Esta es la frase con la que Kayla explicaba a su padre su intención de ayudar al problema sirio. En la conversación que tuvieron, su padre le dijo que esta no era su guerra y no tenía que morir por ella. Su respuesta, en una carta, fue contundente “No debería existir el mi gente o vuestra gente, en cualquier lugar donde había injusticia, era su problema”. No importaba que no fuesen americanos, “era gente que sufría y ella necesitaba ayudar”, “mientras yo viva, no permitiré el sufrimiento como algo normal”.
Kayla Mueller murió el 6 de febrero de 2015, en el bombardeo jordano en respuesta al horrible asesinato del piloto del mismo país que fue quemado vivo. Ella había sido secuestrada el 13 de Agosto en Alepo (Siria) por ISIS. Realmente estaba trabajando en la Frontera de Turquía para una organización de refugiados, pero entró en Siria para acompañar y ayudar a su novio, que tenía que trabajar en el Campamento de Médicos sin Fronteras. Estando allí ocurrió todo. 18 meses de cautiverio, en los cuales escribió una carta para sus padres, que llegó a través de una compañera de secuestro de la anterior organización.
En diversos medios americanos se habló de la lentitud en la actuación del Gobierno americano para su liberación, incluso su padre denunció que no les dejase actuar y pagar su rescate, guardando en secreto la situación de su hija hasta el día en que se reconoció su muerte. Incluso se dudaba en los medios de que fuese real la muerte, o que hubiese sido entregada a la fuerza en matrimonio a un comandante de ISIS.
Pero esto son anécdotas… ya no tienen solución. Kayla tenía una inquietud desde muy pequeña para ayudar a los demás, no en vano colaboró desde los 14 años con numerosas organizaciones. Muy impresionada sobre lo que pasó en Darfur, es a partir de entonces donde se empieza a mover por el mundo.
“Le parecía injusto no usar al máximo las libertades que tenía ella en Estados Unidos para salir a ayudar a gente, para terminar con el sufrimiento”, explicaba su padre el día 17 de abril en Madrid, en el Congreso Internacional sobre Libertad Religiosa. Según su padre, estaba totalmente atormentada por el sufrimiento de otros. El mensaje final de los padres de esta increíble mujer fue pedir la unidad del mundo.
Aunque la revista TIME, habla de ella como un caso más de todas las víctimas de la guerra, comenta que el punto de partida para Kayla fue darse cuenta de todo lo que tenemos, por que lo tenemos, y lo privilegiados que somos.
Su vida ha tocado el corazón del mundo, como afirmó su tía para el Daily Mail.
«Creo que su muerte, su breve vida y sus palabras, han recordado al mundo cosas básicas, para los que vivimos en zonas acomodadas y ya no tenemos en mente. Ha cambiado la perspectiva de que merece la pena luchar por los demás y de que hay esperanza y sigue habiendo grandes ideales.
Lo que diferencia, de forma abismal a Kayla de otras muertes, es que dio su vida por ayudar a los demás, por compartir su sufrimiento, ponerse en el lugar del que sufre, y esa fue su decisión hasta el final. Para amar tanto, se necesita un corazón muy grande, (según cuenta su novio al Daily Mail, fue a buscarla diciendo que era su mujer, y siendo musulmán poder salvarla, pero ella dijo que no era cierto, y siguió prisionera).
Durante su cautiverio consiguió hacer mejor la vida a los demás prisioneros, hablaban con ella a través de la pared, según cuenta Nicolas Hénin, periodista francés que compartió prisión con Keyla y fue liberado en abril del 2014, después de las negociaciones del Gobierno francés con ISIS. Según sus palabras un día en que iba a ser liberado un grupo de hombres, la llevaron a despedirse y al verla tan fuerte empezaron todos a llorar.
Forjó una gran amistad con otra de las rehenes, con la que compartió momentos alegres. Ya que, tal y como escribió a sus padres durante el cautiverio, “incluso en prisión, uno puede ser libre”.
Otra anécdota de su cautiverio fue que quería aprender árabe, y rotaban a los guardianes para que no hiciesen amistad con ella, sin embargo, uno de ellos la estuvo enseñando el idioma.
Murió sola, ya que fue abandonada en la casa durante el bombardeo, ISIS envió a su madre un email con la foto de su cuerpo muerto. Pero no murió realmente sola, quizás esa fuerza y alegría que tenía provenía de su fe en Dios, como explica a sus padres en la carta que les escribió durante su cautiverio, y que reproducimos a continuación.
Esta carta fue escrita para su familia en abril del 2014, desde su cautiverio, se la entregó a otra rehén que fue liberada de Médicos sin fronteras. Los padres la hicieron pública después de su muerte.
“Hola a todos. Si habéis recibido esta carta, significa que todavía estoy prisionera , pero mis compañeros de celda han sido liberados. Les he pedido que contactaran con vosotros, y os enviasen esta carta. Es difícil saber qué decir. Por favor, debéis saber que estoy en un lugar seguro, no me han hecho daño y tengo salud (engordé de hecho); he sido tratada con respeto y amabilidad. Yo quería escribiros una carta bien hecha (pero no se si mis compañeros de celda van a ser liberados en los próximos días o en los próximos meses, lo que me limita el tiempo) pero solo podía escribir un párrafo cada vez, porque pensar en vosotros me hacía llorar. Si pudiese decir lo que he sufrido en toda esta experiencia, solo sería cuando pienso en lo que os he hecho sufrir a vosotros; nunca os pediré que me perdonéis por que no lo merezco. Recuerdo a mamá diciéndome siempre, que al final lo único que se tiene realmente después de todo es Dios. He venido a un lugar realmente, donde me he rendido a nuestro creador, porque literalmente no hay nada. Gracias a Dios y a vuestras oraciones, me he sentido acunada tiernamente mientras estaba en caída libre. Me han mostrado la oscuridad, he aprendido que incluso en prisión, uno puede ser libre. Estoy agradecida. He venido para ver que hay algo bueno en cada situación, a veces sólo hay que buscarlo. Rezo todos, todos los días para que os sintáis cerca de Dios y confiéis plenamente en ÉL, creando un lazo de amor y apoyo entre todos. Os echo de menos como si llevásemos 10 años separados. He tenido muchas horas para pensar las cosas que haré con Lex, nuestro primer campamento familiar, nuestro encuentro en el aeropuerto. He tenido tantas horas para pensar como solo en vuestra ausencia, me he dado cuenta realmente del lugar que ocupáis en mi vida. Cada uno de vosotros sois un regalo, la persona que podría haber sido o no, sino hubieseis sido parte de mi vida, mi familia, mi apoyo. NO QUIERO que las conversaciones para mi liberación sean una obligación para vosotros, si hubiese otra opción tomadla, incluso si llevase más tiempo. Esto nunca debería haber llegado a ser vuestra carga. Les he pedido a estas mujeres que os apoyen, por favor, buscad su ayuda. Si todavía no lo habéis hecho, ( ) puede contactar ( ) quien tiene un gran nivel de experiencia con esta gente. Nadie de nosotros sabría que esto pudiese durar tanto, pero yo estoy luchando desde dentro como puedo y tengo mucha fuerza. No me estoy derrumbando, y no voy a desistir a pesar de lo que dure. Escribí una canción hace algunos meses que dice, ”la parte de mi que más duele es la que me saca de la cama, sin tu esperanza, no habría nada”.. El pensamiento de vuestro dolor es mi fuente, y la esperanza de nuestro encuentro es la fuente de mis fuerzas. Por favor, tened paciencia, y dad vuestro sufrimiento a Dios. Sé que querríais que estuviese fuerte. Y eso es exactamente lo que estoy haciendo. No temáis por mí, seguid rezando como yo hago, y Dios hará que estemos pronto juntos. Con todo mi ser. Kayla.