¿Quién no conoce a la Madre Teresa?

Esta frase sale alguna vez en el documental estrenado hace unos días sobre la madre Teresa. Pero Amanece en Calcuta es más que un documental normal.

Jose María Zabala no nos cuenta lo que hizo esta santa de forma cronológica, ni es tampoco su biografía, ni describe las casas de las Hermanas de la caridad, ni muchas cosas que podríamos esperar.

Los testimonios que recoge nos muestran su carisma y su don, cómo actuaba en las personas, el impacto en  algunos que la conocieron y que produjo un cambio radial de ver y vivir la vida. Incluso algunos que no la conocieron personalmente, pero que  como el pequeño lápiz de Dios que era, tenía que seguir escribiendo. El amor y el corazón no se ven, pero se sienten. Hay que verla con un corazón abierto, como el de los niños, porque los testimonios son a corazón abierto.

Este documental es un ejemplo de cómo Dios se sirve del sí de algunos privilegiados que han recibido Su Gracia para transformar el mundo, de como conecta a las personas que buscan y que se dejan tocar para seguir haciéndolo, porque la gota de agua de la que  ella tanto hablaba sigue expandiéndose en los demás.

Cierto es que la madre Teresa de Calcuta es conocida por todos, los que somos un poco maduritos la recordamos fotografiada en miles de portadas de periódicos y revistas con San Juan Pablo II, incluso con Ladi Di. El primer testimonio, el padre Christopher Hartley Satorius, precisamente cuenta que la vio por primera vez en una fotografía  Y esta fama fue, muy a su pesar, la que dio a conocer la labor de la Madre Teresa al mundo, pero también su gran cruz.

Sin duda es una película para todos los públicos, es decir para  creyentes y no creyentes, porque es la vida de personas, que sí es cierto han descubierto otra dimensión de la vida, podríamos ser cualquiera de nosotros. Todo consiste en estar dispuesto a ello.

Los testimonios son muy diferentes y todos ellos especiales por la forma en que van descubriendo esta dimensión de la vida, la trascendencia a la que todos estamos llamados, el «Amor» a los demás, mostrando la diferente la forma en que ella pasó por sus vidas, unas veces en vida y otra después de morir. No contaremos los casos porque como suele decirse una imagen vale más que mil palabras y en este caso, lo visual, lo testimonial, supera cualquier descripción que podamos hacer.

Te invitamos a verla, descubrirás porque ella no fundó una ONG más como algunos la quieren ven, sino que es muestra de la llamada a la acción al descubrir el verdadero Amor de Dios, con su forma de ser, con su poderosa personalidad, dulce y firme a la vez.  ¡Esperamos también que tu corazón no se quede indiferente!