Nuestros padres nos dieron la vida. Por lo menos la propiciaron. Nuestra madre nos tuvo en su vientre durante varios meses haciendo de ese refugio un lugar de calor, alimento y vida. Es posible que no fueran los mejores padres del mundo pero son nuestros padres, y como la mayoría de los padres lucharon durante toda su vida para criarnos y educarnos con amor, procurando abnegadamente el bienestar nuestro. Solo sería normal entonces que nos sintiéramos profundamente agradecidos por todo lo que hicieron por nosotros, por sus noches sin dormir, por sus sacrificios, sus esfuerzos diarios y sufrimientos no siempre contados ni tenidos en cuenta, algo que a menudo no llega a comprenderse plenamente hasta que uno mismo llega a ser adulto y tiene que pasar por lo mismo que ellos pasaron.
La gratitud, el respeto y el cariño natural hacia nuestros padres nos debería impeler a cuidar de ellos al llegar a su vejez, período de sus vidas en que más lo necesitan. La debilidad física y los problemas de salud hace que tengan la necesidad de todo nuestro apoyo, una oportunidad de oro para devolverles todo el cariño y abnegación que ellos ya nos mostraron antes, hipotecando buena parte de sus vidas. Sin embargo, hay que ser realistas y reconocer que la gratitud y el respeto no siempre se muestran, tal y como se reconoce en los siguientes informes:
El jueves 15 de junio se conmemora el Día de Toma de Conciencia del Abuso y el Maltrato en la Vejez, para concienciar y visibilizar estos malos tratos que sufren las personas mayores con el fin de acabar con ellos. En este sentido, Cruz Roja (@CruzRojaEsp) explica que cuando decimos frases como «déjame hacerlo a mí, tú ya no sabes hacer nada«, «es mejor que no vayas, con tu edad mejor quédate en casa», «no gastes en tonterías, tú ya no necesitas nada nuevo«, «haces el ridículo echándote un novio a tu edad», o «papá, mamá, tú ocúpate de esto que no tienes nada mejor que hacer«, lo que hacemos es subestimar sus capacidades, «y eso, aunque no lo sepas, también es maltrato», han zanjado.
«En el último año, Cruz Roja ha realizado más de 14.000 intervenciones en este ámbito, para la toma de conciencia de este problema y el empoderamiento de los mayores, desde los 196 puntos de atención repartidos en todo el territorio, tal y como señalan en una nota.
Con su proyecto de Buen trato promocionan un trato digno y respetuoso a las personas mayores, así como la protección de este colectivo frente al maltrato, salvaguardando sus derechos y apoyando a quienes sufren o pueden sufrir cualquier tipo de malos tratos. Para lograrlo, intervienen con hombres y mujeres mayores de manera directa, y con la sociedad en general, con el objetivo de «cambiar actitudes y conductas edadistas por un contexto favorable al desarrollo de su potencial y su calidad de vida», explican.
Durante el año 2022, más de 5.000 personas (1.122 hombres y 3.963 mujeres) participaron en este proyecto, que contó también con la colaboración de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y el IMSERSO, que aportaron información de forma directa sobre algunos de los aspectos a tener en cuenta para evitar los malos tratos y cómo denunciarlos si ocurriesen.
«Las personas mayores son de especial relevancia para la sociedad», recuerdan desde Cruz Roja. «Aportan experiencia, sabiduría, visión histórica, y son pilar y nexo de unión de muchas familias. A pesar de ello, son objeto de discriminación, abuso y maltrato por el hecho de ser mayores».
Una de cada seis personas sufre algún tipo de maltrato relacionado con la edad, según la Organización Mundial de la Salud, razón por la cual destacan que se trata de «un problema de primera magnitud en la sociedad.«
Un problema invisibilizado
«La edad avanzada, ser mujer, el aislamiento, la discapacidad o una situación de dependencia, pertenecer a una minoría étnica, racial o religiosa, o estar en situación de privación de libertad, son algunos factores de riesgo para el maltrato, que no solo se refiere a una agresión física, sino que hay diferentes tipos de malos tratos: negligencia, omisión de cuidados, abandono, edadismo, al poner trabas en la participación social o el infantilismo, entre otros. Pueden ser ejercidos tanto por personas de su entorno cercano como por profesionales, e incluso instituciones.
«Tal y como señala Cruz Roja, es necesario «erradicar» esta «problemática invisibilizada» y «concienciar sobre que quien lo sufre, también sufre vergüenza por no tener recursos de apoyo, sienten que son vistos como generadores de costes sociales y sanitarios en lugar de personas activas de pleno derecho», al tiempo que ponen el foco en la falta de información sobre los derechos y la defensa de estos por parte de estas personas.
«Del mismo modo, la concienciación de los perpetradores, que a veces incluso no son conscientes del maltrato que están ejerciendo contra las personas mayores, por ejemplo, cuando subestiman sus capacidades, es de gran importancia para acabar con este problema.
«Cruz Roja lleva a cabo desde el año 2016, con la ayuda de más de 700 personas voluntarias, «formadas, motivadas y organizadas para ello», diferentes actividades para ofrecer información y mejorar la concienciación sobre la importancia del problema en las propias personas mayores, de diferentes formas: a través de grupos de ayuda mutua, con la creación de contenidos o la mejora de las competencias necesarias para prevenir o superar las consecuencias de una posible situación de abuso, negligencia o maltrato».– Revista 65Ymás.com, 15 de junio 2023.
En una línea parecida, Mariana Josefina Rey Galindo, defensora de los derechos humanos y jueza de familia, niñez y género en Tucumán, Argentina, reflexiona en un escrito suyo en los siguientes términos:
«Rompiendo el silencio: Concientización del maltrato a los adultos mayores»
«A propósito del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, el 15 de junio, deseo abordar un tema de crucial importancia que a menudo pasa desapercibido en nuestra sociedad: el maltrato a los adultos mayores. No es posible callar. Tampoco puede quedar invisibilizado. Al contrario, me complace alzar la voz para generar conciencia sobre esta lamentable realidad.
Muchas personas de la tercera edad son víctimas de abuso físico, emocional, financiero y negligencia en sus cuidados, en ocasiones por aquellos en quienes confiaron sus vidas. Este tipo de maltrato es inaceptable y va en contra de los valores fundamentales de nuestra sociedad.
«Es crucial que todos, como profesionales y como seres humanos, nos informemos y nos formemos sobre los signos y síntomas del maltrato a los adultos mayores, y estar atentos a cualquier indicio que pueda sugerir su presencia.
«En Argentina, y a propósito de esta conmemoración, la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema (OVD) publicó un informe sobre la violencia en personas mayores y detalló que durante 2022 se realizaron 1889 consultas. Los números representan un incremento del 15% respecto de 2021. El informe da cuenta de un total de 1899 personas mayores atendidas durante el año pasado (921 denuncias y 978 consultas informativas). En ese período, las denuncias crecieron un 15% respecto a 2021 y las principales víctimas fueron mujeres (78%).
«El informe revela que el 83% de las personas mayores afectadas eran argentinas y la edad promedio de 70 años. El 14% de las afectadas mayores manifestó tener algún tipo de discapacidad. Además, denunciaron violencia 369 migrantes, 38 personas de pueblos originarios y 5 afrodescendientes.
«Principales agresores:
«Más de la mitad de las personas mayores sufrieron maltrato por parte de sus hijos/as, (esta proporción se incrementó entre las afectadas de más de 75 años), seguido por el maltrato de la pareja (21%). Cifras dolorosas. No podemos ser indiferentes. Mañana podríamos estar en el mismo lugar que aquellos.
La propuesta es que, utilicemos nuestros conocimientos para promover cambios significativos en nuestras familias, en nuestros medios, en nuestra sociedad. Fomentemos una cultura de respeto y valoración hacia nuestros mayores. Esto implica escuchar sus voces, promover su participación genuina en la sociedad y proporcionarles los recursos necesarios para disfrutar de una vida digna y plena».
Y aunque es verdad que casi todos los padres han cometido errores en la educación de sus hijos y que debido a diferentes circunstancias no siempre han estado a la altura, un mínimo sentido ético y de solidaridad debería propiciar nuestra compresión y perdón sinceros.
Reflexiones éticas sobre el respeto a las personas mayores
“La compasión funciona desde el anhelo de otra cosa. Padece con los otros porque no acepta como normal la condición humana del sufriente… en el fondo de la compasión late un sentido global de justicia… ante el sufrimiento y la injusticia brota la indignación”. – José María Mardones (1943-2006), doctor en Sociología y Teología, “La autoridad del sufrimiento. Silencio de Dios y preguntas del hombre”, Anthropos, 2004.
“Lo lejos que llegues en la vida dependerá de cuán cariñoso seas con los pequeños, de la compasión que tengas de los mayores, de la solidaridad que manifiestes con los que estén sin fuerzas y de la tolerancia que muestres tanto a débiles como a fuertes. Porque algún día en tu vida tú habrás sido todos ellos«. – George Washington Carver (1864-1943), científico y educador estadounidense.
«Ya sé cuál es el fundamento último de la ética: la compasión«. – Herbert Marcuse (1898-1979) en conversación con su amigo Jurgen Habermas poco antes de su muerte.
«Si no hay compasión, si los demás no nos importan ni forman parte de nuestro proyecto de vida feliz, las cosas no tienen arreglo. Aunque se promulgaran leyes espléndidas, no se cumplirían, porque no es el miedo al castigo lo que guarda la viña, como se echa de ver todos los días, sino la vivencia de la fraternidad». – Adela Cortina, «La política sin ética es ilegítima».
“El problema humano básico es la falta de compasión. Mientras este problema subsista, subsistirán los demás problemas. Si se resuelve, podemos esperar días más felices“. – Dalai Lama (1931).
“La sociedad necesita personas que se ocupen de los ancianos y que sepan cómo ser compasivos y honestos. La sociedad necesita gente que trabaje en los hospitales. La sociedad necesita todo tipo de habilidades que no son sólo cognitivas, son emocionales, son afectivas. No podemos montar la sociedad sobre datos”. – Alvin Toffler (1928-2016), escritor estadounidense autor de “El shock del futuro”.
«Las tres pasiones que han dirigido mi vida han sido: la búsqueda de conocimiento, una compasión insoportable hacia el sufrimiento y el anhelo de amor. Me he dado cuenta de que merece la pena vivirla y la volvería a vivir feliz si me ofreciesen la oportunidad». – Bertrand Russell (1872-1970), filósofo y matemático inglés.
«Es triste y en realidad desearía no tener que decir esto, pero realmente me gustan los seres humanos que han sufrido. Son más compasivos y buenos». – Emma Thompson (1959), actriz británica ganadora de los premios Emmy, Globo de Oro, BAFTA y Óscar.
“Debemos aprender a aceptarnos en el doloroso experimento de vivir. Debemos abrazar la aventura espiritual de volvernos humanos, atravesando las muchas etapas que se encuentran entre el nacimiento y la muerte”. – Johann Baptist Metz (1928), teólogo alemán, autor de “Una teología política”.
Un precedente refrescante
En las Escrituras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento se repite la expresión, «Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que el Señor tu Dios te da”.- Éxodo 20:12.
Sobre el significado de «honor», el Oxford English Dictionary dice que significa «gran respeto, estima, reverencia, algo considerado como una rara oportunidad y que trae orgullo y placer; un privilegio».
También en el Levítico:
«No seas vengativo ni rencoroso con tu propia gente. Ama a tu prójimo, que es como tú mismo» (Levítico 19:18, Dios Habla Hoy, DHH), palabras recogidas también por Jesús de Nazaret:
«Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas».
Un ejemplo bíblico que invita a la reflexión es cuando de pronto una viuda, Noemí, queda desamparada debido a la muerte de su marido y sus dos hijos y de cómo su nuera Rut no permite que de ningún modo se quede sola. Su corazón compasivo le hizo exclamar:
«No me pidas que te deje; ni me ruegues que te abandone. Adonde tú vayas iré, y donde tú vivas viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras moriré, y allí mismo seré enterrada. Que Dios me castigue si te abandono, pues nada podrá separarnos; ¡nada, ni siquiera la muerte!»- Rut 1:16,17, TLA.
Qué gran muestra de bondad y compasión por parte de Rut, ¿verdad?, cuando como ocurre en tantos lugares hoy día, tantas personas mayores son olvidadas, quedando en extrema soledad o recluidas en frías residencias.
Para significar la seriedad e importancia de esa honra y respeto que se debe dar a las personas mayores, también se escribió:
“El ojo que escarnece al padre y desprecia la obediencia a la madre, será arrancado por los cuervos del valle y devorado por los buitres”.- Proverbios 30:17.
«Atiende a tu padre, que te engendró; no desprecies a tu madre cuando sea anciana».-Proverbios 23:22, Dios Habla Hoy (DHH).
«Presta atención a tus padres, pues ellos te dieron la vida; y cuando lleguen a viejos, no los abandones«.- Proverbios 23:22, Traducción en Lenguaje Actual (TLA).
Y el propio Cristo Jesús:
“Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos… Honra a tu padre ya tu madre y ama a tu prójimo como a ti mismo” ( Mateo 19:17,19 ). También dice (Mateo 15:4): “Porque Dios mandó: ‘Honra a tu padre y a tu madre’, y ‘Cualquiera que injurie a su padre o a su madre, ciertamente morirá’».
Pablo de Tarso:
«Hijos, obedezcan a sus padres como agrada al Señor, porque esto es justo. El primer mandamiento que contiene una promesa es éste: «Honra a tu padre y a tu madre, para que seas feliz y vivas una larga vida en la tierra. Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino más bien edúquenlos con la disciplina y la instrucción que quiere el Señor».- Efesios 6:1-4, Dios Habla Hoy (DHH).
Y el discípulo Santiago, poniendo el dedo en la llaga de lo que es la verdadera religión:
«La religión pura y sin mancha delante de Dios el Padre es ésta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y no mancharse con la maldad del mundo».- Santiago 1:27, Dios Habla Hoy (DHH).
Y el apóstol Juan, cuando era ya mayor, escribiría:
«Si alguien tiene suficiente dinero para vivir bien y ve a un hermano en necesidad pero no le muestra compasión, ¿cómo puede estar el amor de Dios en esa persona? Queridos hijos, que nuestro amor no quede solo en palabras; mostremos la verdad por medio de nuestras acciones«.- 1 Juan 3:17, 18, Nueva Traducción Viviente (NTV).
«Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto«.- 1 Juan 4:20, La Biblia en Lenguaje Actual (LBLA).
Aprovechamiento de la sabiduría y experiencia de los padres
En muchas sociedades antiguas como era el caso del antiguo Israel, a los ancianos se les respetaba profundamente; se consideraba que la experiencia de la vida concedía un valor añadido y un profundo bagaje en sabiduría. Por eso se escribió, «La canicie es corona de hermosura cuando se halla en el camino de la justicia» (Proverbios 16.31, TNM). De hecho, toda ciudad en Israel tenía a personas de edad como cuerpo de jueces para zanjar cuestiones de justicia. Y en la iglesia primitiva se pedía consejo a los ancianos en edad y experiencia cuando surgían cuestiones sobre el modo apropiado de vivir. «Anciano» aquí no era un simple nombramiento oficial, sino alguien al que de modo natural se acudía para pedir consejo debido a su sabiduría, algo que solo la experiencia de la vida podía dar. Los mayores seguían siendo muy útiles a la sociedad a pesar de los achaques que pudieran tener debido a la edad. Pero además una cosa es segura: se les honraba y respetaba por lo que eran como personas, y si alguien tenía necesidad material o de ser atendido por razones de salud, la compasión y el amor movía tanto a familiares cercanos como a la comunidad entera a ser solidarios. Una gran lección para tener en cuenta hoy día.
No puede desaprovecharse tampoco la sabiduría y experiencia de las personas de más edad en el mundo laboral, tal y como han percibido muchos analistas. Porque quizá sea verdad que muchos jóvenes están bien preparados académicamente, pero la falta de experiencia laboral hace que a menudo cometan serios errores. Por eso es frecuente que se prefiera que haya una estrecha colaboración entre ellos y los profesionales de más edad. En realidad eso ha significado todo un acierto a la hora de lograr una mayor productividad y alcanzar buenos objetivos. Pero también es una forma de honrar y mostrar respeto a quienes han luchado por la excelencia profesional durante toda su vida.
Hacerse mayor es sólo un hecho biológico por el que todos pasamos, una cuestión de tiempo. Sin embargo la persona es la misma siempre y también mucho más, ya que posee el valor añadido de la experiencia y sabiduría acumuladas a lo largo de su trayectoria vital. Sólo por eso, un mínimo sentido ético y de justicia se impone: aprecio sincero y que merezcan de nuestra parte todo el honor, dignidad y respeto.
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