El lugar también influye en el mensaje de la imagen. Este es el argumento principal que transmite Mohammad Metri a través de su obra artística. Este fotógrafo iraní residente en Teherán posee una obra excepcional.
Mohammad Metri: «En este conjunto de fotos, las ubicaciones cambiarán junto con los elementos. Los seres humanos en diferentes lugares tienen una reflexión de comportamiento diferente e incluso usan sombras para ocultar su comportamiento real. El motivo del tema femenino en estas fotos es la complejidad femenina inherente a ellas. Sin embargo, el motivo del vestido a rayas era crear una sensación de vaguedad y alucinación en el observador. Los espejos, por otro lado, demuestran el sentido de reflexión».
Las palabras del autor señaladas en el párrafo anterior sirven como punto de referencia para el desarrollo del tema de hoy: el lugar también influye en la imagen.
Suele ser frecuente escuchar cierto argumento relacionado con la libertad en la forma y gusto a la hora de seleccionar nuestra indumentaria. Sobre todo en el ámbito femenino se defiende el argumento del «voy como quiero y dónde quiero».
Aunque estas palabras sean legítimas como argumento, carecen de realismo. Sencillamente porque nuestra libertad se topa con límites porque somos seres sociales. No estamos solos en el mundo y hemos de contar también con la repercusión que nuestras elecciones tienen sobre los demás. Y dentro de estas, el lugar también influye en la imagen que transmitimos, sea el lugar donde nos movemos o aquel donde nos situamos, o nuestra posición o posturas. Todo está en función de un «lugar» como podemos ver en las fotografías.
La obra artística de Mohammad Metri
La obra de este autor resume de forma excepcional la frase de Squcciarino en la que dice: ‘el cuerpo es el vehículo a través del cual puede ser transmitido incluso lo que está inhibido en la palabra y en el pensamiento consciente: es una estructura lingüística, habla, revela infinidad de informaciones aunque el sujeto guarde silencio’.
Junto a esta idea, Arancha Felipes, autora de Moda, personalidad y estilo. Coaching de imagen e identidad personal, añade la de Abercrombie, ‘conversamos con todo nuestro cuerpo, establecemos con el entorno: el lugar también influye en la imagen’.
Estoy convencida de la necesidad de divulgar y difundir una mejor imagen de la mujer a través de los medios y cada una en el lugar que ocupa en la sociedad. Y considero como irresponsables las afirmaciones que he comentado al principio de este artículo. No podemos desentendernos de los mensajes que transmitimos con nuestras elecciones.
El lenguaje del cuerpo habla de valores o de antivalores. Por lo tanto considero muy beneficioso cultivar valores que nos hagan crecer en dignidad, elegancia, distinción, y energía positiva en general. Valores que sumen y no resten. Que sirvan para generar positividad.
Cuando no tenemos nada que proteger, todo queda al descubierto. Posiblemente ese es el problema de nuestros días. Las ideas están en crisis, no se fomenta la reflexión, la crítica o el desarrollo del pensamiento. En consecuencia los hombres y las mujeres no tienen nada que proteger, ni desarrollan una sensibilidad que los haga valiosos. El resultado es una excesiva exposición del cuerpo, y sobre todo una exposición sin sentido.
Les dejo una recomendación bibliográfica interesante, es el libro editado por Reina Lewis titulado Modest Fashion (Moda Modesta), aunque no está traducido al castellano, su lectura en inglés no presenta dificultad excesiva.
En este libro se abordan diferentes aspectos que intervienen en el desarrollo del valor de la modestia a través de la moda. Tomando como punto de partida la influencia del valor y la influencia positiva de las religiones en el uso de la indumentaria. Hace un recorrido por diferentes lugares: el espacio físico, internet, la influencia de la industria de la moda y los medios de comunicación.
Referencias:
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