Últimamente vemos en las noticias agresiones de cualquier tipo y para distintos fines, como por ejemplo el ultimo estilo de robo realizado en Madrid en una estación de metro, cogiéndole desprevenido, realizando una estrangulación desde la espalda. Y aunque parezcan situaciones nuevas no es así, son tácticas que se vienen haciendo desde hace unos años, sobre todo por Madrid.
Son situaciones a las que estamos expuestos muchas veces sin ser conscientes de ello. Una amiga trabaja en Barcelona y tiene que coger el tren y andar un tramo solitario durante 20 minutos. Esta situación es más habitual de lo que parece y deberíamos prevenir. Pero ¿cómo hacerlo?.
Aprendiendo a controlar nuestro entorno
Esta habilidad, puede tener un increíble éxito para reducir notablemente posibles agresiones, y no convertirnos en una presa fácil. Sabemos en que mundo vivimos, sobre todo las mujeres… es lamentable, por eso con un poquito de algo que realmente esté a nuestro alcance, aún sin tener ningún tipo de formación en técnicas de defensa personal, puede convertirse en algo útil para nuestro día a día o incluso para nuestros seres queridos.
Debemos de prestar un poco de atención a nuestro alrededor, convirtiéndolo en un hábito más en nuestra vida, claro está, sin obsesionarse. Debemos tener en cuenta que el agresor casi siempre va a buscar a la presa más fácil, mujeres u hombres distraídos, que no prestan atención a su alrededor. De esta forma el agresor siempre va a atacar de un modo u otro por sorpresa, bien un robo, una agresión sexual, un secuestro, entre otras cosas. Controlando nuestro entorno, reducimos esos riesgos, riesgos como convertirnos en el blanco fácil. Simplemente vale con mirar a nuestro alrededor, mirar hacia detrás de vez en cuando, por ejemplo cuando sales a caminar o correr sola, cuando te acercas a tu portal de casa, cuando vas a coger un ascensor, al acercarte a tu coche, cuando estas sentando y/o colocando a tus hijos en el asiento del coche, etc. Ante una situación así, donde nos puedan abordar, lo más importante es no moverse del sitio. Es decir, siempre que sea posible evitar por todos los medios que nos puedan llevar por ejemplo a una zona apartada. Por mucho que nos intimide o amenace incluso portando un arma, siempre estaremos mas segur@s luchando con todas nuestras fuerzas y toda nuestra agresividad, buscando siempre nuestro único objetivo: ESCAPAR.
Ten presente que si alguien quiere hacerte daño en el momento, te lo hará donde estés.
Existen 4 puntos vulnerables en donde centrarnos, independientemente sepamos técnicas de defensa personal o no. Como son: LOS OJOS, LA NARIZ, LA GARGANTA Y LOS GENITALES, donde usaríamos toda la fuerza necesaria en caso de que nuestra vida este en peligro. Usando para ello tanto las patadas y rodillazos siempre que tenga la vía abierta hacia los genitales, como la palma de la mano, donde a su vez golpearas con más seguridad reduciendo la posibilidad de lesionarte la mano, y como dije anteriormente, en cuanto tengas la oportunidad, ESCAPA. ¡Tu seguridad y bienestar está en tus manos!.
Luis Vázquez Experto en auto protección y seguridad.