Un abc para lo que queda de Navidad siempre viene bien, y más en estas fechas que,-aunque parezca mentira-, no hay tiempo para nada. Por eso mismo, se nos pueden quedar atrás las cosas realmente importantes.
Ahora que estamos en el paso del ecuador de nuestra Navidad, es el momento idóneo para pensar.
Me gustan especialmente las palabras que emplea la escritora sueca y Premio Nobel, Sigrid Undset, para definir el espíritu de la Navidad:
En mi casa, en casa de mis padres, me inculcaron que en Navidad no hay que pedir nada a nadie, sino que todo el mundo ha de esforzarse por hacer lo más que pueda; el más feliz es aquel que más sirve al prójimo en estas fiestas santificadas (Undset, 2007, p. 35).
A) Navidad es un momento en el que se funden lo viejo y lo nuevo
Pero sin perder el contacto con la realidad. No hacer depender nuestra felicidad durante estos días ni del confort, ni de la nostalgia o de un futuro idealizado.
Hace unos días me preguntaban en un programa de radio, ¿cuál ha sido tu mejor Navidad? ¿La que recuerdas con más encanto? Y rápidamente respondí sin dudarlo: «ésta, la presente de 2018. Estoy convencida de que ningún tiempo pasado fue mejor. El futuro, que es lo que está en nuestras manos, es lo que podemos dirigir. Y no siempre…»
Nos olvidamos,-como explica Ferrán Caudet en su libro «De la ReVeldía Creativa a la Economía Humana«-, que dejamos de poner el foco en las decisiones transformadoras y viables que podemos tomar hoy si nos comprometemos con la vida y escuchamos nuestra intuición (2018).
B) Dar cosas con sabor a ti
Las mejores cosas que podemos dar con nuestro sabor a los demás, somos nosotros mismos. A través del comportamiento de cada día. Ofrecer lo que somos.
C) Da un toque circular a tu consumo
Reconozco que sostenible y consumo son dos palabras incompatibles. Pero ahí está el reto. Resulta imprescindible hacer sostenible el consumo. Una posibilidad que se nos presenta es dar una oportunidad circular a nuestro modo de consumir.
La economía circular es reparadora y regenerativa, y pretende conseguir que los productos, componentes y recursos en general mantengan su utilidad y valor en todo momento. Distingue entre ciclos técnicos y biológicos.
La economía consiste en un ciclo continuo de desarrollo positivo que conserva y mejora el capital natural, optimiza el uso de los recursos y minimiza los riesgos del sistema al gestionar una cantidad finita de existencias y unos flujos renovables. Además, funciona de forma eficaz en todo tipo de escala (Ellen McArthur Foundation).
Fuente: Ellen McArthur Foundation
Por eso mismo, ahora, en época de mucho consumo me atrevo a plantear un tema para pensar.
¿Cómo son mis compras?
¿Están enfocadas a la circularidad?
¿Cuando compro, pienso en cómo reutilizaré ese objeto cuando ya no me sirva?
Os dejo varios vídeos sobre economía circular. Ellen McArthur es la presidenta de la fundación que lleva su nombre.
A parte de divertiros un rato con la lectura de este artículo, habrá merecido la pena escribirlo solo con que una persona cambie su forma de consumir UNA VEZ. Aunque el cambio no sea definitivo. Ya será muy bueno, por el simple hecho de haber experimentado la satisfacción de hacer el bien.
Nos quejamos del consumismo, pero seguimos comprando y gastando materiales y energía son control. Me gustan especialmente las palabras de Kate Fletcher en las que dice nuestra forma de consumir cambiará cuando escaseen las materias primas. Solamente en ese momento pasará a ser más experiencial.
Y la tendencia ya está ahí, os animo a ojear las últimas apariciones de la realeza europea, donde están tirando de armario y sacando prendas con historia. Además, cada vez son más frecuentes los artículos de esta temática en las revistas de moda ¡por algo será!
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