El discurso de Oprah fue muy estudiado, y llegó al corazón de muchos, no era el típico discurso político, sino inspirador, emotivo, muy story telling, y sobre todo muy diferente de lo que estamos acostumbrados a oír, sin embargo faltó algo fundamental: la coherencia.
“¡Oprah presidente!” Fue la respuesta inmediata en las redes sociales después de su discurso, al recibir el pasado 8 de enero el máximo galardón de los Globos de Oro: el premio Cecil B.DeMille, en honor a su carrera en la industria del cine.
El discurso fue muy estudiado, y llegó al corazón de muchos, no era el típico discurso político, sino inspirador, emotivo, muy story telling, recordando etapas de su vida y otras en las que verdaderos líderes salieron adelante, logrando grandes hitos, y sobre todo muy diferente de lo que estamos acostumbrados a oír, sin embargo faltó algo fundamental: la coherencia. No hay que olvidar que las palabras deben estar en consecuencia con nuestros actos.
Oprah olvidó decir que estos líderes tuvieron que luchar por unos ideales, por la justicia y dignidad, sufriendo el desprecio, no los aplausos ni recibiendo premios, y por supuesto, nada en común con las comparaciones aludidas sobre los últimos sucesos de Hollywood o la situación de las niñas de color. Es normal que las palabras cuidadas causen expectación, pero se quedan en eso: palabras, en el momento oportuno.
Empezó contando la anécdota sobre su reacción cuando era niña, y vio por la tele (en una casa humilde de un barrio humilde) como Sidney Poitier ganaba el primer Oscar al mejor actor por una persona de color. Destacaba así en su discurso cómo momentos que parecen insignificantes para muchos, pueden cambiar la visión y la vida de una niña. Poitier también fue el primer afroamericano en recibir el premio Cecil B. DeMille, y ahora ella era la primera mujer de color que recibe este galardón, y planteaba que ella también sería así motivo de inspiración para otras niñas.
De ahí pasó a agradecer a la prensa también su dedicación para descubrir la verdad y abrir los ojos ante la corrupción, sobre todo en estos “tiempos complicados”. Hay algo en la frase que eligió que indica cierta inconsistencia. “Decir la verdad es la herramienta más poderosa que cada uno de nosotros tiene”, las palabras que elegidas hablaban de verdades y no de la verdad, que es única.
El problema que afecta a muchas mujeres en el mundo al que hace referencia no se puede generalizar, no es lo mismo denunciar este tipo de abuso, que no haber cedido nunca a tales abusos y ni comparable a ser violada por causa de tu religión, repetidas veces al día durante un año, o ser vendida en matrimonio para que tu familia salga del hambre con tan sólo10 años a un viejo que tiene la suerte de tener vacas. Es cierto que está bien que se haya destapado este escándalo, porque sobretodo, han salido miles de casos denunciables de acoso en todo el mundo, pero quienes son las heroínas serían aquellas mujeres que nunca aceptaron.
Es cierto que está bien que se haya destapado este escándalo, porque sobretodo, han salido miles de casos denunciables de acoso en todo el mundo, pero quienes son las heroínas serían aquellas mujeres que nunca aceptaron.
Es incomparable trabajar dignamente, con esfuerzo para mantener una familia, como explicó que hizo su madre, que hacer concesiones sexuales para conseguir un papel. Aunque de la otra forma no consigas salir de la pobreza, el éxito es mucho mayor a nivel personal.
Habló de la historia de Recy Taylor, quien fue violada en 1944 cuando regresaba de la Iglesia, por 6 hombres blancos, a quién dejaron en el camino con los ojos vendados. La historia, sin duda de una gran mujer, que denunció a sus agresores a pesar de la amenaza de muerte. La afirmación de Oprah sobre que Recy murió hace 10 años en un mundo donde las mujeres temen no ser escuchadas o que no les crean cuando denuncian a este tipo de hombres, está totalmente fuera de la realidad, por lo menos en lo que a la mujer occidental se refiere. Rosa Parks, otra mujer valiente, llevó su caso.
Las situaciones a las que se enfrentan cada día miles de mujeres en países subdesarrollados, a todas horas, todos los días, tienen además la característica de que no parecen tener un arreglo cercano, no hay esperanza de cambio, mientras que aspiran simplemente a que se reconozca su dignidad humana, aspiraciones muy diferentes a las de los movimientos a los que se refirió: Time´s Up y Me too.
El también actor James Wood, publicó en twitter, como respuesta a las redes sociales, varias foto de Oprah con Harvey Weinstein en actitudes francamente amistosas. Esto da que pensar sobre el oportunismo de decir la verdad, de cual es «la verdad»…y el coste de no hacerlo cuando se debe.
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