Retomamos las entrevistas a mujeres esenciales para humanizar el mundo. Recordamos que esta serie nació con el objetivo de mostrar perfiles femeninos que entienden a la persona como una realidad dimensionada y transversal. Que se expresa en lo corporal y en la psique a través de la dualidad. Haciéndose posible de esta forma el descubrimiento de la identidad recibida, poder experimentarla y sentirla. El mundo necesita seguir reconociendo la dignidad absoluta de la esencia humana como única e irrepetible, así como su carácter relacional, siempre abierto a otros.
En esta ocasión hemos depositado la mirada en la fotógrafa Mercedes Vizcaíno (Guadalajara,1968), que hasta el 13 de agosto estará exponiendo en la sala de exposiciones del Teatro Zorrilla bajo el patrocinio de la Diputación de Valladolid.
Su seña de identidad es la fotografía analógica en blanco y negro, al método tradicional. De formación autodidacta, comenta como se encontró de modo casual frente a una cámara de medio formato –Rolleiflex- y desde que “contemplé lo que allí se producía no he podido dejarlo”.
Ella misma revela y positiva las fotografías. Solamente cuando se trata de grandes tamaños lo hace de forma externa.
Su trabajo está centrado en dos líneas: Utopía y Sociología, siendo Utopía con la que más se identifica y es la que muestra en sus exposiciones. Utopía, mundos reales o irreales, cercanos y lejanos en el tiempo y en el espacio.
“Todas mis fotografías forman un trabajo único. Cada imagen no pretende contar una historia, pero quienes las contemplan las suelen imaginar. Son fotografías hechas en lo cercano, lo cotidiano, lo simple y lo sencillo, sin complicación, en lo que la vida me regala”.
Utopía refleja la imagen del mundo sencillo y sincero en el que le gustaría vivir.
“UTOPÍA es el título de esta exposición y del conjunto de mi obra. Todas las imágenes forman una unidad. No trabajo por temas ni proyectos, juntas representan un trabajo único desde que comencé mi andadura”.
Cada imagen no pretende contar una historia, pero quienes las contemplan pueden imaginarlas:
“Cuando las escucho me doy cuenta de que hablan de mí, de mi mundo interior, del universo que anhelo: un mundo lento y silencioso. Quizá sea la infancia ese tiempo en el que a través de la cámara vuelvo a propia voluntad”.
M.M Malavé dice de ella en el catálogo de la exposición:
“UTOPÍA es una muestra cercana al hombre sin más, en la que lo tradicional viene recreado por una llamativa carga de originalidad artística, creadora de situaciones visuales novedosas. Figuras humanas rodeadas de lo natural, con talante fresco, alegre y sencillo”.
La presente propuesta invita a detenernos frente al
- misterio oculto de la vida…
- del movimiento, del silencio…
- de la alegría de la infancia y de la fuerte humanidad de la figura femenina…
Woman Essentia.- ¿Cómo explica Mercedes Vizcaíno esto?
Mercedes Vizcaíno.- Es curioso porque nunca hay una pretensión detrás de cada disparo, pero ciertamente veo que el mundo interior se despliega sin intervención de la voluntad.
WE.- ¿Qué papel juega el ser humano en la fotografía de Mercedes Vizcaíno?
MV.- Por lo que contemplo como espectadora es el papel fundamental, al final el ser humano es el único que es un fin en sí mismo y eso tiene un atractivo poderoso.
WE.- ¿A qué nos invitas a través de tu pura fotografía?
MV.- Creo que invito a la contemplación, a ver más allá con menos.
WE.- ¿Qué supone lo analógico y el dejar a un lado los retoques y los efectos?
MV.- La vida es defectuosa y eso es lo que hace que sea, precisamente, vida. No me importan el polvo u otros fallos, a veces inevitables, al menos para mí. La vida es polvo y errores y así me libero de la presión del perfeccionismo. Las fotografías hiperperfectas me transmiten irrealidad y vacío.
WE.- ¿Cómo reflejan tus imágenes la belleza, las emociones, las vivencias?
MV.- No lo sé, supongo que es lo que reflejan la infancia, la feminidad, la soledad, el silencio, la quietud, la alegría, el estar y la vida sencilla.
WE.- ¿Qué pretendes provocar en el espectador con cada fotografía?
MV.- Curiosamente, nada. Disparo cuando lo que veo provoca en mí un impacto estético. Nunca pienso en lo que a otros les pueda parecer, gustar o provocar. Compongo belleza sencilla y disparo. No pretendo provocar nada, pero me consta que cada imagen impacta en el que lo contempla de un modo diferente según sus vivencias y su mundo interior; sobre la misma imagen me han contado múltiples historias diferentes, eso me encanta, pues a cada uno cada fotografía le habla a su manera.
En esta ocasión, Mercedes Vizcaíno muestra el tiempo detenido para captar, la evocadora figura de la mujer, de la infancia o de los ambientes sencillos. Miradas esenciales como la de esta fotógrafa son las que necesitamos para humanizar el mundo creado.
Y justo esto es lo que desprende el trato con Mercedes Vizcaíno. Una mujer concreta, exacta, clara, transparente, trabajadora, realista. Características que la hacen esencial.
Hasta el 13 de agosto de 2023 es posible contemplar en la sala de exposiciones del Teatro Zorrilla de Valladolid la obra de esta artista.
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