El reciente libro Dios, la ciencia y las pruebas, de los franceses M.-Y. Bolloré y O. Bonnassies lleva más de 250.000 ejemplares vendidos en dos años y acaba de traducirse en España donde comienza a arrasar. ¿Qué tiene un libro aparentemente “científico” para captar a públicos tan diversos convirtiéndose en un bestseller como cualquier novela histórica?
En primer lugar, el asunto que aborda tomando el toro por los cuernos ya desde la introducción: ¿existe un Dios creador o el universo es exclusivamente material? Un asunto que nos afecta a todos y cada uno: según la respuesta enfocaremos nuestra existencia. Y se vive solamente una vez –como dice la canción-.
El libro se estructura en dos grandes capítulos y una conclusión. El primero, “Las pruebas vinculadas a la ciencia” gira en torno a la historia del Big-bang, su descubrimiento y sostenibilidad documentada en citas de cien grandes científicos, entre los que se encuentran Einstein y Gödel. Son impresionantes los datos de la represión que sufrieron en la URSS quienes se atrevieron a postularlo: si el universo tiene un comienzo en el Big-bang, Dios existe. Algo muy difícil de digerir para los jerarcas moscovitas. Los autores afirman: “sumirse en los fabulosos ajustes del Universo que han permitido su evolución culminando con la aparición de la vida, desemboca en un evidencia: el azar no es solución explicativa creíble. Esta constatación, tan revolucionaria como reciente, constituye desde los años 1970 el principio antrópico” (p. 178). El libro hace un exhaustivo repaso por el cosmos, la biología y el ADN, de la mano de los Premios Nobel que opinan al respecto.
El segundo capítulo, “Las pruebas al margen de la ciencia” se centra en La Biblia, Jesús y Fátima. La primera, con sus verdades humanamente inalcanzables, testimonia las peculiaridades del pueblo judío entre sus vecinos. Los autores afirman: “El Universo tuvo un principio absoluto, fue creado a partir de nada por un Dios exterior al Universo: una noción bíblica a contracorriente de todas las cosmogonías” (p. 343). Respecto de los Evangelios, el debate posterior ha sido: “Jesús es el Mesías (¿solo un hombre extraordinario o un Dios?) o, por el contrario, nunca existió”. Este libro va enumerando los datos para apostar por esta conclusión: “si Jesús es el Mesías y el hijo de Dios, es que Dios existe” (p. 391).
En cuanto a Fátima, el libro repasa pormenorizadamente los hechos en el contexto del Portugal de 1917 y siguiendo periódicos liberales principio no favorables a ningún milagro. Para concluir que “es un prodigio inexplicable, anunciado de antemano, por unos niños incultos, visto por una inmensa multitud, en medio de la hostilidad de quienes tenían el poder, con el objetivo de suscitar la fe” (p. 465). Es decir, se trata de un milagro.
Este apartado concluye con dos capitulillos más: la experiencia personal de cada uno apoyada en la idea de que “si Dios no existe, tampoco el mal y todo está permitido”: cuestión ante la que los hombres nos rebelamos instintivamente. Y “las pruebas filosóficas contraatacan”. Un repaso por la historia de ideas que culmina en «¿por qué Dios y no la nada?” Apasionante.
El libro es muy claro, didáctico, va acotando cada asunto y extrayendo conclusiones parciales que luego se retomarán en el último capítulo con ese título: “conclusión”. Allí se sienta una tesis: “el materialismo es una creencia irracional” (p. 503).
El lector se encuentra con un libro que no defrauda, un libro de alta divulgación, muy claro y didáctico, muy documentado y a la vez ameno. Un libro altamente recomendable avalado en su edición original por un prólogo de R. Wodrow Wilson, premio Nobel de física en 1978. Un libro que se ha ganado a sus lectores.
Michel-Yves BOLLORÉ y Olivier BONNASSIES. Dios. La ciencia. Las pruebas. El albor de una revolución. Madrid, Funambulista, 2023. ISBN. 978.84.1265.879.8
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