En esta entrevista la psicóloga Mercedes Vallenilla revela su experiencia como psicóloga virtual, explica como es el acompañamiento psicoespiritual a través de la red virtual católica, clarifica la relación entre psicología y la fe cristiana y recalca la importancia de sanar las heridas internas para vivir en plenitud la vida cristiana.
Mercedes Vallenilla, es psicóloga, conferencista, blogger, autora de 4 libros sobre psicología y espiritualidad cristiana y candidata a Doctora. Por más de 30 años trabajó en obras sociales y apostólicas al servicio de la iglesia católica. Es fundadora de Psicología Católica Integral que en el año 2012 inició como un blog, hoy es un Centro Virtual de Acompañamiento . Desde su despacho virtual atiende a pacientes de diferentes partes del mundo. Nació en Caracas (Venezuela), es mexicana por naturalización y actualmente vive en Cancún, México.
Ha inspirado su trabajo como una misión y vocación. Gracias al Centro Virtual de Acompañamiento este servicio ha conseguido escalar a una Organización de Acompañamiento Psicoespiritual llamada Intercath Psycology dirigida a todos los católicos del mundo. Desde aquí desarrolla una propuesta de atención psicológica y acompañamiento espiritual, que cimentando su base en la dignidad y concepción integral de la persona humana, ayuda a las personas a “sanar las heridas afectivas”.
Woman Essentia.- Háblanos de la Organización que presides Intercath Psychology ¿En qué consiste? ¿Para qué sirve?
Mercedes Vallenilla.- Intercath Psychology es una comunidad virtual de católicos, una red de psicólogos y un acompañamiento psicoespiritual.
Es un acompañamiento de manera virtual a través de una plataforma digital de servicios: lo que se ve es una pagina web, pero está sostenida por dos plataformas que se han desarrollado con una inversión tecnológica importante y procesos de gestión automatizados: organización de agenda, de psicólogos, cobranzas, seguimiento a los pacientes. En medio de esta dos plataformas está la landing page de reclutamiento y selección.
El servicio esta dirigido a los católicos del mundo. La marca esta diseñada por jóvenes, estoy rodeada de ellos, el 70% de mis pacientes son millennials y me encanta porque podemos hacer toda una labor preventiva importante. Estamos abiertos para recibir a todas las personas que lo soliciten y nosotros los vamos ayudar, ya que esta es la actitud coherente con nuestra fe, pero quien acude a nosotros deben saber que seremos fieles a nuestro sistema de creencias cristianas.
WE.- ¿Cómo ha sido la respuesta a este proyecto?
MV.- Este proyecto no es una idea que surgió en un día. Esto es una inspiración espiritual. Mi camino y trayectoria personal ha llevado a esto. Hace 10 años creé Psicología Católica Integral, en medio de incomprensiones, discriminación e insultos, parece mentira pero los críticos más aferimos son miembros de nuestra propia Iglesia. Hoy la respuesta ha sido maravillosa. Los resultados, a una semana del lanzamiento de Intercath Psychology, es la que yo había considerado en dos meses de existencia.
Han participado en el proceso de selección un considerable número de psicólogos de los cuales pudimos elegir a un primero grupo, con los mejores perfiles profesionales y con experiencia eclesial. Provienen de 22 países alrededor del mundo. Al cabo de pocos meses tuvimos que pausar la convocatoria dada la demanda de aplicaciones. El sistema de selección se efectúa en la pagina intercath.org en la sección dedicada a psicólogos. Ahí también es posible consultar los requisitos que evidencian la necesidad, por parte del candidato, de una formación teórica y práctica profunda de la fe cristiana; por ejemplo hay un requisito que salta a la vista y es la solicitud de una carta de referencia eclesial, porque a nosotros nos interesa esta opinión.
WE.- ¿Qué tiene que ver la psicología con la vida cristiana?
MV.-La psicología tiene todo que ver con la vida cristiana. Tengo 30 años ejerciendo como psicóloga en este contexto, porque esta es mi vocación ser cristiana. Durante este tiempo he atendiendo a personas que viven una vida espiritual. He asesorado numerosos miembros de institutos religiosos. Un error que cometemos con mucha frecuencia los creyentes ante situaciones humanas, es saltar inmediatamente a lo espiritual “espiritualizando”.
Cuando no se han tratado previamente las heridas que nos fragmentan y damos el salto a lo espiritual, fracturamos la antropología humana es decir quebrantamos la unidad cuerpo, mente y alma. Olvidamos, con mucha frecuencia, que la función de la fe no es resolver problemas humanos sino más bien nutrir nuestra relación con Dios y ayudarnos a aceptar las verdades por él reveladas para resolver los problemas existenciales que tienen solución radical y profunda desde una relación con Dios.
La psicología tiene que ver con la vida cristiana porque primero tenemos que ser hombres para luego poder aspirar a la santidad, este trabajo se da al unísono, por lo tanto tenemos que aprender a gestionar nuestra base antropológica: aprender conectar con ese ser hombres y gestionar nuestras necesidades corporales, afectiva y cognitivas.
La psicología tiene que ver con la vida cristiana porque primero tenemos que ser hombres para luego poder aspirar a la santidad, este trabajo se da al unísono, por lo tanto tenemos que aprender a gestionar nuestra base antropológica: aprender conectar con ese ser hombres y gestionar nuestras necesidades corporales, afectiva y cognitivas.
Hay un elemento clave en la doctrina cristiana muy importante a considerar y es que la humanidad está marcada por el pecado original, por lo que existen consecuencias muy concretas y dramáticas para la vida de las personas a nivel de sus emociones. Pero también sabemos que podemos recibir la gracia de Dios que tiene un efecto elevador y sana nuestros desequilibrios emocionales.
La psicología esta orientada a gestionar toda esta parte humana para que esta base permita a lo espiritual integrar todo. La psicología desde el humanismo integral nos permite llegar a ese encuentro con nosotros mismos basados en una recta visión del hombre como una unidad psicoespiritual. La capacidad de razonar nos conduce, cuando hemos sanado, a la verdad más importante de todas: somos amados por Dios y estamos llamados a vivir aquí en el amor verdadero y profundo.
WE.- ¿Debería la Iglesia invertir más energías en este campo?
MV.- Totalmente. La exhortación la ha echo ya el Papa Francisco en el documento conclusivo del Sínodo de los Obispos del 2018. En el mes de noviembre 2021, El Video del Papa, habla de esta situación e invita a rezar por las personas que padecen depresión. El Papa pide incluir los elementos psicológicos sobre todo cuando llevan al hombre a la trascendencia. Porque cuando no se desvincula la mirada misericordiosa dentro del proceso terapéutico, la psicología es una gran potencia. Los seglares profesionales en este campo podemos, como lo estamos haciendo nosotros, dar respuestas exponenciales a este problema real de los cristianos de hoy. La pastoral universal ha intentado atenderla.
WE.- ¿Por qué necesitamos curar las heridas internas? ¿Cómo lograr el equilibrio para estar bien y vivir en plenitud la vida cristiana? ¿Cuál es tu experiencia?
MV.- Siendo misionera en Filipinas- con el cardenal Jaime Sin-, me diagnosticaron una enfermedad muy rara, llamada Síndrome de Sheehan. En aquel momento me aseguraron diez años de vida. Entré en una gran crisis y cuando agoté mis recursos espirituales tratando de dar una explicación a la situación, me rompí. Experimenté esa inquietud, muy frecuente entre mis pacientes, ¿Cómo mi fe puede ayudarme a resolver un problema?
El termino “heridas emocionales” es un termino que usamos en el contexto de la Iglesia, no en la ciencia. Podemos explicar el origen de la heridas desde dos perspectivas científicas. La primera desde el modelo diatésis-estrés y la segunda desde el modelo biopsicosocial. La primera se presenta ante un acontecimiento, como en mi caso, cuando de una situación de plenitud se pasa a una caída profunda llena de dolor. La segunda causa llega por factores de tipo biológico, psicológico o social. Puede expresarse en forma de síntomas que ocasionan desorganización interna disfuncional en la persona impidiéndole la felicidad y plenitud de vida. Cuando pasa el tiempo y no se atienden esas heridas, se pueden crear lo que desde la ciencia llamamos Trastornos. La mente se enferma causando un gran dolor y desintegración de la personalidad. Cuando una persona esta fragmentada no puede ser feliz.
Y la realidad es que estamos llamados a ser felices incluso aquí en esta tierra. Para nosotros los cristianos la certeza de que Jesús resucitó, con incluso sus heridas físicas sanadas, es todo un mensaje de esperanza que nos dice que es posible resucitar y sanar las nuestras ya aquí en esta tierra. Este es el mensaje que busco trasmitir con mis colaboradores a través del servicio en Intercath Psychology.
Las heridas más comunes, dichas en lenguaje coloquial, que presentan mis pacientes están relacionadas con el abandono y el rechazo. La causa de esto es la ausencia o el excesivo control parental y/o una presencia que no generan vínculos. Los jóvenes de hoy están creciendo con una herida afectiva. Una inmadurez afectiva que lleva a refugiarse en lugares donde no está la felicidad generando serios trastornos. Sabemos que el termómetro de la madurez humana es la afectividad.
Las heridas más comunes, dichas en lenguaje coloquial, que presentan mis pacientes están relacionadas con el abandono y el rechazo. La causa de esto es la ausencia o el excesivo control parental y/o una presencia que no generan vínculos. Los jóvenes de hoy están creciendo con una herida afectiva. Una inmadurez afectiva que lleva a refugiarse en lugares donde no está la felicidad generando serios trastornos. Sabemos que el termómetro de la madurez humana es la afectividad.
WE.- Acudir al psicólogo está dejando de ser un tabú especialmente entre los jóvenes. Sin embargo, entre los cristianos, todavía no está muy claro cuándo pedir ayuda al psicólogo y cuándo al director espiritual…
MV.- Hay mucha historia de la iglesia y de la ciencia detrás de este tema que ahora no trataremos, solo mencionar que con Freud, quien afirmó “la causa de las histerias y las neurosis es la religión” de ahí se creo un divorcio histórico entre la ciencia y la fe. A ello se sumó el descubrimiento del método científico donde comenzaron los inventos como las vacunas que sanaban enfermedades y el hombre comenzó a disminuir su indigencia; es decir su capacidad de solucionar sus problemas cortando su dependencia o vínculo con Dios. A ello lo llamamos que el hombre se vuelve antropocéntrico. Se gesta por tanto un rechazo a todo lo “viejo”, obviamente abriéndose un divorcio entre fe y vida psicológica. En la actualidad se está notando un cambio de paradigma en la ciencia, se está incorporando el elemento espiritual al modelo biopsicosocial pues el hombre esta regresando a las raíces de donde nunca debió irse, esta comenzando a ver a Dios de nuevo. En este sentido encuadraré la respuesta.
Los jóvenes quieren que les hables directo. Si hay claridad y lógica responden maravillosamente aunque sea dolorosa la realidad. Creo que por esto yo estoy rodeada de jóvenes porque no dulcifico ni suavizo durante la terapia de acompañamiento, como comúnmente se dice, no les “doro la píldora”.
¿Cuándo ir al psicólogo? Cuando eres semiconsciente que hay en ti síntomas que te hacen sentir mal y no te permiten ser feliz. Cuando no puedes controlar tus impulsos, cuando sabes que no estás actuando como quieres, cuando estas desorganizado emocionalmente son algunas de las pautas que señalan el momento de acudir a un psicólogo porque todo esto son señales de que los propios recursos no son suficientes.
Hay situaciones, como por ejemplo la muerte de un ser querido, donde la persona debe responder a ese evento doloroso y presenta desajustes emocionales pero que con el tiempo puede superar, aquí no necesita del psicólogo. Si después de un año y medio del acontecimiento la situación no se resuelve y la persona no logra ser funcional de nuevo, entonces es momento de buscar ayuda psicológica. La situación suele manifestarse con la expresión “es que no sé qué tengo”.
WE.- ¿Cuál es el modelo de acompañamiento, las herramientas psicológicas y espirituales por las que tu has optado y ofreces en tu consultorio virtual?
MV.-Considero todo como inspiración del Espíritu Santo, algo que se ha fraguado por más de 30 años de experiencia de vida, oración y estudio. La metodología que uso en este modelo de acompañamiento es eficaz porque lo he probado por más de 11 años en mi consultorio sin importar que el problema sea existencial, subclínico o clínico . Yo respeto mucho a colegas que han precedido el esfuerzo por unir ciencia y fe, es decir la psicoespiritualidad. El modelo en estos momentos ya tiene una consistencia teórica, una metodología de abordaje y un método con sus fases y competencias. Estoy en el doctorado para poder heredar todo este Modelo psicoespiritual a otros colegas a través de una Escuela de Psicólogos Católicos.
Ahora bien, dado que no me doy a basto con las solicitudes de ayuda quise dar respuesta a la necesidad apremiante de los creyentes de recibir un acompañamiento integrando el sistema de creencias cristiano. Por eso funde Intercath Psychology. Los principios que sostienen nuestro trabajo privilegian la orientación humanista personalista donde se considera a la persona en una unidad substancial de mente, cuerpo y alma conformado por cuatro dimensiones como son la cognitiva, afectiva, espiritual y corporal dentro de un entorno familiar y social.
Se reconoce el papel educativo de la familia cristiana reconociéndola como el proyecto más maravilloso dispuesto por Dios para el hombre, como un lugar dónde se forma o se deforma al ser humano, el lugar donde se forma el apego seguro y como la base de la sociedad.
Se reconoce el papel educativo de la familia cristiana reconociéndola como el proyecto más maravilloso dispuesto por Dios para el hombre, como un lugar dónde se forma o se deforma al ser humano, el lugar donde se forma el apego seguro y como la base de la sociedad. Adoptamos la visión del hombre en trascendencia que lleva a la búsqueda de la verdad. Nos centramos en una teología equilibrada según el catecismo y el magisterio de la iglesia católica. Nuestra misión como psicólogos la aceptamos por amor a Dios como una vocación cristiana de servicio.
WE.- ¿Cómo se da el salto de lo psicológico a lo espiritual?
MV.-No es un salto, es un camino gradual. ¿Cómo hacerlo?, pienso que es un don el tratar el trastorno y guiar a la persona hacia la experiencia de la relación con Dios. Cuando vas atendiendo las distorsiones de la mente la persona comienza a experimentarse amada y reconoce entonces al Dios de amor de su vida que nunca se fue sino más bien lo sostuvo.
WE.- Puedes hacerlo porque has hecho la experiencia de Dios ¿Los demás psicólogos trabajan así?
MV.-Pues mira, te respondo desde la experiencia. Cuando lanzamos Intercath Psychology e iniciamos el reclutamiento de los psicólogos, me encontré con profesionistas que sentían en su corazón lo mismo que yo he sentido durante todo este tiempo, es decir un grande deseo de cambiar el mundo y de llevar la misericordia a los corazones de las personas. Ha sido impresionante ver como Dios fue trabajando en los corazones de tantos profesionales alrededor del mundo que se sentían solos en su deseo de acompañar a sus hermanos en la fe pero desde nuestro sistema de creencias cristianas y a la vez nuestro mayor tesoro que es la fe.
Mi deseo es abrir una escuela de psicólogos. Por eso estoy en el doctorado para heredar además el Modelo de acompañamiento que me ha sido dado como don.
WE.- Tres cosas que desearías que los pacientes supieran antes de comenzar una terapia
MV.- Lo primero es que no importa dónde se encuentre, ni qué tan grande o pequeño es su problema. Nosotros lo vamos acompañar. Lo segundo que que descarten la desesperanza aprendida convencidos que nada ni nadie puede cambiar su situación esto no es cierto. Lo tercero recordar que la resurrección existe y Dios es capaz de sanar y salvar todo. Por eso Jesús al resucitar nos mostró con su cuerpo sus heridas sanadas, porque entre muchas otras cosas quería decirnos qué sanar es posible para quien se deja ayudar y además confía en su poder. Nosotros los Psicólogos Católicos somos el “rostro humano de la misericordia divina” a través de nuestra profesión se trasmitirá esa gracia que sana.
Mercedes, muchas gracias por la misión que traes entre manos echa con amor, profesionalidad y servicio.
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