Somos muchas las que cuando llegamos por la casa, después de un largo día de idas y venidas, tenemos que hacer un gran esfuerzo por desmaquillarnos. Que sí, que sabemos la importancia que tiene este ritual, pero más de una nos lo saltamos a la torera según a qué hora crucemos el umbral de la puerta… ¿Verdad o mentira?
En este post queremos recoger las rutinas de belleza imprescindibles si queremos de verdad cuidar nuestra piel y os damos unos consejitos para superar la pereza, pecado capital en el que más solemos caer en esto de mimarnos por fuera.
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- Crema de día. Es la primera oportunidad para cuidarnos que nos brinda la jornada. Al levantarnos, lo que solemos hacer es lavarnos la cara con agua fría para despejar la piel y despertarnos del todo. Yo normalmente aprovecho después para lavarme los dientes, hacer la cama y ya después, cuando llevo unos 15 minutos en pie, me aplico mi hidratante de día. Consigo así dejar respirar el cutis antes de la loción.
- Contorno de ojos. Quienes sufrimos de ojeras o bolsas en los ojos, bien por cansancio o por caprichos de la genética, no obviamos la importancia del contorno de ojos. nada más terminar con la crema de día, aplícate un contorno anti fatiga que ayude a descongestionar esa zona tan sensible de la cara.
- Hidratante corporal. Esta la aplicamos normalmente tras la ducha. Si somos de las que dejamos el baño para la noche, pues podemos irnos a la cama con esa sensación de bienestar que genera el olor de las lociones y la suavidad que deja en la piel. Si por el contrario preferimos arrancar la mañana pasadas por agua, es importante que tengamos en cuenta, a la hora de elegir body mil, uno que sea de rápida absorción para poder ponernos después la ropa.
- Desmaquillante. Uno de los más importantes… y de los pasos que más pereza da. Después d un largo día de trabajo o cuando volvemos de algún evento, ¿a quién le apetece pasar cinco o diez minutos retiran el maquillaje de la cara? Pues bien, cada día que no lo hacemos nuestra piel envejece un poquito más y nuestro cutis se va apagando, así que no deberíamos ni dudarlo. Ahí está la clave, como en otras facetas de la vida, en pasar directamente a la acción sin preguntarse si apetece o no. Existen toallas desmaquillantes que facilitan la primera ‘retirada’, después podemos usar una loción líquida limpiadora o una leche hidratante que, con discos de algodón, ayudan a quitar cualquier resto de pintura en el rostro. A continuación, lávate la cara con agua fría y listo.
- Crema de noche. Para terminar el día, crema de noche. Sus componentes y propiedades son muy diferentes a la que se usa de día, así que no debería importarnos usar esta indistintamente. En caso de no tener de noche, mejor no utilizar. Es importante que mientras dormimos la piel respire y se oxigene.
- Mascarilla facial. Podemos ir a un centro de estética o comprar algunas de las propuestas que las firmas de cosmética ya tienen en el mercado y con muy buenos resultados. Al menos una vez por semana es recomendable realizar una limpieza más profunda de la cara y utilizar estas mascarillas. Tu rostro te lo agradecerá.
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