Soy muy consciente de que el tema de la construcción de las pirámides es un tema muy espinoso y controvertido, nada inclinado a la calma y la reflexión, pero, aunque moleste a muchos hay que abordarlo.
Esto se ve en que hay mucho convencido de que la realización de las pirámides fue de una determinada manera y punto. Al que cree que los constructores son los extraterrestres o una civilización perdida, nadie le puede convencer de lo contrario, incluso con argumentos lógicos y contundentes. He tenido varia “peleas intelectuales” al respecto, por eso a este tipo de gente, los egiptólogos, no yo, los llaman “Piramidiotas”. Una de esas peleas fue la que determinó que me dedicase a resolver tan interesante problema al conminarme uno de ellos con un: <<DEMUÉSTRAMELO>> y así empecé.
Lo cierto es que es verdaderamente increíble que llevemos 4.500 años sin saber un método coherente de construcción de las pirámides como el que utilizaron los antiguos egipcios hace casi 5.000 años. Por ello, el modesto objeto del presente trabajo es demostrar matemática e ingenierilmente la imposibilidad de construir pirámides tan grandes con los métodos que, durante miles de años, nos han venido proponiendo diversos investigadores, desde el método relatado por Heródoto, hasta el más moderno del egiptólogo francés Michel Michel, pasando por el más famoso, el del gran egiptólogo Mark Lehner.
El intenso trabajo realizado por tantos investigadores a lo largo de tanto tiempo, nos lleva a pensar que es imprescindible intentarlo de otra manera diferente, que si no presenta ninguna “pega” nos llevará, necesariamente, a la única solución posible de este problema. Este problema es tan difícil que no puede haber muchas soluciones. Por eso he diseñado un procedimiento para construir, con un método sencillo, basado en rampas de pequeño tamaño, una gran pirámide desde la primera hasta la última piedra, de manera que la pueda realizar cualquier ingeniero o constructor actual, con la tecnología y el conocimiento de la época en un tiempo más que razonable (menos de 15 años), y con toda la construcción realizada por el exterior, esto es, a plena luz del día y sin necesidad de conocimientos sofisticados de matemáticas.
Para ello, me gustaría darles a conocer mi libro titulado “Estudio sobre la construcción de las pirámides de Egipto”, que escribí después de seis años de investigación sobre la construcción de mis admiradas pirámides de Guiza, y que fue editado por la Sección de Publicaciones de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid. En dicho trabajo demuestro, a través de las matemáticas y la ingeniería, que todos los métodos propuestos por distintos investigadores desde hace 4.500 años son imposibles. Además, propongo el que creo que es el único método posible de construcción de unos monumentos tan colosales con los medios de la época. Si a alguien le interesa el método le diré que puede adquirirlo este libro en la misma Escuela o pidiéndolo por correo AQUI
En el libro también demuestro científicamente que esta proeza de los antiguos egipcios, se realizó, como dije antes, con rampas cortas de entre 3º y 4º grados de pendiente, dispuestas por los cuatro costados de las pirámides. También demuestro que la gran de elevación de piedras de más de 40.000 kilogramos hasta 60 metros de altura ( torre de 20 pisos), que nunca se volvió a intentar, se hizo con el concurso de entre 500 y 700 operarios arrastrando los bloques sobre otras rampas cortas compatibles con las antes citadas, y este hecho es el que anula todos los métodos de construcción que desde hace 4.500 años nos han venido proponiendo Heródoto y otros investigadores, como rampas largas y diversos artilugios intemporales con cables y poleas inexistentes en aquella época, demostrando indiscutiblemente que esta es la única posibilidad de realizar tan gran proeza. La pregunta es ¿En qué rampa es posible meter a tanta gente? Hay que tener en cuenta que 700 personas ocuparían un espacio enorme de por lo menos 100 metros de largo por 10 metros de ancho.
Como avales, cito dos extractos de los dos prólogos del libro que dos eminentes científicos han tenido a bien redactarme:
El primer prólogo lo escribió el afamado Egiptólogo y escritor español José Miguel Parra Ortiz (que trabajó en el Proyecto Djehuty) dice entre otras cosas, después de enterarse profundamente del proyecto de construcción, que existen pruebas en el Egipto de las pirámides que apuntan en el sentido que propongo:
“…El profesor Casteleiro, demuestra la imposibilidad de los modelos propuestos a base de grandes rampas para elevar bloques, tanto la rampa única perpendicular como la rampa envolvente en torno al edificio. Su propuesta es más sencilla, porque utiliza la propia estructura escalonada del edificio para subir los bloques mediante pequeñas rampas paralelas a la cara de la pirámide y con una pendiente asumible para los obreros que arrastraban los bloques … los arqueólogos encuentran restos de rampas cortas con escasa pendiente, casi cada vez que excavan un edificio faraónico, tal cual sucedió en varias de las mastabas de la necrópolis al oeste de la Gran Pirámide, como puede ser la G 6040. Unos restos que parecen confirmar la teórica viabilidad del sistema de construcción propuesto aquí por el profesor Casteleiro…”
Y el profesor titular de la UPM -ETSII de Madrid, Antonio Ros Felip, escribe y avala de forma irrefutable el método que propongo en un segundo prólogo:
“…Esa organización está muy presente en la propuesta del profesor Casteleiro para poder explicar convincentemente la construcción de la Gran Pirámide con un mero juego de rampas móviles que permitieron elevar bloques de 60 toneladas a 60 metros de altura, así como montar 2,5 millones de bloques pequeños de cerca de 3 toneladas más los bloques de revestimiento de piedra caliza. Todo con un método de gran simplicidad, sin ningún tipo de conocimiento especial, ni matemático ni constructivo, pero que posibilitó abordar la construcción por todos los lados de la Pirámide con un gran número de obreros trabajando simultáneamente. El método está corroborado con sencillos cálculos de cargas y de tiempos, resultando perfectamente verosímil… el método del profesor Casteleiro tiene toda la pinta de ser irrefutable...”
Este mismo profesor, Antonio Ros, hizo una estupenda y muy dificultosa maqueta, a una escala de 1/100, de la pirámide de Keops en una dependencia de la Escuela Superior de la Edificación de Madrid, por cortesía del profesor titular Julián García, para comprobar el método de construcción y efectivamente así fue. Por otra parte, antes de la pandemia, este mismo profesor Ros realizó en la misma Escuela de Ingenieros, un cursillo sobre la construcción de las pirámides de Egipto con la asistencia de varios profesores y alumnos y siendo realizados varios ensayos en el laboratorio de Resistencia de Materiales, resultando un completo éxito. En él se pudo discutir ampliamente el método propuesto y se concluyó que dicho método era el correcto para hacer las pirámides y elevar, los gigantescos bloques utilizados de más de 40.000 kg, a una altura de un edificio de 20 pisos. Por todo ello nos sentimos seguros de la excelencia del método propuesto.
Además de estos insignes científicos, este libro ha sido leído y estudiado más de 30 ingenieros de todas las especialidades y no han encontrado ni una sola “pega” o problema constructivo, es más, todos ellos han coincidido conmigo en que el proyecto propuesto, es la única forma posible de elevar tan grandes y geniales construcciones en el antiguo Egipto, como lo diseñó Hemiunu arquitecto de Keops.
NOTA: para contactar con el autor escribir a josemanuelcasteleiro@gmail.com
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