Quién no conoce El jardín secreto, una de las más populares novelas de Burnett, un clásico de la literatura infantil inglesa, donde el descubrimiento de un jardín secreto será la clave para hacer de la vida algo maravilloso y donde el calor de la amistad, logra cosas mágicas.
Así es la historia que presentamos hoy en la cual, un simple viaje a Sudamérica, crea una aventura llena de humanidad. Una sucesión de eventos inesperados dan a esta proeza el sabor de algo verdaderamente extraordinario y cautivador.
María es una niña peruana, que hoy se encuentra en Italia, “toca el piano, nada como un pez, puede ver los colores de lejos, leer y bajar las escaleras por sí sola”. Acciones muy normales para cualquier niño, pero no siempre lo ha sido para María ya que padece de glaucoma, una enfermedad que causa la pérdida de visión de manera gradual. En Italia ha tenido la oportunidad de ser atendida por importantes médicos y especialistas. Fue sometida ya a dos cirugías para ayudarle en la detención del proceso de la enfermedad, que la estaba llevando a la ceguera irreversible. Actualmente cursa la escuela primaria, frecuenta el instituto para ciegos David Chiossone, un centro de excelencia en rehabilitación de discapacidades visuales, y participa asiduamente en las diversas actividades organizadas por la Biblioteca para ciegos Regina Margherita di Monza.
Inicio de la peripecia
Quien ha cambiado la vida de María, se llama Francesco Pisano, un joven italiano de rostro limpio, sonriente, lleno de muchos valores y de una sencillez que desarma. Cuando apenas tenia 19 años, decide realizar un mes de voluntariado en la zona de misiones de la congregación religiosa Madri Pie Franzoniane. Así el 21 de junio del 2016 parte del aeropuerto de Milano con destino a Lima, como el mismo nos cuenta: “A mí llegada a Perú después de unos días de ambientación en la ciudad de Callao, me involucré en diferentes tareas que me hacían sentir útil. Comenzó así mi relación con los habitantes del lugar. Entre estas personas conocí a María una pequeñita de siete años con evidentes problemas de vista. Inició entre nosotros una relación de amistad: Jugábamos, reímos, hablábamos, bueno ella tanto yo un poco menos porque mi español era insuficiente. Hubo de inmediato una gran complicidad, tanto que ella nunca se separó de mí”.
De Perú a Italia
Una vez en casa, Francesco tiene mucho que contar sobre su experiencia en las zonas pobre de Perú y manifiesta su grande preocupación por la situación de María. “Un año después de mi viaje, – dice -, me cuestionaba cuánto sería posible traer a mi pequeña amiga a Italia para que pudiera consultar con especialistas, ofreciendo de esta manera, una posibilidad de salvarle la vista”. El desasosiego del joven era tal que sus padres y hermanos deciden apoyarlo. Los obstáculos más grandes a superar a demás de toda la burocracia migratoria, fueron la autorización del padre de la niña y los gastos económicos de toda esta movilidad. “El Costo del viaje – prosigue el joven -se resolvió gracias a las donaciones de muchos amigos, sobretodo de Rossiglione, la localidad donde yo vivo.”
El jardín seguirá floreciendo
Esta hazaña involucró muchas personas de Italia y de otras partes del mundo. En poco tiempo ocurrieron hechos que han dado la certeza a Francesco y a su familia de, como el hacer algo por los demás es la llave que abre el corazón. “Estábamos verdaderamente asombrados al ver tanta gente colaborar y participar en esta aventura. María tenía que quedarse con nosotros por un periodo de tres meses, naturalmente cedí mi habitación. Han pasado ya cuatro años. Hoy María forma parte de nuestra familia mediante a una custodia familiar vinculada a la necesidad de atención médica. Me encanta estar con ella”, concluye el joven Italiano.
Es verdad que Francesco y María lejos están de la expresión acida y egoísta de Mary Lennox, y de la personalidad mimada, dominante e hipocondriaca de Colin Craven, protagonistas del Jardín secreto. Pero lo cierto es que si pensamos a cosas bellas y nos interesamos por quienes nos rodean con afecto, nuestra vida se convierte en una cosa maravillosa, tal como sucede en la novela de Burnett.
¿Qué te pareció este artículo? Deja tu opinión: