En esta novela, Francisco Hinojosa resalta el difícil papel que la reina Isabel la Católica, como mujer, desempeño en el ejercicio de su cargo. El autor destaca que en una época en la que las mujeres estaban totalmente discriminadas socialmente, ella, la Reina, convencida de su destino y dotada de una responsabilidad insuperable, gobernó con un sentido de estado del que carecían la inmensa mayoría de los monarcas de ese tiempo, demostrando que su condición de mujer no era un obstáculo para regir los asuntos de la política de forma magistral. Su educación y sus convicciones religiosas la guiaron en todo momento, y sus sentimientos humanos la impulsaban a preocuparse por el bienestar de sus súbditos y de todo el pueblo.
El protagonista de la novela, un visitante de otro tiempo, consigue ser recibido por la Reina en La Alhambra, en el mes octubre del año 1499; y curioso por saber sus reacciones ante distintas materias e ideas, le plantea cuestiones que eran difíciles de debatir en esa época, incluso algunas de ellas consideradas tabúes por incensurables, si bien el visitante lo hace con todo respeto y cuidado para no provocar rechazo o incomprensión.
En la aventura que se narra, se describe esa Granada del año 1499, con todo su ambiente, sus gentes, sus mercaderes y sus costumbres.
Y cobra especial protagonismo otra mujer, que había estudiado ciencias y latín, lo que era rarísimo en aquella época, de la que el viajero se enamora, surgiendo entre ambos una preciosa historia de amor.
La Reina interrumpió mis pensamientos diciéndome: "Cuando antes miraba el Albaicín, o she dicho que me imaginaba la cantidad de personas que viven allí, con sus familias, con sus hijos. Sé que muchos de ellos tienen su hogar en este barrio desde generaciones atrás, que son habitantes de Granada de toda la vida. Ahora son mis súbitos, y deseo con todas mis fuerzas que me vean como la reina que se preocupa por ellos, que anhela su bienestar. Si pudiese iría a conocerlos a todos, casa por casa, en ese precioso barrio que ahora es mío, no en el sentido de propiedad, sino de tenerlo en mi corazón".
Sobre el autor: Francisco Hinojosa Teba, autor de otras novelas como «Romance imperecedero en la posguerra» (2017). Abogado de profesión, disfruta razonando basándose en la lógica del Derecho, y así lo plasma con profusión en sus escritos. Su afición a la Historia, y especialmente a la época de los Reyes Católicos ha sido determinante para escribir esta novela, que ya va por su segunda edición.
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