Parece que algunos sectores de la judicatura nacional se han puesto en pie de guerra, o al menos, reclamando públicamente la mejora de dos aspectos relevantes que en la España del siglo XXI funcionan como si estuviéramos en el XIX. El primero: mayor representación femenina en el CGPJ; y el otro, que la elección de los jueces deje de tener la injerencia de los partidos políticos, para ello, se exige volver a la Ley de 1985.
13) La Ley en principio decía que los 12 jueces serían elegidos por éstos (votación). Pero en 1985 cambiaron la Ley y dijeron “no, los 12 jueces vamos a elegirlos también en el Parlamento”. Y desde entonces, objetivo conseguido: todo el CGPJ es elegido por los partidos políticos.
— Judge the Zipper 💚💙 (@JudgeTheZipper) October 4, 2019
De los jueces españoles, el porcentaje de mujeres es del 54 % frente al 46 % de hombres. Y en consecuencia, no se comprende que aún ninguna mujer haya sido elegida de entre los miembros de máxima representación judicial, en la llamada «Cúpula judicial».
España es el país de la Unión Europea con menos mujeres en los puestos de máxima responsabilidad de la Justicia
La Asociación de Jueces Francisco de Vitoria acaba de publicar un vídeo donde en pocos minutos se explica claramente la realidad de la cuestión, reproducimos parte del texto del vídeo:
«España es el país de la Unión Europea con menos mujeres en los puestos de máxima responsabilidad de la Justicia. Ya hay más ministras que ministros en el Poder Ejecutivo y casi tantas diputadas como diputados en el Legislativo, pero en el Poder Judicial siguen mandando los hombres por una mayoría tan abrumadora como injustificada: De todos los jueces que hay en España, más de la mitad son mujeres. Sin embargo, las mujeres son no ya una minoría, sino una excepción en los puestos más importantes. En Tribunal Supremo hay un presidente, un vicepresidente y 5 presidentes de sala: todos hombre (7), ni una mujer.
Y los presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia de las 17 comunidades autónomas son todos hombres, salvo una mujer: la excepción que confirma la regla.
¿A qué se debe esta anomalía? ¿Acaso las juezas españolas son más jóvenes? No, apenas hay diferencias de edad media entre unas y otros
¿Acaso están peor preparadas que las juezas de otros países incluso menos desarrollados? No, ya de entrada porque las españolas aprueban más que sus compañeros las durísimas oposiciones para acceder a la carrera judicial.
Entonces, ¿dónde está el problema?
Entonces, ¿dónde está el problema? Pues en la forma de elegir a quienes ocupan esos altos cargos en la Justicia española, que es de forma discrecional, es decir, a dedo: los deciden los mismos a los que, a su vez, han elegido los políticos también a dedo. Y, si la inmensa mayoría de los que deciden son hombres, ¿a quién crees que eligen y siguen eligiendo de forma mayoritaria salvo excepciones?
Pues así nos va… Nada de esto ocurriría si esos nombramientos se hicieran única y exclusivamente por los méritos y capacidad de cada candidato o candidata: eso sí que es objetivo e igualitario, nada de afinidades, nada de influencias, la presidencia de un tribunal o una sala para quien más se la merezca.
Porque una Justicia con más igualdad, es más y mejor Justicia. Porque la Igualdad, también es de Justicia
Por eso en la Asociación Judicial Francisco de Vitoria luchamos para que los jueces, y no sólo los políticos, participen en la elección del mismo órgano que luego decide esos puestos de máxima responsabilidad en la Justicia española. Porque una Justicia con más igualdad, es más y mejor Justicia. Porque la Igualdad, también es de Justicia«.
Jueces tuiteros
En redes sociales existen algunos jueces y magistrados muy activos. Personas, como el anónimo Juez «Judge the Zipper» o la magistrada Natalia Velilla, entre otros, quienes realizan una magnífica tarea pedagógica para explicar al pueblo llano, o menos conocedor de asuntos judiciales, temas de relevancia. Explican sentencias, el porqué de algunas decisiones judiciales, mecanismos de funcionamiento. Algo que es muy de agradecer porque se intuye que a un juez en activo no le sobrará carga de trabajo.
La evidencia de la decadencia del sistema institucional español cada vez es más clamoroso. El poder legislativo, no legisla; el judicial, amordazado y el ejecutivo, ausente. Todo ello sin una sociedad civil fuerte con capacidad para frenar el abuso político cuando fuera menester.
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