Las radiaciones solares UV e infrarrojas y la luz azul de alta energía tienen efectos dañinos sobre la salud ocular, que se pueden contrarrestar con la protección adecuada.
El Sol emite una gran cantidad de radiaciones y muchas de ellas tienen un efecto beneficioso para nuestro organismo. Tanto es así, que el sol es el responsable de que produzcamos una serie de sustancias básicas como la vitamina D, esencial para tener unos huesos sanos y fuertes; favorece además el incremento de la serotonina, sustancia que influye en el estado de ánimo, regulando la ansiedad y la felicidad.
Sin embargo, según los expertos de Indo, multinacional española especializada en la comercialización de lentes oftálmicas y con una amplia gama de protección frente a todas las radiaciones solares, otras como la ultravioleta (UV) o las infrarrojas (IR) y la luz azul de lata energía pueden tener efectos dañinos en el ojo cuando se produce una sobrexposición.
Cómo protegernos de las radiaciones nocivas
Hoy en día vivimos más años y las células de nuestra piel y ojos necesitan una protección extra frente a cualquier tipo de radiación. Es por ello que Indo, ofrece una completa gama de protección para cuidar la vista de los usuarios de gafas.
Radiación infrarroja
Las consecuencias más visibles del exceso de rayos infrarrojos en la piel es la generación de arrugas profundas por la alteración del colágeno y envejecimiento prematuro debido a que el aumento de radicales libres imposibilita la regeneración del colágeno. En la vista, el infrarrojo provoca sequedad ocular, acelera las cataratas y llega hasta la retina, pudiendo causar su degeneración, despigmentación, quemaduras o micro lesiones. Y es que, actualmente el 54% de las radiaciones solares que llegan a la tierra son infrarrojas.
Radiación UV
La radiación UV es conocida por su fototoxicidad, y es capaz de provocar en poco tiempo efectos dañinos e irreversibles en los ojos.
A nivel externo, pueden causar inflamación del segmento anterior (uveítis, conjuntivitis, queratitis), pinguéculas, pterigion, o descamación del endotelio, entre otros. En la piel del contorno del ojo también causan enrojecimiento de la piel de los párpados, al igual que en el resto de piel expuesta a la radiación UV. Estas radiaciones también llegan hasta el cristalino, donde pueden causar opacidades, causantes de las cataratas. Es la protección más habitual que tienen todas las lentes que se comercializan actualmente.
Radiación azul de alta energía
También conocida como radiación azul-violeta, hace referencia a la radiación de alta energía a energía recibida de la radiación solar y más próxima a la radiación ultravioleta. En diferentes estudios de laboratorio, se ha demostrado que la luz HEV (azul-violeta de alta energía) puede causar estrés oxidativo dentro de las diferentes capas de la retina, especialmente en fotorreceptores y células epiteliales pigmentarias.
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