“Puedes introducirte en el Yoga, en su camino, solo cuando estás totalmente frustrado con cómo es tu mente. Si aún esperas que puedes obtener algo a través de tu mente, el yoga no es para ti”. Estas palabras de Osho, místico y líder espiritual indio, fundador del Movimiento Osho, me han motivado aún más para apostar por iniciarme en esta práctica en 2016.
Se trata de uno de la disciplina de moda –no deberíamos llamarlo deporte, no lo es– y muchas celebrities y personas conocidas del mundo de la cultura y el espectáculo lo han ido haciendo cada vez más visibles. De ‘el yoga cambió mi vida’ de la actriz Jennifer Aniston a la modelo Angela Lindvall, que ha comentado en alguna ocasión que solo así consigue ‘mantener el equilibrio en el trabajo y sentirme bien cada día’.
¿En qué consiste exactamente?
Se trata de una serie de técnicas de origen antiquísimo en el que se da máxima importancia a la respiración, la relajación de la mente y del cuerpo, realizando una serie de posturas armonizadas mientras se realizan estrategias de meditación. Esto permite, por un lado, fortalecer y muscular, mejorar nuestra forma física. Por otro lado, son muchos los beneficios para la mente y es esto lo que suele atraernos más. Teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad en la que el estrés es un mal común, actividades como el Yoga resultan atractivas –y necesarias– para saber controlar la ansiedad y llevar una vida más satisfactoria.
Quienes lo practican destacan que se trata de ‘su momento’, aquel en que se despojan de preocupaciones y problemas, se dejan en los vestuarios y se trabaja para conseguir el equilibrio interior. Calma la mente y nos hace más estables y fuertes gracias a la meditación, a la concentración necesaria para poder realizar los ejercicios y esta se va asentando con la respiración profunda y pausada.
Ayuda a que se descanse mejor, nos hace más resistentes a la presión y facilita el sueño. Esto es lo que conlleva, en cierta manera, a una mayor claridad mental y a facilitar la toma de decisiones, entre otras cosas.
Iniciarse en el Yoga
Quienes estén pensando cómo dar los primeros pasos por este camino deben saber que hay varias maneras. Una, asistiendo a clases en centros especializados o en gimnasio. Es una forma interesante de iniciarse, pues van a poder explicarte mejor las posturas y ejercicios para ir arrancando. El único ‘pero’ es que seas de esas personas que no pueden concentrarse cuando está rodeada de gente. En ese caso puedes optar por lugares donde se impartan sesiones con un número muy reducido de asistentes.
La otra manera es por tu cuenta, mediante totorales y clases online que encontraremos en la red. Aquí va a ser fundamental la voluntad, algo clave en el mundo del Yoga, y la constancia, otro punto muy importante si queremos practicar esta disciplina.
Este último camino es el que voy a probar yo, concretamente voy a probar con cinco vídeos de iniciación, gratuitos, que ofrece una especialista en Yoga, Lucía Liencres. Podéis acceder a su web haciendo clic aquí: http://www.lucialiencres.com. Una vez entréis, en la parte abajo de la intro de la página hay un formulario para rellenar donde te apuntas gratis a sus clases de yoga online, cinco primeras sesiones. ¡A ver qué tal!
Ejercicios posturales
El yoga funciona mediante posturas, las llamadas asanas. Estas tratan de unir el cuerpo y la mente y para realizarlas adecuadamente y conseguir esa conexión hay que tener en cuenta tres factores: la inmovilidad, la relajación y la duración de los ejercicios posturales.
Los nombres de algunas de estas son Loto, el Gato, el Niño, el Perro, la Rana, la Cobra, la Silla, el Pez, el Guerrero, la Vela y el saludo al Sol, entre otros.
Existen además varios tipos de yoga. Está el más tradicional y clásico, el más preciso, llamado Hatha Yoga. Es muy recomendable para el control del cuerpo y perfecto para principiantes, para empezar o terminar el día. Ayuda a disminuir el estrés, la ansiedad y el insomnio, entre otros beneficios.
Otras variantes son el Power Vinyasa, más dinámico y que combina posturas dinámicas con la respiración. Es adecuado para quienes ya hayan practicado yoga y permite activar el sistema nervioso central, además de fortalecer el cuerpo y darle gran elasticidad.
Espero que os haya resultado interesante este acercamiento al mundo del Yoga y espero este 2016 contaros más sobre los beneficios que seguro pronto empezaré a experimentar en primera persona. Yo ya lo he incluido entre mis propósitos de año nuevo.