La noticia de que dos tercios de la población mundial vivirá en las ciudades para el año 2030 es una de las previsiones más importantes de la UE. Si además tenemos en cuenta que la cifra estimada de población será de 8.600 millones de habitantes (1.000 millones más que en el momento actual), las luces rojas de aviso respecto a la necesidad de anticiparnos a los problemas que puedan surgir, deberían estar parpadeando y sonar las sirenas de alarma.
Si queremos ciudades realmente saludables (Smart healthy Citizens), no sólo modernas, donde el ser humano se desarrolle de forma natural corrigiendo los problemas que ya se empiezan a detectar, es necesario que haya programas educativos para crear, no sólo esa conciencia, sino corregir los problemas que ya se detectan.
Esto es precisamente la línea que está poniendo en marcha Sheila Romera, a través de grandes proyectos como Smart schools con gran éxito, el conocido Observatorio educativo Educaopi 3.0, y ahora dirigiendo el Programa Smart Healthy Citizen que tanto interés está ya suscitando entre los expertos.
Sheila Romera Aznar ha sabido anticiparse a esto y con una gran visión de futuro, ha conseguido, desde su amplia experiencia educativa, unir estos dos aspectos para poder ofrecer un futuro mejor a nuestros niños. Con sus más de 10 años de experiencia educativa, dio un paso más allá de enseñanza hacia la aventura de emprender, poniendo en marcha un programa muy comprometido cuyo hilo conductor es la educación y la salud, con el ánimo de poder colaborar para hacer una sociedad mejor que ayude a millones de niños.
Eventos del mundo de Smart City, educación y liderazgo, no han dejado de querer contar con la visión de Romera: Congreso Ciudades Inteligentes, Congreso Internacional Innovación CITEI, Semana Educación Ifema Madrid, SIMO 2018, Edutendencias UAM, Innovaedum ,Smart Conversations en Microsoft…
Su preocupación por la infancia y el futuro la llevó a indagar otros campos, siendo en la actualidad la Directora de innovación de un Programa que se presentará el próximo 20 de septiembre en Córdoba, primera provincia europea elegida para su primera actuación, con la pretensión de extenderse a modo de red.
Sheila es la directora de innovación en Smart Healthy Citizen (SHC) impulsado por Pharmex y de su primer Comité S.H.C., un programa de aprendizaje permanente para todos los que forman parte de la comunidad, ayudando a crear una sociedad más saludable, así como de sus ciudadanos, actuando a través de un eje educativo, para la promoción saludable del futuro Smart citizen.
A su labor docente se añade su experiencia como experta en innovación y Smart education, es miembro experto colaborador en la iniciativa U4SSC de Naciones Unidas, y dirige El Observatorio de innovación educativa de Murcia.
Avalado por la iniciativa “Córdoba Salud” (Formado por la Universidad de Córdoba, así como el Colegio de Médicos y de Farmacéuticos), como citamos, con el apoyo de los laboratorios Pharmex .
Este programa cuenta con el respaldo de Naciones Unidas, dentro de la iniciativa U4SSC, circusntancia nada habitual en los proyectos españoles, y que supimos recientemente en el proceso de entrevistar a Romera, pionero en España y con sello europeo y humanístico.
WE.- ¿En qué momento de tu trayectoria profesional sientes la necesidad de dar un paso más? ¿Cómo surge esta visión?
Pues paulatinamente, lo cierto es que durante más de 12 años mi trayectoria siempre ha estado marcada como dices, por la educación, tanto como profesora en la enseñanza pública, que me ha ayudado a ver los problemas reales del aula, como en formar al profesorado, así como en la investigación. Además en contacto continuo con la Comunidad Educativa desde el Observatorio regional de innovación Educaopi.
Seguí especializándome en temas de innovación, en tecnologías aplicadas a educación y logrando avances, como una metodología multidisciplinar en el mundo Smart City. Fruto de lo cual nacieron proyectos con una metodología sólida para todos los centros como es Smart Schools 3.0 . A medida que avanzaba, era consciente de las necesidades de rediseñar nuestros ecosistemas de aprendizaje, los influjos de la era digital, los reales problemas de la infancia en salud.
Pero bien es cierto, que me faltaba un eslabón muy importante: el de la visión desde otros ámbitos que no vemos cuando estamos inmersos en uno. Lo que el presidente de la compañía que me impulsó le llamaba “visión global, perspectiva”. Me faltaba mirar más allá.
Y así, el salto definitivo, no fue apenas mérito mío, sino que al tomar contacto con el mundo de la salud e interactuar con personas que trabajan en esa línea, pude ver que mi carrera podría paso más, hacia desafíos globales.
WE.- Eres fundadora del proyecto de investigación Human Blockchain, ¿podrías explicarnos en que consiste y como llevas a cabo esa labor de investigación?
Hoy, lugares como Nueva York, Tokio y Dubai son centros de innovación y progreso humano. Los proyectos urbanos en todo el mundo están superando los límites de la ingeniería, el diseño y la arquitectura. En cambio las ciudades carecen de una red global establecida de la que puedan aprender unos a otros y compartir las mejores prácticas. Cadenas de colaboraciones y datos, permitirían de modo inteligente beneficiarse para colaborar mejor en soluciones para adaptarse a los entornos locales. De modo que se impulse la cohesión de la zona y su economía a través de la educación.
Y por ello es una necesidad trabajar en esta línea, ya que una vez creado el primer ordenador de Inteligencia Artificial, con 20 mil millones de neuronas (misma capacidad de cálculo que el cerebro humano), en 50 años los humanos tendrán que lidiar con IA en todos los ámbitos, así que cuando eso suceda, es importante que nuestros objetivos estén alineados y capaces de compartir y aprender de los retos de SXXI.
Pues de esto trata human blockchain, de una cadena hecha y datos abiertos, por y para el ciudadano, como servició de una Smart City, de modo que pueda haber redes y nodos entre distintos ámbitos de ese territorio para difusión de ideas y soluciones que pasen por la educación, la salud y la tecnología.
WE.- Vemos que actualmente tienes grandes apoyos, pero siempre hay alguien que es el primero en confiar y te hace salir del anonimato, de que sea una idea y ayude a que se lleva cabo. ¿Hay alguien que compartiera esa visión de adelantarse a dar soluciones a estos problemas?.
Por supuesto, muchas personas han confiado incluso impulsado mis actuaciones, pero quizá el punto de inflexión para el programa fue conocer al equipo de Pharmex un ejemplo de innovación y colaboración, referente ahora europeo y su CEO Juan Carlos Santé, que es un gran visionario, y tiene una idea de compromiso con la salud y la innovación. E impulsó muchas de mis ideas, apostando fuertemente por esa visión, ha habido a lo largo de mi trayectoria, grandes profesionales o mentores de los que se debe aprender.
Así que me impulsaron y ayudaron a entender el término “visión compartida”, que quiere decir, cómo tras examinar y analizar cada ámbito, cada interés, cada dato, todos, deben hallar un motivo para luchar por lo mismo: el niño. Por tanto sin las personas que me rodean o impulsan, nada de este programa tan ambicioso sería posible.
Parte de nuestro trabajo nace de deficiencias y necesidades reales en el contexto sanitario, educativo y ciudadano. Mayor cronicidad, estilos de vida poco saludables, el envejecimiento, la obesidad: alrededor de un 40% de los pequeños, una cifra que solo supera Chipre. Deficiencias educativas y mal uso de TICs, fallos del 40 % de los Eps planes de salud. Por lo tanto el equipo de Pharmex se adelanta a su tiempo junto con el tan importantes como la salud, usen la educación como fibra de una nueva conexión.
WE.- El diseño de las ciudades es una de las principales preocupaciones en la actualidad, que hagan la vida más cómoda, ofrezcan las mayores posibilidades en varios sentidos, transporte, energía, ocio, educación… ¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan las ciudades del futuro?
Multitud son los retos a los que se enfrentan las Smart cities del futuro: su transformación y brecha digital, protección de datos, la integración de infraestructuras eficientes, agua, movilidad, servicios…
Las ciudades inteligentes tienen la promesa de hacer que las áreas urbanas sean más eficientes, más seguras y tecnológicas, pero deben ser educadas y conscientes de la salud. Debido a los graves problemas reales que acechan a la población.
Las ciudades inteligentes se cimentan sobre cuatro pilares: big data, tecnologías móviles, computación en nube y negocios sociales, pero el reto es que comiencen a diseñarse mejorar la calidad de vida de sus habitantes (salud, educación..) y esa es parte de mi línea.
Por eso desarrollé un Programa capaz de responder a todos estos retos desde mi ámbito, cuya clave estaba en todos los verticales de una Smart City, el cuidado del ciudadano. La educación.
Si las ciudades no funcionan para los ciudadanos, los flujos interconectados de comercio, capital, personas y tecnología se estancarán.
Y es que sin duda uno de los grandes retos es la salud.
WE.- Hablando ahora de tu labor actual, ¿En que consiste la principal misión del programa y de tu trabajo como directora?
La misión podría ser: la salud del futuro Smart citizen a través de la educación y promoción saludable del niño, contando con todos los agentes y todas las Comunidades. En rasgos generales sería usar como medio transmisor la educación para conseguir hábitos saludables de las futuras generaciones. Con ello mejorar la educación de la ciudadanía.
Y mi labor ha sido usar mi conocimiento como directora mientras aprendiendo todo lo posible sobre otros campos, formándome e investigar, realizar una serie de tareas formales para luego ponerlo en práctica a través de muchas sinergias con distintos ámbitos.
Así como organizar su puesta en marcha, integrar toda la metodología creando colaboración con Comités intersectoriales y ofreciendo recursos conectados para mejorar la calidad de vida (habitabilidad, viabilidad y sostenibilidad) por ello, una de las actuaciones que tenemos previstas en este mes, es siempre de modo colaborativo.
Este programa además en el que trabajamos, intento coordinar que esté en plena consonancia con el Plan de desarrollo sostenible, que marca la agenda europea, para la Agenda 2030 que cumpla con los ODS, por una sociedad más inclusiva, sostenible, y saludable.
WE.- En todo proyecto educativo tienen gran importancia los valores, aquellos principios invariables que ayudan a las personas a ser mejores y hacerlo mejor…. Indudablemente en este no faltarán, la realidad y las necesidades van cambiando y los valores seguirán sirviendo en la búsqueda de ese bien común.
“Los valores: el único material para construir el puente entre la tecnología y el bienestar para poder evolucionar”.
Los valores son esenciales, admiro recorridos como los de Sydney Brenner, premio Nobel, que habla de la multidisciplinariedad, y los valores humanos, como si fuera, el único modo de que la sociedad evolucione.
Los valores y la educación emocional es la evolución en las empresas o colegios, en las Administraciones que deseen ser inteligentes porque desarrollarán ciudadanos críticos y capaces de ser felices.
Personalmente, es la base de lo que me han enseñado en la familia e intento tomar mis decisiones en función de mis valores para saber si son acertadas.
Fíjate que hace poco en un congreso, escuchaba cómo habrá 32 veces más progreso técnico durante el próximo medio siglo que en todo el siglo XX, y uno de los resultados es que la inteligencia artificial será clave para avanzar en la logística e infraestructuras, pero en cambio, nunca podremos avanzar sin una educación en valores: empatía, cuidado, integridad.
WE.- Has nombrado la integridad…parece que está en desuso hoy día, ¿Qué opinas?
Vivir con integridad no solo es ser amable o parecer buena persona, hoy está en desuso porque nuestra cultura llena de cosas buenas, está llevando a cotas impensables la posverdad, la era de la apariencia, los únicos que viven en la generación del vidrio, no son los Alpha, son también los adultos.
Creo que muchas personas aún viven con honestidad, y hay puntos de inflexión, donde muchas personas, por intereses o azares de la vida, rehúsan a ella.
La integridad es verdaderamente, al menos para mí, lo único que tenemos. Porque tengas la edad que tengas, sólo una persona íntegra puede sentarse a solas contigo misma.
WE.- Como educadora, conectas dos grandes campos: la educación y la salud. ¿Qué relación hay entre ellos para que sean tan importantes en el futuro de nuestras ciudades?
La base de un cimiento inteligente, es su ciudanía. Y que esté educada puede hacer que sea más saludable, estar más preparada. Las personas con más educación en hábitos saludables refieren menos probabilidades de padecer enfermedades agudas y crónicas comunes (afección cardíaca, accidente cerebrovascular, diabetes, asma). Y porque sólo a través de la educación se puede mejorar la salud.
Además he podido cotejar cómo grandes profesionales de la educación ya están dando pasos en esta dirección y he podido conocer el arduo trabajo, de mucha gente que lucha por ello, bien sea desde escuelas hospitalarias, desde educación: colegios de toda España, Universidades con las que he colaborado.. desde colegios de Médicos o farmacéuticos, como los de Córdoba o muchos otros ámbitos, por eso la confianza en esta unión, desde nuestro Programa es máxima.
Ya desde la antigüedad, un icono de la sabiduría y una mujer adelantada a su tiempo, Hipatia de Alejandría, la joven matemática que fue directora del Museo de Alejandría afirma, que la educación es la herramienta más poderosa y que cree ver indicios de cómo conduce a la salud.
Y centrándonos en la era global actual, nuestros estudios de SHC sobre conducta, salud y la educación de la Generación Alpha, vienen a decir que las personas educadas en Habilidades sociales y psicológicas y comportamientos de salud pueden ser más capaces de comprender sus necesidades de salud, seguir instrucciones, abogar por sí mismos y sus familias, y desarrollarse con bienestar, imitando modelos saludables.
WE.- En cuanto a tu experiencia educativa. ¿Cuáles crees que son los grandes retos a los que nos enfrentamos en este campo partiendo de que la educación es la base para ayudar a las nuevas generaciones?
El propósito de la educación no es únicamente preparar a los estudiantes para la vida laboral, sino para la vida, por tanto si pudieran desarrollarse aprendizajes para SXXI: aprendizaje emocional, enseñanzas creativas, idiomas, habilidades STEM, aprendizaje digital y basado en ABP… habría una ciudadanía mejor preparada.
Además para la infancia es muy importante el reto de que la educación sepa preparar una generación Alpha con conductas saludables, la educación respondería a retos de futuro sostenibles. Nacida de padres del milenio a partir de 2010, esta generación sumará 2 mil millones de personas en todo el mundo cuando nazcan los miembros más jóvenes en 2025. En todo el mundo, nacen 2,5 millones de Alfas cada semana. Y ya los estudiadores la llamamos la generación de vidrio porque es un mundo de ‘Screenagers’ multi-pantalla, donde el vidrio se ha convertido en el nuevo medio para la difusión de contenido. Y creo que es un reto pero es imperativo educarlos para estar listos para esos retos y es una temeridad educarlos de espaldas a la realidad del SXXI.
Coincido con Fulton, director de Dubai British School, que opina, que los estudiantes pueden resolver retos mejor que adultos, ya que a través del aprendizaje cooperativo, desarrollan empatía y resuelven conflictos Y por esto creo que necesitamos personas que sean capaces de pensar de manera diferente y adaptar enfoques, innovar y crear.
WE.- Eres una mujer joven y con un gran programa sólido por delante. Cada vez son más las iniciativas dirigidas por mujeres. Dirigir o emprender siempre es un riesgo … ¿qué opinas de eso?
Sí, es un reto, con grandes responsabilidades, y trabajo duro, pero en mi humilde aportación, si no apostamos por lo que mejor sabemos hacer, ni nosotros ni nuestras sociedades serían mejoradas. Y los retos son oportunidades no dificultades, así debemos enseñar a pensar a los niños.
La alianza innovadora entre los miembros de la iniciativa en la que colaboro de Naciones Unidas, justo promueve un aprendizaje paritario y ofrece una plataforma para mostrar casos de éxito de transformaciones urbanas, de desarrollar nuevos modelos de financiación e investigaciones, con primeras figuras mundiales, hombres y mujeres, que te hacen aprender cómo el talento no tiene género.
Y en palabras de la Directora de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo, se debe hacer esfuerzo por aumentar la representación de las mujeres en todos los roles ya que las mujeres que lideran todavía enfrentan obstáculos significativos.
Pero estamos rodeados de ejemplos: mujeres humanistas, creativas, líderes… que hacen nuestro mundo mejor. Y espero que con un trabajo de todos los sectores, colaborativo puede aumentar el número de niñas de entre 12 y 18 años interesadas en tecnología, a ingresar a los campos STEM, innovación y liderazgo.
Respecto a mi opinión en esto, el compromiso a veces, es parte de lo que nos apasiona, Malala Yousafzai una de las mujeres más inspiradoras, tras ganar el nobel por su lucha contra la represión de niños y por el derecho a la educación, afirmaba lo que ya una vez dijo Hawkings: “no pensé que era un riesgo, pensé que era mi obligación”.
Creo que el riesgo es no actuar. Toda apuesta de futuro, conlleva creer en uno mismo..
WE .- Queda claro que eres una mujer comprometida con la infancia, con la sociedad … y con el futuro de la misma. ¿Cómo te imaginas en un futuro?
Imagino poder con mi trabajo ayudar a niños a alcanzar sus metas académicas y de vida. Para agradecer lo que ellos me han ayudado a mi haciendo que aprenda. Y si las sociedades van a dominar los desafíos del futuro, un gran número de personas necesita comprender mejor la dinámica y comenzar a cambiar su forma de pensar así que me gustaría aportar con mi trabajo en líneas que ayuden a estas sociedades en salud y educación.
Imagino un futuro creyendo en mi, o confiando en lo que hago sin un plan demasiado trazado de vida, y eso es otra cosa que he aprendido, ya que te puede crear un nivel de exigencia que te impida ser feliz. Y crear exigencia en los demás. Así que no espero nada de la vida; deberías esperar cosas de ti mismo porque eres quien hará algo en la vida. La vida no hará nada por ti.
En mi caso para ser una persona planificada, la vida resulta ser inesperada en varios frentes. Y personalmente, considero haberme fortalecido de los frentes duros, me siento agradecida y recompensada.
Imagino independientemente del resultado, obtener experiencias y mirar hacia atrás sin arrepentirse para aprender y espero en el futuro, seguir aprendiendo de personas con quien merezca la pena rodearse.
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