El mejor maestro de Educación Primaria de España entiende que, tan importante es enseñar al alumno a leer y escribir como a que sepan qué supone ser solidario o generoso y que de un modo práctico lo interioricen.
Paco Pascual Soler nació en Cocentaina (Alicante) el 18 de julio de 1979. Su oficio principal es el diseño y confección de trajes de moros y cristianos; él es el máximo responsable de la creación. Aunque cuando era más joven quería ser preparador físico, estudió maestro de Educación Física y logró combinar ambos trabajos. De esto desde ya hace 23 años. Recalca que la profesión de maestro lo buscó a él, aunque al final se enamoró. “Me gusta la Educación porque puedes tocar el corazón de las personitas que tienes delante”, afirma.
Actualmente se encuentra en excedencia por un proyecto, iniciado en julio del pasado año, para llevar la filosofía Aprendizaje-Servicio (ApS) a la ciudad de Saint Louis, en Senegal. Cuando no va a Senegal y está en casa, diseña actividades y proyectos futuros y paralelamente, lleva a cabo cursos de formación u ofrece charlas en universidades.
Dentro de los cinco años que tiene de excedencia puede retornar a las aulas, sus alumnos están deseosos, pero él todavía no tiene clara una fecha.
Proyectos de Aprendizaje-Servicio
Habla, además con orgullo de otros cuatro proyectos realizados por el Colegio San Roque de Alcoi, premiados a nivel nacional: CAMINEM JUNTS, por los niños con cáncer; “GRILLONS PER AL RECORD” (“Grilletes para el recuerdo”): colegio, prisión y Alzheimer; S.O.S Mariola a favor de un espacio protegido y, DÓNA’M LA MÀ (Dame la mano) para ayudar a mujeres inmigrantes.
Pascual obtuvo el reconocimiento a Mejor Docente de España en los VII Premios EDUCA ABANCA a los mejores docentes de 2023 (en 2022 quedó segundo) tras presentarlo a él las familias de su última promoción, indicativo del buen hacer como docente y persona. Indica ver a sus alumnos como sus propios hijos y eso ha calado hondo. “El mejor premio es entender que están contentos con mi trabajo”, destaca.
Woman Essentia.- ¿Recuerda cuáles eran sus sueños de niño? ¿Se han cumplido algunos a día de hoy?
Paco Pascual.- Al cincuenta por ciento. Mi sueño era ser futbolista y aprender a diseñar y confeccionar trajes de Moros y Cristianos. Dejé el fútbol por una lesión grave (rotura total del cuádriceps) y llegué a entrenar en Tercera División. A día de hoy soy CEO de Ropería Ximo, empresa familiar con 50 años de antigüedad y soy el responsable del ámbito creativo de todos los diseños morocristianos.
Dar y recibir en la enseñanza
W.E.- ¿De qué se siente más orgulloso como profesor?
P.P.- De haber sido yo mismo dentro del aula y de haber llevado a la acción real los valores católicos del ideario de mi escuela. También, de haber despertado alguna vocación de mi alumnado y que estos la hayan elegido como camino universitario. Asimismo, causar buenas sensaciones entre los chicos. Por último, de haber guiado a varias promociones de alumnos a conseguir mejorar la sociedad con su ejemplo y trabajo. Todo esto ha desembocado en los cuatro premios mencionados.
W.E.- ¿Es más importante que aprender a leer o multiplicar, enseñar a los niños valores y herramientas para poder resolver cuando sean adolescentes e incluso adultos?
P.P.- Pienso que hay que combinar ambas cosas. Enseñando a leer o multiplicar, es decir, cumpliendo con la Ley de Educación, hay que inculcarles los valores. Esto nos lo brinda la metodología pedagógica ApS, de la cual me declaro adicto y prendado.
W.E.- La ayuda, el respeto a la diversidad, el perdón, la solidaridad…, ¿cuál es la mejor forma de que el niño lo interiorice en las aulas y en casa?
P.P.- Hay que huir de tópicos y clases teóricas. Esto se aprende entrando en acción y realizándolo de manera real. Por ejemplo, en “Grillons per al record”, 2019, aprendieron el valor del perdón, las segundas oportunidades, la dignidad de las personas, etc, fomentando la lectura a los internos de la cárcel de Fontcalent con tertulias en el propio colegio.
La evaluación del alumno
W.E.- ¿Cuán cree que es necesario desde la escuela ayudar a descubrir y potenciar aquello que el niño hace mejor y le gusta?
P.P.- Muy necesario es educar de manera íntegra a cada alumnado potenciando sus cualidades en todas las disciplinas y campos del arte, la cultura, la ciencia o la tecnología. Tengo alumnos estudiando Medicina, Biología, Magisterio o Educación Social, por el impacto que los proyectos tuvieron sobre ellos.
W.E.- ¿Es bueno hablar favorablemente del error con los menores?
P.P.- La reflexión sobre los errores no es otra cosa que lo que hoy se entiende como evaluación formativa: pensar a cada paso del camino para reorientar, si cabe, la dirección. Una evaluación que solo se centra en obtener una nota, sin reflexionar sobre aquello que no ha resultado como esperábamos o sobre los errores cometidos, no sirve para avanzar en el proceso de aprendizaje.
El desarrollo integral del niño
W.E.- ¿Qué considera usted que es lo más importante que un profesor debe enseñar en la etapa de Primaria?
P.P.- Hay que trabajar los contenidos que establecen las leyes de educación, pero no de forma exclusiva y descontextualizada. El alumnado debe movilizar esos saberes en la resolución de retos (servicio a la sociedad) para que así tomen un sentido real y motivador. Si no lo hacemos así, estaremos incumpliendo las mismas leyes educativas, que hoy en día establecen un enfoque por competencias, donde la adquisición de contenidos no es el fin último ni exclusivo del proceso de aprendizaje, sino el desarrollo integral de la persona y su preparación para la incorporación a la vida como ciudadano crítico, activo, solidario y comprometido.
Por ejemplo, cuando les propuse aprender ‘La canción del pirata de Espronceda’, una alumna me preguntó por qué había que aprenderla, que era muy larga. Le contesté con los tres puntos mágicos: primero, porque me obliga la ley; segundo, porque cuando seas mayor tienes que ser culta; y tercero, porque la semana que viene nos vamos a disfrazar de piratas para ir a una residencia a alegrar a los ancianos. De esta manera la motivación del alumnado se multiplica y la escuela cobra sentido vital.
Sentirse queridos y bien
W.E.- ¿Es bueno “compensar” con regalos a los niños por un trabajo bien hecho a lo largo del curso?
P.P.- Aunque a corto plazo funciona bien, opino que no hay que premiar aquello que tienes que hacer por obligación. Los regalos tienen que venir por añadidura. Siempre lo he visto como doping escolar. Aunque he de reconocer haberlo utilizado alguna vez, ha sido de manera residual. El mejor premio te lo devuelve la vida y ese sí que es permanente.
W.E.- ¿Cómo lograr que el niño esté motivado, que vaya con ilusión al colegio y con la sensación de que está haciendo algo de valor?
P.P.- La fórmula es muy sencilla: cederle el máximo protagonismo y ponerlo en el centro del aprendizaje. Aunque, lo que realmente marca la diferencia es el trato que el maestro tiene con ellos. Han de sentirse queridos y felices. Por eso, para mí, es muy importante el sentido del humor. Considero que un niño no debe estar ni un solo día sin sonreír. Entonces, la complicidad entre maestro y alumno es la llave mágica.
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