“En la postura que finalmente asumía, aún en medio del dolor, había esa firmeza y flexibilidad que hacen que un cuerpo humano pueda ser calificado de hermoso”
Este libro, más allá de ser recomendable para todos aquellos profesionales relacionados con la medicina, es un libro de enseñanza de vida, a la vez que muy actual.
Africa Sendino es una doctora a la que se le diagnostica un cáncer de mama terminal. Lejos de amilanarse al conocer claramente todo el proceso que tenía por delante, de forma humilde, se pone en manos de compañeros profesionales, a la vez que acepta de un modo sorprendentemente envidiable su enfermedad, y por tanto el final que consecuentemente traerá .
La propia protagonista fue quien empezó a escribir el libro, animada por otros enfermos, que la demandaban como ejemplo de dignidad ante el sufrimiento. No sólo era su aceptación, sino la forma de hacerlo, tanto física como espiritualmente, lo que causaba admiración y nuevo enfoque, tanto de la propia enfermedad, como en la visión del enfermo. Esta realidad influye de manera extraordinaria en el capellán del hospital.
“Había acudido para ayudar a una enferma, pero era esa enferma en cambio, quien me iba a ayudar a mi”.
Africa Sendino murió antes de terminar el libro tristemente, pero fue retomado y terminado por su autor final, Pablo d’Ors para que su ejemplo y testimonio nos hicieran reflexionar ante los avatares de la vida, que no tienen que ser sólo una enfermedad.
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