Madrid volvió a vestirse de fiesta después de un año de celebraciones online. Y lo hizo por todo lo alto, de forma presencial y con el calor que caracteriza a los españoles. El Palacio de Congresos de IFEMA, acogió la VIII Edición de los Premios Platino, que premia el talento iberoamericano audiovisual, uniendo lazos a uno y otro lado del océano. En la sorprendente gala, (presentada por la actriz colombina Juana Acosta y el actor mexicano Luis Gerardo Méndez), no faltaron grandes personalidades del mundo del espectáculo y la política.
En 2020, se produjeron más de 700 películas, documentales y series, en 23 países de habla hispana. Lo que demuestra el gran auge de la industria latina y la importancia del español, para unir culturas y fronteras a través de viejas y nuevas historias.
Las grandes triunfadoras de la noche fueron la película colombiana “El olvido que seremos” (que ganó cinco premios a mejor película, dirección, guión, arte y actor protagonista para Javier Cámara) y la española “Patria” (que se llevó el premio a la mejor miniserie, mejor dirección, actriz protagonista y secundaria). La película guatemalteca “La llorona”, se quedó con los premios técnicos de fotografía, montaje y sonido. Y el premio al mejor documental fue para “El Agente Topo” (que también obtuvo el de educación en valores). La directora chilena, Maite Alberdi, dijo en pocas pero acertadas palabras: “El virus nos ha hecho replantearnos nuestra relación con la vejez, aunque en las residencias ya existía una pandemia anterior: la soledad. El arte y el cine debe servir de inspiración para que políticos y activistas defiendan una vejez digna, respetada y no relegada al olvido familiar ni institucional”.
El actor mexicano Diego Luna, que este año recibió el Premio de Honor, dijo en un emotivo discurso: “El alcance de nuestras culturas no se limita a nuestras fronteras. Hay que pensar en bloque. Apropiémonos de nuestras historias. No emulemos las de otras industrias. Inventemos las nuestras con talento y creatividad”. También llamó a la conciencia ciudadana ya que “La pandemia nos trajo la certeza de una responsabilidad inminente. No podemos volver a lo de antes, porque sería un suicidio colectivo. Nos toca replantearnos todo. Nuestra relación con nuestra tierra, que hemos destruido en nombre del progreso y el desarrollo. Vivir con mayor empatía y curiosidad. Somos capaces de mucho más. Ahí viene una segunda oportunidad”.
También en relación con el medioambiente, el actor Alex García, hizo una bonita reflexión: “¿Cuántos gritos de auxilio que piden un cambio urgente hacen falta, cuántos volcanes en erupción, tormentas o temperaturas extremas? Difundir y promover los 17 objetivos de desarrollo sostenible que se pactaron en 2015, es más importante que cualquier premio. Gobierno, empresas, todos y cada uno de nosotros debemos iniciar un cambio personal”. El actor, invitó a proteger los maravillosos parajes que estamos destruyendo en Cartagena de Indias, la barrera de coral del caribe mexicano, la patagonia argentina, la zona del Teide, en Canarias. También aprovechó para enviar un mensaje de apoyo a la isla de La Palma, por la situación catastrófica que están viviendo tras la erupción del volcán.
“La pandemia nos trajo la certeza de una responsabilidad inminente. No podemos volver a lo de antes, porque sería un suicidio colectivo. Nos toca replantearnos todo. Nuestra relación con nuestra tierra, que hemos destruido en nombre del progreso y el desarrollo. Vivir con mayor empatía y curiosidad. Somos capaces de mucho más. Ahí viene una segunda oportunidad”. Diego Luna
La gala estuvo amenizada por varias actuaciones musicales de artistas latinos y españoles. El momento emotivo llegó con Ara Malikian y su libre interpretación de «La Llorona”, de Chavela Vargas. La fuerza española la puso Sara Baras, con su inconfundible baile y zapateado flamenco.
Como ingrediente sorpresa, se produjo una conexión en directo con el Teatro Real, donde la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid interpretó el nuevo “Himno Iberoamericano”. Una bella pieza musical, compuesta y dirigida por Lucas Vidal para unir a las naciones.
“El olvido que seremos”, “Patria», “El agente topo”… con sus protagonistas y discursos, urgen al cambio. No es casualidad que sean tres historias basadas en personas y hechos reales. Y que en dos de ellas, sus protagonistas fueran asesinados. Uno por enseñar a pensar en libertad y el otro por expresar sus ideas y actuar en consecuencia. Cine social y auténtico, que nos trae mensajes de unidad, paz, tolerancia, convivencia, respeto a las personas y al medioambiente. A través de las palabras, en ese maravilloso idioma nuestro, que es el español. Como dijo Alex García, en este momento en el que la ficción y la realidad están mas unidas que nunca: “La crisis climática y humanitaria no son una ficción. El cambio empieza hoy”. Y el cine, la música y el arte en general, son grandes herramientas para repensar el mundo.
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