Hace cuatro años, el veterano cineasta Win Wenders recibió una propuesta de Dario Viganó, entonces prefecto de la secretaria para Comunicación de la Santa Sede. Viganó, un sacerdote que había hecho su tesis doctoral sobre la evolución del cine religioso, le planteaba al director de la brillante Paris, Texas rodar un documental sobre el Papa Francisco. Para realizarlo, Wenders tendría acceso al valiosísimo archivo del Centro Televisivo Vaticano y al propio Papa Francisco al que podría entrevistar con tiempo y calma.
La propuesta era jugosa y Wenders aceptó. El resultado es un documental muy potente que deja de lado al personaje para centrarse en su mensaje. No estamos ante una biografía de Bergoglio, no es un retrato personal ni familiar, no se nos cuenta nada de su historia, ni de su psicología, ni de su trayectoria hasta ocupar la Sede de Pedro. Ni, mucho menos, se puede leer este documental a la luz de las tristes polémicas que han rodeado al Vaticano en las últimas semanas.
Francisco, un hombre de palabra se centra en el mensaje del Papa, en los temas que están marcando la “agenda” de este pontificado, conectando estos temas con las enseñanzas de San Francisco de Asís. La tesis de Wenders es que el Papa Francisco ha tomado el relevo del santo italiano para reparar la Iglesia, haciéndola volver a los orígenes del cristianismo. Para acentuar ese paralelismo, Wenders inserta algunas imágenes en blanco y negro que recrean la vida del “pobrecillo de Asis” y que, todo hay que decirlo, rompen un poco el tono del documental.
Wenders se centra en los aspectos más “franciscanos” del mensaje del Papa, empezando por un largo prólogo con sus enseñanzas sobre el cuidado de la Naturaleza y siguiendo con su dura denuncia de la cultura del descarte que va dejando en la cuneta a los pobres, los ancianos, los enfermos y los niños. Es el propio Papa, a través de las cuatro largas entrevistas que le ha hecho Wenders y que ha grabado mirando a cámara –para mayor cercanía con el espectador-, el que explica su magisterio. Este recurso añade viveza, verosimilitud y realismo. No es alguien diciendo que el Papa ha dicho: es el propio Francisco el que lo dice.
Por otra parte, el enorme archivo televisivo del Vaticano presta imagen a muchas de las situaciones que el Papa describe. Hay imágenes muy conocidas… y otras inéditas. Tanto unas como otras ayudan a contextualizar el mensaje de Francisco y nos hablan de la importancia de los gestos, del cariño a las personas, de la oración serena y de la importancia que, para el Papa, tiene la Virgen y la Eucaristía.
Francisco, un hombre de palabra se presentó en el mundano festival de Cannes, el más famoso festival internacional de cine. Fue muy interesante observar la recepción de la crítica que, acostumbrada como está, a juzgar desde fuera las películas y normalmente con dureza si sus propuestas son morales, reconoció el buen trabajo de Wenders… y, sobre todo, la fuerza del protagonista.
Para quien admira los gestos del Papa, su apertura a las periferias, su ruptura con algunos aspectos formales del Papado pero nunca se ha parado a leer sus enseñanzas, este documental puede ser un primer paso para entender el verdadero sentido de estos gestos y de estas rupturas.
A quienes ven este Pontificado a través de titulares intencionados y escandalosos que anuncian la destrucción de la Iglesia les puede tranquilizar que algunas de las cosas que está proponiendo este Papa las propuso un santo incontestable hace la friolera de ocho siglos.
¿Qué te pareció este artículo? Deja tu opinión: