Recientemente he leído en varios espacios sobre un nuevo concepto, el Knowmad. Para su creador, el sociólogo americano John Moravec, los knowmad son “trabajadores del conocimiento que pueden trabajar desde cualquier lugar, en cualquier momento y con casi todo el mundo”. Según dice Moravec, “ no son valorados por su conocimiento individual, sino por cómo contextualizan lo que saben para crear un nuevo valor. Esto supone un cambio dramático sobre el concepto de trabajo actual, donde a los trabajadores se les requiere que tengan un conjunto de habilidades y conocimientos predecibles”…es una “versión más sofisticada de lo que conocemos como autónomo o autoempleo”.
Este tipo de trabajador está 100% digitalizado, potencia en sí mismo la creatividad y la posibilidad de reinvención.
“El Knowmad potencia su creatividad, innova y sabe reinventarse”
Según Raquel Roca, periodista, profesora del Master en Gestión del talento, y autora del libro Knowmads. Los trabajadores del futuro (LID Editorial) “tenemos que activar nuestra actitud emprendedora para perderle miedo a la inestabilidad y aprender a movernos. Es la era que nos ha tocado vivir y es sensato conocerla e incluso apreciarla, mejor que negar la realidad.”
… y esta opción es la que han tomado muchos profesionales a raíz de la crisis y la escasez de oportunidades, no por una recomendación, o por descubrimiento de una nueva palabra, sino por necesidad. En muchas situaciones es la necesidad la que agudiza el ingenio y surgen así nuevas formas y conceptos.
“Lo digital es la excusa necesaria que ayuda a la empresa a cambiar su modelo de trabajo, de negocio y de gestión, permitiéndolas ser más ágiles, flexibles, abiertas, transparentes…y sobre todo más humanas”. Según cuenta Raquel Roca, entre sus características está ser innovadores, imaginativos, creativos…”son flexibles, valoran su libertad, en cuanto a la gestión de su tiempo y trabajo; son responsables de sí mismos ; saben cómo sacarle jugo a las nuevas tecnologías y las usan a su favor, y creen en la suma y la colaboración. Son sociables y sociales, a los que les gusta expandir el conocimiento, y están preparados en el principal activo de la economía, por lo que aprovechan cualquier ocasión o experiencia para formarse constantemente”.
Cuando leo todos estos comentarios para describir la forma de ser y de trabajar de estos nuevos talentos, como si fuera un nuevo e importante descubrimiento, me viene a la mente automáticamente la iniciativa tomada por miles de mujeres en esta misma línea y forma de compaginar el trabajo. Por iniciativa propia unas veces, y otras por ser la única solución ante la escasez de posibilidades para poder conciliar los rígidos y exigentes horarios laborales con la elección de estar presentes en la educación de sus hijos. Además de su capacidad para asumir diferentes circunstancias familiares, aprovechar las nuevas tecnologías para formarse y trabajar, y las redes sociales como forma de llagar a más espacios. Pero sobre todo, la creatividad y muchas veces imaginación, que hay que barajar para resolver situaciones cotidianas.
La capacidad del hombre de reinventarse y encontrar distintas salidas cuando se quiere avanzar y no conformarse con la incómoda zona de confort que cierra las posibilidades de avanzar, es la causante de este tipo de nuevo trabajador. Como lo fueron las guerras para las expresión artística.
En este aspecto, y aunque suene políticamente incorrecto, habría que reconocer que la desaparición o limitación de algunas ayudas sociales que acomodaban a mucha gente. He visto como muchas mujeres se han lanzado y han conseguido incluso empleos cuando han terminado las ayudas que las mantenían inactivas laboralmente hablando.
Veo un gran avance que se empiece a valorar este tipo de personalidad, porque son actitudes difíciles de demostrar y valorar. En la realidad y día a día de la selección de personal todavía sigue siendo muy difícil reconocer a estos “nuevos “ trabajadores, pero confío en que algún día esta teoría se podrá en práctica. No eres mejor por estar pagado al sillón en la oficina, ni por aguantar terribles comidas, sino por tus capacidades para el enfoque y resolución de problemas.
Pero en el mundo real surge esta pregunta ¿Cómo descubrir a un Knwmad?
Aunque parece ser que algunos directivos buscan profesionales que sean versátiles, que se adapten a nuevos entornos y situaciones y abiertos a aprender, esto todavía está muy lejos de ser verdad, las empresas siguen encerradas en modelos de selección, donde no te puedes salir de la media. Conozco situaciones donde, precisamente por ser un knowmad, se ha catalogado al aspirante, de impulsivo, si era curioso y se preparaba para más, le han insinuado que no era ese empleo el que buscaba, invitándole a no innovar estaba buscando, o afirmando por él, que no sabe lo que quiere… y así distintas excusas. La curiosidad por saber sobre más, o la creatividad, se ha visto más como una pega que como un plus para la empresa. Todavía se sigue prefiriendo personas encorsetadas que no se salgan de la media y del camino marcado. Y esto se agudiza cuando acabas de terminar una carrera universitaria, y buscas el primer empleo.
Estamos lejos de valorar este tipo de conocimiento por que no es tangible, no se dan títulos para la creatividad, ni para la persona que sabe adaptarse a las circunstancias más que la propia trayectoria profesional, llegando a la paradoja de que cuando puedas demostrarlo, ya no estés interesado en ese puesto de trabajo.
Para Nacho de Pinedo, CEO del ISDI…todas las nuevas herramientas (dominio del inglés, multitarea, asumir que siempre habrá que estudiar, manejo de herramientas tecnológicas..) son útiles en cuanto eres capaz de proyectar todo para la acción, saber buscar y aprovechar al máximo la información, relacionarte tanto fuera como dentro de tu organización y hacer que la información fluya de forma eficiente, así como ser capaz de influenciar a otras personas…y pensar que los proyectos no son problemas sino retos. Esta es la experiencia de muchos emprendedores y las armas que muchas mujeres están utilizando para como alternativa a un trabajo acorde a su disponibilidad y donde se valore esta versatilidad y creatividad, que muchas llevan años poniendo en práctica de diferentes formas debido principalmente, como dice Raquel Roca, a la flexibilidad y valoración de su libertad en cuanto a la gestión de su tiempo como un bien.
Ojalá esto funcione, y poner nombre a este tipo de trabajador, haga que sea más valorado.
Fuente: Emprendedores julio 2016. Infojobs.