Los resultados extraordinarios sólo son posibles con un cambio de mentalidad.
Cerramos un año más, en el calendario, con una mirada crítica y constructiva sobre algunos acontecimientos que han marcado especialmente nuestra conducta y de quienes nos han acompañado. O tal vez sea al revés: nuestras decisiones han asentado las bases que a su vez han construido las escenas principales de esta película que está a punto de cumplir los 365 días. ¿No es maravilloso que nos demos cuenta que podemos ser – al mismo tiempo- guionistas y actores en nuestro quehacer diario?
Compartimos en esta ocasión un interesante libro de empresa, cuyo texto puede aplicarse a cada segundo de nuestra vida. Estimo que es una suerte topar con ejemplares como el que lleva por título: “MENTALIDAD FUERA DE LA CAJA. Ver más allá de nosotros mismos”
La editorial Empresa Activa, dentro de su colección Narrativa Empresarial, ha publicado un peculiar texto, fruto del trabajo de investigación que desempeña THE ARBINGER INSTITUTE, una organización que proporciona servicios de consultoría y formación a grandes organizaciones. Su metodología está basada en más de 45 años de investigación en el comportamiento humano y la motivación. Su sede está en Estados Unidos y tiene representantes en los cinco continentes.
La originalidad del texto se descubre desde las primeras líneas del Prefacio donde se pide al lector que piense en las tres personas que más nos gustan en nuestra vida. También sobre las dos personas que hayan tenido una influencia más positiva para cada uno de nosotros. Más tarde nos invita a reconocer el mejor jefe que hayamos tenido y la persona que nos inspira para dar lo mejor de nosotros mismos. El siguiente paso es recordar a nuestros tres compañeros de trabajo preferidos. Para centrarnos, como remate, en la persona que más respetamos. Interesante ejercicio.
Como lo es, también, leer que la mayoría de nosotros operamos con una mentalidad hacia dentro, centrada por tanto en nuestros propios objetivos y metas.
Además, solemos enfrentarnos a situaciones de ineficacia personal o de organizaciones disfuncionales buscando “soluciones –parche”, en lugar de reconocer la mentalidad, la causa, el para qué que subyace en la mayoría de los problemas que se nos presentan. Este texto nos indica algunas herramientas para que dispongamos de una mentalidad mucho más abierta, generosa y expansiva; derivando en organizaciones más innovadoras y cohesionadas. Un excelente propósito.
“Cuando deliberan del límite que suponen sus propias preocupaciones, los miembros de un equipo profesional son capaces de considerar otras opciones que no se les podían ocurrir con una mentalidad dentro de la caja. Pensando conjuntamente en el resultado colectivo, se logra adoptar una mentalidad fuera de la caja. Estas dos mentalidades- dentro de la caja y fuera de ella – son los dos extremos de un continuo. La responsabilidad, la colaboración, la innovación, el liderazgo, la cultura y el valor para los clientes mejoran si las empresas implementan una mentalidad fuera de la caja en sus estrategias, estructuras, sistemas, procedimientos y trabajo diario”.
Adoptar una mentalidad fuera de la caja, cambia nuestra manera de ver, de considerar a los demás y de interactuar con ellos.
Al dirigir nuestra mentalidad hacia fuera, vemos y tenemos en cuenta no solo nuestras necesidades, sino también los objetivos de los demás. Al tener en cuenta a los otros, se nos ocurren mejores ideas porque pensamos y nos comportamos de distinta forma. Con una mentalidad fuera de la caja nos interesamos por los demás, los vemos como personas.
Por el contrario, con una mentalidad dentro de la caja, vemos a los demás como objetos que nos pueden ayudar a satisfacer nuestros intereses. Consideramos que los que pueden ayudarnos son vehículos. Los que nos ponen trabas son obstáculos. Y aquellos cuya ayuda creemos que es innecesaria, son irrelevantes.
“No debemos confundir la introspección con una mentalidad dentro de la caja, porque esta actitud también puede dirigirse hacia las relaciones que uno tiene con los demás y ésta es la esencia de una mentalidad fuera de la caja. Es conveniente mirar hacia dentro para ver cómo nos relacionamos con lo que está fuera”.
Dado que tener una mentalidad fuera de la caja comporta tantas ventajas, ¿por qué querríamos tener una mentalidad dentro de la caja? Es tentador echar la culpa a las circunstancias difíciles o personas problemáticas. Pero, el obstáculo somos nosotros mismos y cuando dedicamos tiempo y energías a elaborar justificaciones lo hacemos a expensas de las contribuciones que podríamos hacer a la mejora general de los resultados de nuestro equipo. Otro punto interesante para reflexionar es que a menudo – en el escenario laboral – tenemos una mentalidad dentro de la caja con algunas personas y fuera con otras, debilitando el éxito final de una organización, proyecto, empresa.
“Piensa en aquellos momentos de tu vida en los que has estado más implicado y consciente. ¿En quién y en qué te focalizabas? ¿En ti mismo o en algo más grande que incluía a los demás?”
Quienes trabajan con una mentalidad fuera de la caja asumen la responsabilidad de su impacto en el resultado de sus subordinados, de los clientes, de los compañeros y los directores. Rinden cuentas de su efecto en los efectos generales de la organización.
La observación de THE ARBINGER INSTITUTE en este campo nos perfila un patrón para quienes trabajan de forma continuada con esta mentalidad. Así la conducta laboral que muestran estos individuos se define con tres puntos fundamentales:
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Ven las necesidades, objetivos y retos de los demás
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Adaptan sus esfuerzos para ser más útiles para sus compañeros.
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Miden y rinden cuentas que el impacto de su trabajo tiene en los demás.
Ahora bien, si el objetivo de cambiar de mentalidad es que seamos conscientes de los demás, sólo se podrá conseguir si los individuos están preparados para adoptar otra mentalidad sin esperar que los otros hagan lo mismo. La tendencia natural de la mentalidad dentro de la caja a esperar que cambien los demás antes de hacerlo uno mismo, es una trampa muy común en las compañías.
“Los ejecutivos quieren que los empleados cambien, pero los empleados esperan que lo hagan antes sus líderes. Los padres quieren que cambien sus hijos, pero los hijos esperan lo mismo de sus padres. Y los cónyuges siempre esperan que cambie el otro”
Todos esperan.
Así que no ocurre nada.
Por tanto, el movimiento más importante consiste en desbaratar cada uno su propia resistencia y actuar de la manera en que deseamos que lo hagan los otros. Este proceso de transformación tal vez sea menos doloroso y más rápido si aprendemos de las historias reales, ejemplos comunes y herramientas prácticas que nos presenta este libro.