Hay productos que en su envase indican “Especial para diabéticos”, debido a este identificativo son generalmente más caros y sin embargo no suelen ofrecer muchas ventajas, ya que a menudo están edulcorados con sorbitol, fructosa u otro edulcorante calórico. Son sustitutivos que aportan la misma energía o calorías que el azúcar o dicho de otra manera una cantidad no despreciable de hidratos de carbono, y por tanto no son recomendables para los diabéticos, si además son obesos.
Los alimentos o bebidas edulcorantes, son productos no energéticos autorizados, tipo sacarina o ciclamato, y pueden ser aceptados como sustitutivos del azúcar para los diabéticos. Se aconseja leer bien siempre la etiqueta de composición.
Hablemos un poco sobre ellos:
Edulcorantes artificiales tipo Sorbitol, manitol y xilitol.
Los edulcorantes artificiales son alcoholes de azúcar. Se utiliza sobre todo el Sorbitol en la preparación de algunos dulces y chicles. En cantidades superiores a 25 g/día, pueden producir diarrea y favorecer la aparición de lesiones nerviosas en pacientes diabéticos.
Los edulcorantes artificiales son la Sacarina, el ciclamato sódico, el aspartamo y acesulfato k
El ciclamato sódico está hoy en desuso hoy en día.
La sacarina ha sido utilizada con seguridad durante más de 50 años. Es un derivado del petróleo con un poder edulcorante 300-500 veces mayor que el del propio azúcar. Se absorbe muy bien pero no se metabólica en el organismo: se elimina sin modificarse por orina.
El aspartamo es una mini proteína formada por dos aminoácidos: ácido aspártico y fenilanina. Tiene un sabor muy parecido al azúcar. Pierde su sabor dulce cuando se cocina a altas temperaturas durante tiempo prolongado. Esto no ocurre si se prepara en el microondas. El aspartamo es hoy en día el líder de los edulcorantes, tanto por su carácter prácticamente acalórico como por su poder endulzante y escasa frecuencia de efectos secundarios.
Hay otro tipo de alimentos llamados comerciales
Se denominan alimentos comerciales o de servicio aquellos productos elaborados comercialmente o industrialmente que se venden en establecimientos específicos de comida rápida.
Sus características nutricionales fundamentalmente son: la alta densidad energética y el elevado contenido graso y proteico. En general son ricos en ácidos grasos saturados, colesterol, vitamina B, y sal (sodio).
Estos alimentos no son aconsejables para las personas con diabetes debido a la composición de estos alimentos ya que además, favorecen la obesidad.
Manuela Beltrán Sánchez
T.E.S Dietética y Nutrición