Si el pequeño Milad escribiera una carta a Sus Majestades de Oriente, seguro que no incluiría una videoconsola, ni el último modelo de la muñeca Nancy, ni la camiseta oficial de su equipo favorito en el Mundial de Fútbol. Milad y el resto de niños cristianos de Siria pertenecen a una generación que no sabe qué es vivir en paz. Nacieron y están creciendo entre bombas, y con una precariedad nunca antes vivida en sus hogares.
«Mi padre está enfermo y no puede volver a trabajar. Mi madre gana algo de dinero trabajando, pero apenas le da lo que gana para hacer frente al tratamiento médico que necesita mi padre, porque también tiene que pensar en dar comida a la familia», nos explica el pequeño Milad, desde Damasco. En su carta a los Reyes Magos, Milad pediría la paz para su país, salud para sus padres y lo mínimo para sobrevivir en este duro invierno.
Por eso la Iglesia católica en Siria nos clama ayuda para financiar ropa de abrigo, zapatos, comida y medicinas para los niños y sus familias. En concreto las religiosas de Jesús María en Damasco nos dicen: «Os pedimos ayuda para conseguir ropa de abrigo para 30.000 niños, para que puedan abrigarse y para que tengan algo por lo que alegrarse en estas fechas».
¿Y si este año entre todos pedimos a los Reyes que hagan parada en Siria? ¿Y si incluyes en tu carta a los tres Magos, estos «regalos» para Milad y sus amigos?
Tú puedes hacer posible que los niños cristianos de Siria y sus padres recobren la ilusión. Con tu donativo, tú serás su Rey Mago.
La supervivencia de los cristianos en Siria depende de ti. No les olvides.
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