científicos, voluntarios, personas empáticas, anónimas que no luchen por tener al menos una vida mejor y extensa, en consecuencia, ofrecerles a los demás la oportunidad de disfrutar de sus propias vidas.
Al hilo de este mensaje “de algo hay que morir”, que había podido ver escrito en diferentes soportes de las sonámbulas redes sociales, me planteé la siguiente pregunta: Qué hubiera ocurrido si no hubiéramos hecho nada para evitar la propagación del virus. Es decir, supongamos que somos “conformistas”, así nos planteamos que no vamos a tener ninguna estrategia frente a la pandemia, que transcurra de forma natural. Es decir, sin utilizar nuestros métodos, avances, ciencia, tecnología para luchar contra el bicho. Además, sería un alivio para los negacionistas, aunque le estaríamos negando, precisamente, la oportunidad de la protesta. Tal vez, es la forma de atenuar su carga de odio y rencor, confirmando que no tenían razón, pero con un precio muy alto.
No me puedo imaginar un mundo donde los grandes filósofos, científicos, voluntarios, personas empáticas, anónimas que no luchen por tener al menos una vida mejor y extensa, en consecuencia, ofrecerles a los demás la oportunidad de disfrutar de sus propias vidas.
Pues bien, el 8 de junio de 2020 se publicó en la revista Nature un estudio sobre un modelo matemático que calculaba el impacto de la pandemia en el caso que no se hubieran implantado medidas no farmacéuticas. En el estudio se ha analizado como responde el modelo con las medidas que se han tomado y encontrar la concordancia entre los resultados del modelo con los datos recogidos realmente. Lo cual es un indicador de la fiabilidad del mismo.
Los modelos matemáticos son utilizados habitualmente en diferentes ámbitos e intentan predecir cierto comportamiento de una serie de variables a través de funciones, ecuaciones o fórmulas matemáticas, que nos puede facilitar nuestra cotidianeidad. Son utilizados en diferentes ámbitos:
- Fenómenos naturales. Estudio y análisis meteorológicos, comportamiento de poblaciones biológicas, etc.
- Fenómenos sociales. Análisis de procesos migratorios, estudios de mercado, financieros, etc.
- Estudios físicos. En cosmología, estudios geológicos, climatológicos, etc.
El modelo matemático se ha aplicado sobre cinco medidas que se han realizado:
- Cierre decretado.
- Eventos públicos prohibidos.
- Cierres de los colegios.
- Autoaislamiento.
- Fomento del distanciamiento social.
Se ha analizado once países de la Unión Europea: Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Noruega, España, Suecia, Suiza y el Reino Unido. Así mismo, se han catalogado datos sobre la naturaleza y el tipo de intervenciones no farmacéuticas. Se han revisado las páginas web del gobierno de cada país, así como sus páginas web oficiales de salud pública, para identificar los consejos o leyes más recientes emitidos por el gobierno y las autoridades de salud pública. Además de las cinco medidas, se ha tenido en cuenta los tiempos que se han desarrollado las mismas hasta el 4 de mayo de 2020.
Los resultados obtenidos sobre la mortalidad se pueden resumir en las dos gráficas:
En esta primera gráfica se puede observar como hubiera sido la incidencia de la mortalidad de los once países europeos analizados según el modelo matemático (línea azul), frente al modelo con las medidas realizadas (línea roja), junto con los datos reales que se han obtenido de forma global (línea negra). Podemos ver que el modelo concuerda con muy buena exactitud con la realidad. También se observa la gran discrepancia que habría si no se hubieran tomado las medidas no médicas, con una abultado aumento en el número de fallecidos.
En la segunda tabla podemos ver el resultado por países:
En esta tabla, podemos ver:
- En la segunda columna, los resultados del número de fallecidos acumulados en cada uno de los 11 países analizados hasta el 4 de mayo de 2020.
- La siguiente columna nos muestra la estimación de fallecidos según el modelo matemático, aplicando las medidas. Lo cual concuerda bastante bien con la realidad.
- La cuarta columna es la estimación de fallecidos en cada país según el modelo matemático si no se hubieran tomado las medidas.
Lo curioso es la gran diferencia que habría en el número de fallecidos si no se hubieran realizado las medidas. La estimación de los once países sería de más de 3 millones de personas, prácticamente 30 veces superior a la realidad.
Especial atención de Francia, Alemania, Italia y Reino Unido. En el caso de Francia, rondando los 720.000 fallecidos. Alemania tendría una incidencia 90 veces superior, inferior a los 100 veces de Austria.
En el caso de nuestro país, en lugar de 25.000 fallecidos contabilizados oficialmente, hubiéramos tenido 470.000. Esto implicaría que en tan sólo 3 meses, el Covid-19, se hubiera convertido en la primera causa de muerte en el año 2020. No quiero ni pensar la masacre que tendríamos en enero de 2021, después de 7 meses de descontrol, probablemente con varios millones de fallecidos, hospitales colapsados, y el país sumido en una auténtica quiebra económica.
Actualmente, la estrategia para contener el virus y tener un cierto control pasa por las medidas que inicialmente se han realizado, esto es: distanciamiento social, mascarillas e higiene. Está demostrado, que los países que han realizado un confinamiento severo, incluso cerrando las fronteras, han tenido una respuesta sustancialmente inferior de la pandemia.
Afortunadamente tenemos mejoras en los tratamientos y la vacunación va a suponer un alivio importante en la incidencia a medio plazo. Pero, hay que mantener las medidas hasta que comencemos a obtener esa respuesta favorable.
Fotografía portada: Carlotta Gacio.
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