Hace unos meses fue el 50 aniversario de Mayo del 68, de una de las revueltas que más han afectado a la sociedad actual y de la que todavía no nos hemos recuperado. No queríamos que acabara el año sin hablar de sus consecuencias históricas. Como suele decirse esos barros trajeron estos lodos.
“Mayo del 68. Cuéntame como te ha ido” es un libro de Ediciones Encuentro, cuya lectura recomiendo absolutamente. Son muchas las historias que harán pensar al lector después de leer las entrevistas que Marcelo Cambronero y Feliciana Merino, hicieron a los verdaderos protagonistas de aquella revuelta. Esta vez hablamos con Marcelo, porque el tema de la mujer da para mucho y Feliciana es la experta en ello.
WE.-¿Cómo surge escribir sobre Mayo del 68?
Marcelo Cambronero.- Somos filósofos un poco particulares. No sólo nos dedicamos a estudiar a otros filósofos, a la historia de la filosofía, lo cual es imprescindible para tener cierta reflexión, sino que nos preocupan mucho los problemas del mundo contemporáneo. Yo había publicado un libro con la editorial Encuentro sobre Rusia y fueron ellos mismos quienes nos propusieron escribir sobre ese tema.
Nos resultó muy interesante la idea de hacer un libro de entrevistas. Estas te permiten tocar la humanidad directa de las personas, te cuentan detalles que no se cuentan en los libros, y sobretodo que estás viendo la experiencia. Pensando en un libro de entrevistas elegimos personas que su participación en Mayo del 68 les hubiera cambiado la vida. Por ejemplo Mikel Azumendi que era miembro de ETA, o Mikel Roca que era revolucionario y piensa en volverse reformista, o Miguel Albiac que era revolucionario y cada vez se va volviendo más escéptico. Todo son personas que su participación en Mayo del 68 constituyó una experiencia vital.
Por eso, después de aquel cambio y de haber experimentado tanto el momento revolucionario, descubrimos ese cambio experiencial que tuvo cada uno en direcciones diferentes. Hablamos de la reflexión que hace cada uno de ellos de la evolución de la sociedad y del efecto que ha tenido Mayo del 68 en la misma.
Son experiencias vitales en personas interesantes, al cabo de 50 años…todo esto unido da un resultado distinto del que esperábamos y que cada una apunta en una dirección determinada.
WE.- ¿Cómo veis ese momento en relación con el momento actual? Al leerlo me han parecido un tanto simplistas los argumentos que justificaban esa revolución.
MC.- Nosotros también lo veíamos así cuando nos acercamos a Mayo del 68. Lo que en principio uno piensa es que fue una revolución fallida que tuvo incidencia en determinados aspectos de la realidad como fue el Movimiento para la Liberación de la Mujer, que surge a partir del 68 en Europa, el cambio en la educación etc. Pero cuando uno lee las entrevistas, se da cuenta de que lo que sucede en Mayo del 68 es que se abren las puertas de la postmodernidad.
Con la II Guerra Mundial, Europa se da cuenta de que la idea del progreso y de que cada vez vamos a estar mejor no se puede dar por supuesto. De que la humanidad no progresa moralmente sobre su concepción de la vida y de sus relaciones de una manera automática, y que es necesario buscar una forma de vivir diferente. Entonces estalla la idea de verdad, de historia y hay como un vacío…y hay que buscar una respuesta.
Lo cierto es que esa crisis vital que empieza en el 68, donde los grandes relatos que sostenían a muchas personas, como el comunismo, cristianismo entran en crisis, y nos damos cuenta de que todavía hoy estamos buscando una manera de reaccionar y dar propuestas de sentido válidas a día de hoy.
Como conclusión podemos decir que Mayo del 68 abre un periodo de crisis que se está extendiendo mucho en cierto sentido. Quizás porque no hemos reflexionado lo suficiente sobre lo que había supuesto aquello para nosotros.
WE.- Me sorprendió mucho que automáticamente después de la revuelta, De Gaulle ganara las elecciones
MC.- Bueno, todos, incluso los más revolucionarios como Alain Krivine, que fue quien organizó las barricadas, tenían una cosa clara, por decirlo metafóricamente: sobrecalentaron la sociedad francesa, pero no tenían una propuesta. Hay un momento que se está votando la moción de censura en el parlamento, y los estudiantes se dan cuenta de que pueden tomarlo, De Gaulle huye de Francia, los ministerios se quedan vacíos. Pero el propio Krivine se plantea que no tenían propuesta. Hablaban de la contestación permanente, que es siempre reaccionaria, pero esta no es capaz de construir nada. Criticar sin tener la opción de gobernar es muy fácil. Pero ese momento en que toman conciencia de su falta de propuesta política, de que no pueden hacer nada si toman el poder, es un momento muy importante porque ya han perdido. Ya se han dado cuenta de que perdieron desde el principio .
Ese momento en que toman conciencia de su falta de propuesta política, de que no pueden hacer nada si toman el poder, es un momento muy importante porque ya han perdido.
WE.- En cierta manera fueron consecuentes porque no siguieron hacia delante.
MC.- Si, aunque el movimiento no tiene un ON y OFF, se mantiene en algunos sitios, hubo algunos conatos, pero de alguna forma los dirigentes del movimiento empiezan a ser conscientes, sobretodo Krivine de que no es el momento para una revolución, y muchos de ellos también se dan cuenta de que no es la manera.
Entonces cambia totalmente la estructura de su reacción frente al gobierno. Desde luego es muy curioso y sorprendente que 22 millones de personas estén en huelga en un momento dado, y a los 15 días gane de Gaulle con 25 puntos de ventaja. La propia sociedad se da cuenta de que se movimiento revolucionario no llevaba a ninguna parte, nadie quiere la Unión Soviética y optan por la seguridad, por la paz, porque se termine el conflicto social.
WE.- Parece que actualmente no hay reflexión social seria que alce la voz sobre lo que todos pensamos: “ no podemos seguir así”.
MC.- La entrevista con Eugenio Nasarre fue muy importante para que nos diéramos cuenta de lo que fue la transición en España. La cantidad de intelectuales que “comprometían” su pensamiento con el cambio político. Que discuten cuestiones reales, pero no discutían en el parlamento, ahora los partidos políticos buscan sus intereses partidistas. Era una discusión social, donde “Cuadernos para el Diálogo”, que es una revista culta vendía una cantidad de ejemplares increíbles porque hay un momento de reflexión en el pueblo. Actualmente falta ese momento de reflexión.
WE.- El libro cuenta que el PSOE no «arremetió» ya que era consciente del momento de la transición y su importancia de aunar esfuerzos…el bien común. Pero ahora nada tiene barreras., y el bien común ya es con minúsculas… ha desaparecido ese concepto.
MC.- Nos hemos olvidado de eso que fue muy importante durante todo el proceso a partir del 68 con el movimiento estudiantil en Madrid. En Barcelona con los nacionalismos esto cambió un poco, ya que la sociedad, que no es nacionalista se empieza a volver nacionalista para generar una cohesión social en contraste con el franquismo. Esto nos lo cuenta Mikel Roca.
En Madrid, a partir de Mayo del 68 hay un grupo de jóvenes muy afectados por el Concilio Vaticano II. En él ven que no está justificado seguir sosteniendo al régimen y que hay que ir hacia una democracia. Comienzan así un camino de reforma muy importante, mientras que otros partidos, como el comunista o socialista, se mantienen en la ruptura, que era casi una propuesta de una segunda guerra civil.
El partido comunista, por ejemplo, sostuvo a ETA en aquel momento desde París.
Cuando se observa ese proceso, uno se da cuenta de que se camino que hace ese movimiento reformista es el que hace posible el acuerdo y la transición. Cuando muere Franco, Felipe González empieza a financiar “Cuadernos para el diálogo”, porque se da cuenta de que hay que hacer una reflexión y no se puede ir a una segunda guerra civil: hay que buscar caminos de acuerdo y de concordia.
Hay que reconocer que esto no habría sido posible si no hubiese habido ese trabajo de esa Iglesia, tanto de Acción Católica, como de los movimientos demócratas cristianos, y esa labor fundamental es una realidad. Se piensa que el franquismo y la iglesia era un bloque y no es cierto.
WE.- Hay un joven filósofo francés, Bellamy, que defiende la importancia de la cultura, de la reflexión y el saber. En ese momento fueron capaces de hacer una reflexión mientras que en la actualidad hay una ausencia total de la misma. ¿Por qué estamos así? Actualmente las universidades están llenas, como en Francia en ese momento, pero hay menos capacidad para pensar y hacer una reflexión crítica de lo que está pasando, estamos dirigidos.
MC.- La reflexión supone que haya una perspectiva y un horizonte de libertad, y sobretodo, la confianza en que es posible encontrar caminos de entendimiento y de verdad.
A partir de Mayo del 68, estas propuestas de sentido estallan. En España esto ocurre más tarde porque el régimen franquista duró unos años, pero ese movimiento se va gestionando y creando y no sale a la luz pública hasta la muerte de Franco.
Hay propuestas de sentido, que más o menos se pueden discutir, pero tienen un lenguaje común y un objetivo común como es mejorar la sociedad, la libertad etc. y esas propuestas de sentido trabajan con la realidad, se producen diálogos verdaderos.
¿Pero que sucede cuando desaparece la confianza en que se pueda encontrar esa verdad y un camino que sea bueno para una sociedad en general?
Pues que la noción de verdad estalla en mil pedazos y lo que quedan son ideologías.
Las ideologías son discursos de determinados grupos que tienen su propio lenguaje y que tienen sus propios objetivos y no debaten con otra ideología para poder encontrar un acuerdo o una verdad común, sino que entienden que las otras ideologías son sus contrincantes y sólo se relacionan en términos de poder.
La democracia y el parlamento dejan de ser un lugar de encuentro y de comunicación y se convierten en un lugar donde cada uno hace su discurso ideológico, no para hablar con el otro sino para sus propios fieles que están viéndoles.
Así hay pequeñas reflexiones dentro de estos grupos, pero estas reflexiones sólo son retroalimento ideológico, cocinarse su propia versión de los hechos que se queda cerrada y estancada pero no hay verdadera reflexión, no hay verdadero encuentro con la realidad, no hay confianza ni siquiera en que esto sea posible. Entonces se discute en términos de poder.
WE.- Jean-Luc Marion dice que lo que llevó a esta situación de rebeldía fue precisamente el Estado de bienestar, era una generación con más posibilidades que la anterior. Actualmente estamos todavía con más posibilidades y oportunidades que la generación anterior. Todo está trastocado.
MC.- En la sociedad francesa estaban en el punto álgido de lo que se llamó los 30 gloriosos años. En Francia había un estado de bienestar, con alrededor de 100.000 parados, cuando hoy hay casi 3,5 millones. La comparación es asombrosa, y sin embargo los trostkistas estaban en contra del paro. En España fue diferente porque había bolsas de pobreza por la gente que emigraba desde el campo, pero en Francia la situación económica era muy buena. Pero al haberse perdido los referentes del sentido de la vida, los padres no transmitían un gusto por vivir. Esto se ve en la pérdida de la vigencia moral del cristianismo.
Los padres no tenían una propuesta para los hijos y sin un sentido de la vida, sin algo que desear es muy difícil vivir. La vida se convierte en un rutina.
Hoy día el capitalismo ha conseguido sustituir, de alguna manera, no grandes propuestas de sentido, pero si pequeñas huidas de la realidad o pequeños paliativos de la melancolía. Un chico no tiene una propuesta vital de vida, pero se va de vacaciones, se compra cosas, vive en una sociedad del espectáculo donde puede ir al cine o disfrutar de servicios. Es una sociedad de evasión de la realidad, donde sustituimos la respuesta al deseo por el sentido de la vida, por la evasión de la vida.
Para muchas personas su vida empieza cuando se acaba el trabajo. Sólo podemos vivir cuando nos evadimos de la realidad, y esa evasión se ha convertido casi en su totalidad, en consumo.
Es una sociedad de evasión de la realidad, donde sustituimos la respuesta al deseo por el sentido de la vida, por la evasión de la vida.
Este consumo va dirigido a propuestas de vida, un sueño, que varían al antojo, y los modelos cambian continuamente. Queremos ir al Cairo, pero no vivir allí, viajar a París… es como vivir diferentes vidas de una manera virtual e ir surfeando por la vida. El consumo permite que entres y salgas de la vida, vivir diferentes vidas de manera virtual y pasar virtualmente por la vida. Muchas veces esto es sólo paliativo de la melancolía porque no llena el corazón del ser humano, pero es una respuesta que no concreta la vida y en la que el hombre contemporáneo consigue evadirse de una manera constante.
La verdad es que somos así, es nuestra realidad y nos cuesta mucho la concreción, por eso las cosas que concretan la vida son difíciles, como por ejemplo tener hijos, cuidar enfermos, los padres…como no queremos esa concreción lo externalizamos y queremos que el Estado cuide de los enfermos, de los padres, e incluso externalizamos la amistad a través de aplicaciones puntuales que no concretan la vida.
WE.- En la actualidad se habla mucho de “espiritualidad”. En aquella época estaba el maoísmo también, sin embargo ahora se habla de espiritualidades pero no se puede hablar de fe, del cristianismo o sus valores. Se va buscando la trascendencia porque el ser humano tiende a buscarla, es innato, pero se busca a través de nuevas disciplinas… y espiritualidades variadas.
¿Por qué pasa esto?
MC.- El ser humano tiende hacia la trascendencia, sin embargo las personas no tienen ese sentido de la vida , les falta. El mindfulness, etc. da una respuesta. Pero es una respuesta que dura poco, hay que seguir asistiendo.
En cierto sentido es un paliativo que tiene efectos psíquicos incluso: si haces relajación te relajas, cuidar tu inteligencia emocional hace que poco a poco vayas enfadándote menos…Pero es un paliativo porque falta el sentido de la vida que integraría todo, esto permite el momento de evasión. Aparece un mercado de religiones, sobretodo orientales, que traemos a occidente, fuera de su tradición, que permiten ese momento.
WE.- Savater dice que la revolución de Mayo del 68 no cambió el mundo sino que fue un síntoma de que algo había cambiado antes. ¿Qué fue lo que cambió?
MC.- “Creo” que quiere decir que hay cierto acuerdo entre los filósofos en que el momento en que acaba la modernidad es Austwich. Darse cuenta de que la razón puede hacer lo que hizo. La novela “Vida y destino” de Vasily Grosman describe esta situación muy claramente.
Austwich nos hace darnos cuenta de que confiar en que la razón va a funcionar por si sola de manera automática en un proceso indefinido y que es suficiente por si sola para la vida nos llevó a esa situación. Pero nos ha costado mucho hacer esa reflexión social, y ha sido un desengaño muy grande porque durante siglos se ha estado confiando en la razón.
La revolución francesa incluso hizo un templo a la diosa razón. Quizás sea en Mayo del 68, cuando las sociedades europeas se reconstruyen de la guerra y empieza a haber un momento de bienestar en el que se puede pensar ya en otra cosa. Nos cuenta Jean-Luc Marion que es cuando la postmodernidad invade la sociedad. Por eso puede ser el efecto retardado de algo que explotó antes, ahora bien, hasta que no invade la sociedad, la postmodernidad no empieza a ir inundando progresivamente la cultura, es este movimiento postmoderno.
WE.- ¿Y los líderes? ¿Dónde están ahora? En esos momentos los estudiantes decían: ”no quiero ser lo que tu me impones que yo sea”, por eso se revelan ante la autoridad o la forma de enseñar. Pero en esa época hubo líderes, sin embargo a partir de ahí ha habido pocos líderes.
MC.- ¿Qué significa que alguien es un líder?
Significa que tiene personalidad para atraer a personas que le siguen. Personas que ven en él la realización de un camino que ellos quieren seguir.
Esto sucede tanto en política como en el ámbito religioso. Sigues a una persona que ves que está por delante de ti en un camino que te parece atractivo. Esto significa que tu aceptas una determinada propuesta de sentido. Pero cuando no aceptas una determinada propuesta de sentido, al que sigues no es al líder, sino al que te conviene en ese momento, sea por cuestiones económicas, políticas, en el trabajo por cuestiones de clientelismo o de diferentes grupos de poder. Sigues a personas porque crees que unirte a ellas puede beneficiarte en tus intereses.
Pero repito, no es un líder, porque no puedes seguir una propuesta de sentido para la vida.
En la sociedad podemos establecer una traza entre aquellos que creen que existe sentido para la vida, que su forma de vivir frente a la realidad es el compromiso, por ejemplo la fidelidad en el matrimonio, en el seguimiento de una religión, con la confianza de encontrar una respuesta para el sentido para la vida, y las personas a las que eso les parece inconcebible. Estas tienen una estructura del deseo diferente e incluso aunque participen en cuestiones políticas o religiosas lo hacen como diría “sentándose siempre cerca de la puerta”. Es un paso temporal y lo saben. Incluso aunque inicien relaciones y tengan un sentimiento fuerte y el sueño de un compromiso, piensan que no es posible, y eso les imposibilita para comprometerse de una manera estable. Cuando piensan en tener hijos, el vértigo es total porque piensan que los hijos les van a complicar la vida, e incluso si los tienen, tendrán una relación con los hijos que es inconcreta, que externalizarán mucho porque no quieren renunciar a seguir viviendo en esa especie de “proceso de adolescencia” que es cuando tu todavía no estas dispuesto a comprometerte con nada porque todavía estas buscando el sentido de la vida.
Si a cierta edad, no sólo no tienes el sentido de la vida, sino que piensas que no existe, tu capacidad de incidencia social, de liderazgo, de compromiso, de seguir a otro, ha quedado ya anulada o prácticamente anulada. Entonces intentas vivir la vida lo mejor que puedes y lo que queda ya es el sistema capitalista.
En procesos de crisis, el problema es que ya no se puede conseguir esos paliativos que hasta ahora me mantenían medianamente contento a través del consumo.
WE.- Hoy día parece que los líderes son económicos, modelos empresariales. Se dice que Marc Zukembert es un líder…
MC.- Esos son líderes virtuales, son personas lejanas. Pero ¿que significa que Marc sea un líder? depende del sentido de que lo quieran llenar: que es un joven con éxito, que ha ganado mucho dinero. Te lo muestran como un líder en el sentido de que está cambiando la sociedad, pero no le sigues a él. Está en un ámbito lejano y completamente separado de tu vida, y no es una persona que lidera, no ejerce como tal.
WE.- Volviendo al libro. ¿Todas las entrevistas fueron en la misma línea?
MC.- No fue nada lineal porque todos las entrevistas fueron encuentros largos, intensos y que luego han continuado en el tiempo.
Las fotos que hay en el libro son gracias a Alain Krivine y su grupo de amigos. Hemos mantenido relaciones porque han sido encuentros mucho más profundos que una mera conversación en una entrevista.
El personaje que más me impactó fue Mikel Azurmendi, porque lo que hizo Mayo del 68 en su persona: la idea de que el tenía que acabar con el terrorismo de ETA. Le llevó a un compromiso vital que ha mantenido toda la vida y que no ha abandonado a pesar del gran sufrimiento que ha tenido por este compromiso. Tuvo dos atentados de ETA, torturado durante 15 días, perseguido en el país vasco, en el exilio. Fundó Basta ya y El Foro de Ermua, pero siempre en un proceso de persecución, donde los que eran tus amigos ahora te tienen como enemigo hasta el punto de que están dispuestos a matarte. Este le llevó a forjarse como una persona que tiene las ideas claras y disfruta de la vida. Yo creía que iba a encontrar a una persona que había sufrido mucho y que le hubiera cambiado a ser escéptico, incluso cínico. Sin embargo te encuentras a una persona feliz, con ganas de vivir, que está descubriendo la vida y te transmite juventud y claridad.
WE.- ¿Tiene algo que ver en esto su formación, su educación personal?
MC.- Tuvo una formación católica e incluso estuvo en el seminario. Él desde el principio ha estado buscando una respuesta que respondiera a su deseo y lo estuvo buscando toda la vida. A partir de Mayo del 68 muchos se vuelven escépticos, muchos seguían en ETA porque salir de allí tenia un coste muy grande: te podían matar. Pero continuar en ETA era estar en un proceso criminal acelerado, en el que ya no puedes salir, como Yoyes, por ello, sólo alguien que descubre que la vida tiene un valor más alto que eso puede afrontar una situación así, y esto lo aprende de su tradición católica y en el seminario.
WE.- Una sociedad que está en la regla del “todo vale” es difícil de arreglar ¿qué futuro vamos a dejar? Estas personas tenían compromisos, pero actualmente prevalece la tranquilidad, que no me compliquen la vida…
MC.-Está claro que estamos en un proceso de crisis, y no solo económica. Esta agudiza o saca a la superficie una crisis más profunda que se mantiene como enterrada mientras el capitalismo sea capaz de satisfacerlo, pero cuando el capitalismo se debilita un poco, y es muy posible que en el futuro nos cueste mantener el nivel económico que actualmente tenemos, ese malestar que el capitalismo mantiene tranquilo, sale a la superficie.
Cuando se producen las crisis es difícil ver cual va a ser el resultado, como vamos a salir de ello y ahora mismo no lo vemos. Es muy interesante la entrevista con Marion ya que él intenta diferenciar si estamos en crisis o en un periodo de decadencia, intentando diferenciar una cosa de otra.
WE.- Cada vez más se habla de un proceso de decadencia…
MC.- Sin duda es un proceso de decadencia porque vamos de una propuesta de sentido que está decayendo, pero no sabemos como saldremos del mismo.
En el turno de preguntas en mis conferencias, siempre sale hablar del pasado…que pudo ser mejor o peor, pero el pasado no es el presente.
Hay que ver lo positivo del presente, intentar entenderlo y entender la estructura del deseo y así ir al corazón del hombre, entender como es el proceso educativo donde están los chicos, y a partir de ahí averiguar como acompañarles.
Ahora que se cumplen 50 años de Mayo del 68 no podemos dejar pasar la oportunidad de intentar comprender donde estamos e intentar averiguar a donde queremos irnos para empezar a dar algunas ideas o generar algunos movimientos que nos hagan vivir mejor.
WE.- En Madrid se han realizado dos exposiciones sobre este tema, una de ellas en la Biblioteca Nacional. Uno de los comisarios decía no hace mucho en una entrevista que había sido un fracaso.
MC.- Es un error pensar que la revolución de Mayo del 68 fue una revolución que sencillamente fracasó. Así nos acercaríamos a ella para estudiar un momento histórico como arqueólogos, pero así no permite tener una verdadera perspectiva de ver una revolución que ha cambiado nuestra manera de desear hoy.
No pensamos que la respuesta “a lo que queremos” sea lo mismo que lo que pensaban las personas anteriores a mayo del 68. Si nos damos cuenta de esto, esa transformación de la búsqueda del sentido es lo decisivo para entender el mundo de hoy, y eso se produce sobre todo cuando decae el 68. Surge en el momento en que los jóvenes que han participado en mayo del 68 empiezan a preguntarse por qué no quisieron tomar el poder, ¿que esperaban de la vida realmente?, y entonces se empieza a hacer el camino.
WE.- Incluso algunos tomaron caminos capitalistas…
MC.-Encontraron en la satisfacción temporal o paliativa del capitalismo una manera de adormecer ese sentido que cuando eran jóvenes tenían en el corazón de una forma muy intensa. Es curioso que el mismo que funda el movimiento hippie funda luego el movimiento Yuppie en EEUU.
WE.- ¿Contentos del trabajo?
MC.- Hacer un libro de entrevistas requiere mucho movimiento, traducciones, reflexiones, estudiarse a cada uno antes de la entrevista etc. Un trabajo increíble. Pero estamos muy contentos con el resultado. Las 10 entrevistas son como plásticos de colores transparentes, que uno pusiera encima de otro y al juntarlo sale un color totalmente inesperado. Son perspectivas totalmente distintas, pero se unen en una explicación de cómo es la sociedad contemporánea. De tal manera que resulta muy convincente el camino hecho…y no nos hemos dado cuenta de este camino.
WE.- No se ha hecho la reflexión, se ha seguido andando… Se ha cambiado la forma de satisfacer el deseo, pero realmente estamos en otra dictadura, el consumismo…seguimos igual. Hasta que leí el libro no era consciente de la importancia que tuvo en el momento actual la falta de respuestas de Mayo del 68.
MC.- Esto lo fuimos descubriendo también nosotros…
Las conclusiones del libro nos hacen reflexionar. Mayo del 68 no fue una revolución del proletariado, sino la honda expansiva de los discursos sobre lo que se debería hacer y cómo se deberías vivir. Su objetivo era simplemente acabar con cualquier forma de autoridad. Ante este espíritu contestatario, un tanto inmaduro, la ausencia de alternativas, lo convierte en un fracaso.
¿Por qué muchos terminaron siendo capitalistas cuando habían estado luchando contra ello? ¿Por qué nunca coincidieron con el comunismo?
Desde Mayo del 68 el sujeto contemporáneo persigue un espectáculo que le saque de la realidad.
El momento actual es sin duda consecuencia de aquellas preguntas a las que no se les dio respuesta y como podemos ver, seguimos igual, los que proclaman el reparto se convierten en capitalistas. Pero no hay rebeldía, ante esto cabe preguntarse si queremos seguir así… o merece la pena una reflexión general que nos haga salir de ese círculo como sociedad.
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