Anastasie, Llunga, Nyota, Ngoie y su madre, cinco mujeres valientes de la República Democrática del Congo, que han contado al mundo su terrible historia, el horror de unos hechos que cambiaron para siempre sus vidas. El director de cine Wim Wenders rescata este puñado de historias invisibles en el film «Crímenes invisibles»1. Es uno de los relatos del largometraje «Invisibles», realizado por la productora de Javier Bardem para Médicos sin Fronteras. Fue galardonado como mejor largometraje documental en los Premios Goya de 2007.
De los veinte peores países para vivir siendo mujer, identificados por la organización ONE y recogidos en un informe reciente de la ONG CODESPA2, dieciséis se encuentran en el continente africano. La RD del Congo ocupa el primer lugar, seguida de Níger, Somalia y Mali.
Las protagonistas de «Crímenes invisibles» son solo cinco de las más de cien mil mujeres, que cada año son víctimas de violencia sexual en la RD del Congo. Estas cinco mujeres renuncian al anonimato, recordando lo que no tendrían que recordar, para abrirnos los ojos a miles de crímenes que quedan impunes. A sus víctimas no le queda otra alternativa que sufrir, callar y en la medida en que puedan, olvidar… no les queda más futuro que sobrevivir, con hijos a su cargo y un dólar diario o sin trabajo, socialmente rechazadas tras perder a su marido y sufrir violaciones en masa. Siendo ellas las víctimas de esos crímenes, son las que reciben la condena.
La violación de los derechos humanos de la población civil, sobre todo de mujeres y niños, sigue siendo hoy una dolorosa realidad provocada por el complejo y largo conflicto que lleva devastado el país todos estos años.
Siendo ellas las víctimas de esos crímenes, son las que reciben la condena
A las antiguas guerras civiles entre las más de 200 etnias existentes, se sumaron las presiones en 1994, del desplazamiento de dos millones de ruandeses hutus. Los hutus habían sido autores del genocidio de los tutsis en Ruanda y Mobutu, el dictador del antiguo Zaire, les había apoyado. Después, cuando los tutsis consiguieron el poder, Mobutu acogió en Zaire a los que se vieron obligados a huir. La Primera Guerra del Congo (1996-1997) estalló cuando las tropas del presidente ruandés, aliadas con soldados ugandeses, derrocaron a Mobutu y exterminaron a sus rivales hutus, poniendo a Kabila en el poder y renombrando al país como República Democrática del Congo.
Tan solo un año después, la intención de Kabila de expulsar a las tropas ruandesas y ugandesas, el alzamiento de los sectores contrarios a su mandato y las promesas incumplidas de democratización, hicieron detonar la Segunda Guerra del Congo, también llamada la Gran Guerra de África, la Guerra Mundial Africana o la Guerra del Coltán. Los combatientes eran de nueve naciones, además de las veinte facciones armadas del propio país, y se libró oficialmente entre 1998 y 2003. Sin embargo, la paz fue inoperante durante los años siguientes en muchas regiones y los soldados de milicias no organizadas siguieron provocando violaciones masivas, torturas y limpieza étnica.
Por si fuera poco, a estas luchas se han añadido intereses económicos por el control de las minas que explotan los yacimientos del país de diamantes, oro, petróleo, cobre, cobalto, uranio y coltán. El coltán es un mineral metálico compuesto por columbita y tantalita (de ahí su nombre, abreviatura de los dos) y el 80% de las reservas mundiales se encuentran en el sudeste del Congo. Este mineral se utiliza en la fabricación de teléfonos móviles, tabletas y otros dispositivos electrónicos, así como en la industria aeroespacial, militar, tecnológica (fibra óptica, superconductores), médica (aparatos de diagnóstico), petrolera (tuberías), etc.
De los 20 peores países para vivir siendo mujer, 16 de ellos se encuentran en el continente africano
Los que se apropian del control de las minas, explotan laboralmente y esclavizan a los habitantes de esas zonas -entre ellos, niños- y en muchos casos les obligan a huir, utilizando como armas la violación y la tortura. Estos conflictos han provocado la falta de servicios y alimentación de la población, migraciones forzadas y enfermedades, que han añadido más muertes al genocidio de la guerra. El balance de cerca de seis millones de muertes es el mayor en el mundo desde la Segunda Guerra Mundial.
La riqueza natural de la RD del Congo, que podría construir el bienestar de sus habitantes, es sin embargo la causa de nuevas espirales de violencia y de aplastamiento de sus derechos. Mientras la RD del Congo sigue siendo uno de los diez países más pobres del mundo, existe un complejo conflicto geopolítico en torno a sus yacimientos, en el que se mezclan los intereses del Estado y de los países fronterizos, de las guerrillas que operan en la región, de las multinacionales occidentales y de los contrabandistas.
Las organizaciones de derechos humanos han insistido en la necesidad de regularizar la explotación de los “minerales en conflicto” y se ha conseguido que el Parlamento Europeo aprobara en marzo de 2017 un proyecto de ley para evitar que el comercio de minerales financie conflictos armados y alimente violaciones de derechos humanos. Las nuevas reglas obligan a todos los importadores europeos a comprobar el origen de sus importaciones. Los grandes fabricantes que utilizan estos materiales también deberán informar sobre las medidas de verificación adoptadas para garantizar que se abastecen de forma responsable. Comenzará a aplicarse el 1 de enero de 2021, para dar tiempo a los países a designar a las autoridades competentes y que los importadores se familiaricen con sus nuevas obligaciones.
Además de la luz que arrojan sobre estos crímenes, el film «Invisibles» y nuevas reglas sobre “minerales de conflicto” de la UE, existen proyectos de ONGs en beneficio de la RD del Congo con los que todos podemos colaborar.
De los 10 proyectos de cooperación al desarrollo de la Fundación CAUCE en la RD del Congo, 9 de ellos se dirigen a la mujer: atención especializada a mujeres con problemas ginecológicos y obstétricos en varias comunidades rurales; fortalecimiento del derecho de la salud de la mujer –capacitación del personal que presta su servicios de salud materno infantil o dotación de equipamiento sanitario en unidades ginecológicas-; formación para el emprendimiento y la autonomía económica de mujeres campesinas y de entornos rurales, con el fin de asegurar su soberanía alimentaria. El otro proyecto es la dotación de infraestructura para permitir el acceso al agua potable en seis comunidades y reducir las enfermedades derivadas del consumo de agua contaminada.
El proyecto «Tecnología libre de conflicto» de la ONG ALBOAN tiene diferentes propuestas para ayudar a detener la financiación de los grupos armados y de la explotación de niños, mujeres y hombres en las minas de los codiciados “minerales en conflicto”, también llamados “minerales de sangre”. Se recogen firmas para seguir impulsando la aplicación efectiva de la nueva regulación de la UE, a nivel legislativo y en la práctica responsable de las empresas, y se facilita tanto la colaboración económica como el reciclaje y reutilización de teléfonos móviles.
En la Fundación CODESPA llevan varios años trabajando en Goma, la ciudad del mundo con más violaciones al día (36), una zona de refugio que ha triplicado su población porque los grupos armados, el mercado ilegal de diamantes y el conflicto, asedian a la población de los alrededores. Tienen un proyecto de ayuda a las mujeres víctimas de la violencia, ofreciéndoles apoyo “psico-social” y formación profesional y permitiéndoles desarrollar un oficio que les haga independientes y les permita dar un futuro a sus hijos.
Son armas con las que cortar la financiación de otras armas de guerra y medios para seguir proyectando luz sobre historias terribles, para que se conviertan en historias con futuro… ¿Tú, qué clase de historias quieres que muestre tu móvil?
1 El vídeo «Crímenes invisibles» es el film de Wenders que, junto a los de Coixet, León de Aranoa, Barroso y Corcuera, sacan a la luz las historias hasta entonces invisibles de sus protagonistas, en diferentes países del globo, y la ayuda de personas que nunca les abandonaron.
2 Informe ‘Mujeres africanas. Mirada al futuro’ de la Fundación CODESPA.
Mujeres en Africa
¿Qué te pareció este artículo? Deja tu opinión: