Afirma la historiadora Elvira Roca Barea que el fracaso de las élites de España de los últimos siglos, ha sido estrepitoso en muchos aspectos. Sin embargo, destaca tres gremios que a lo largo del tiempo han logrado abstraerse del influjo negativo de «lo francés» sobre «lo español», permaneciendo ‘ajenos’ y salvaguardando su propio desarrollo y de esa forma contribuir al progreso general. Roca Barea habla de los ingenieros / arquitectos; los médicos y los jurídicos.
Estos tres cuerpos, de modo particular los jurídicos, hunden sus raíces en enormes figuras ya desde el Siglo XVI, no hay más que recordar a la Escuela de Salamanca. La historiadora los tilda de pilares indiscutibles para entender en su justa medida: España.
Natalia Velilla refleja la solidez del jurídico y su trascendencia social. A medida que avanzaba nuestra charla, me iba dando cuenta que esa solidez en las argumentaciones no es casual. Porque existe conciencia de lo que representa, aterrizaje práctico a la realidad y una necesidad de comunicar sin ambigüedad la esencia del Cuerpo al que pertenece: El tercer poder del Estado.
WE.- Usted es una apasionada de la mitología, del arte –sobre todo de la pintura–, tuitera con miles de seguidores. Escribe artículos, preside juicios, pertenece al Comité ejecutivo de una Asociación de jueces, concede de inmediato entrevistas a la prensa y ahora va dando charlas por colegios… Cuénteme, ¿dónde está su secreto?
NV.- (Se ríe) Me siento incómoda en la inactividad. Creo que tengo una personalidad a la que le gusta siempre hacer cosas, incluso cuando estoy de vacaciones, leo o hago algo…. Soy una persona muy activa. Realmente disfruto, disfruto con las cosas que hago, pocas cosas no me gustan… No pierdo el tiempo. Me organizo bien, me pongo la radio desde que me levanto para enterarme de las noticias, no veo la tele. Busco huecos para enterarme de las noticias. Es decir, no tengo momentos muertos, ese es mi truco.
Tengo facilidad para escribir, no me cuesta nada. Soy muy reflexiva, estoy siempre pensando, le doy vueltas a las cosas, y pienso y pienso y se me quedan ahí. Son formas de ser. También es familiar, mis hermanas son como yo, somos todos iguales.
WE.- Como Magistrada – juez, ¿cuáles son sus cometidos, la gestión laboral de un juez en qué consiste?
Los magistrados hacemos muchas cosas. La gente nos imagina todo el día sentados en la sala con la toga puesta, no, no es así. Digamos que nuestro trabajo se divide en tres áreas: la primera sería celebrar juicios, que es donde un juez invierte menos tiempo. Luego, atender gente, practicar diligencias y organizar nuestro trabajo. Ambas actividades ocupan un 40 % aproximadamente. Y finalmente, dictar resoluciones, un 60 % de nuestro tiempo.
¿En qué se tarda más? En primer lugar poner las sentencias de los juicios que celebras. Tú puedes celebrar un juicio, a lo mejor, en media hora, pero la sentencia no la pones en media hora. Hay temas que son técnicos y tienes que empezar a desgranar una serie de cuestiones, que a lo mejor no exigen prueba, sino que es una interpretación jurídica de unos hechos, las dos partes coinciden en los hechos, pero te dicen que apliques distintas leyes. Con lo cual, es una cuestión técnica, te lleva mucho tiempo.
Luego hay otra serie de resoluciones que no dependen de un juicio. Recursos contra resoluciones tuyas, examinar la documentación, antes del juicio dan cuenta para ver qué prueba admites, qué prueba no admites, a quién se cita, si hay o no hay un impedimento para que tú celebres ese juicio, porque a lo mejor pertenece a otra jurisdicción, si no hay incompetencia territorial o falta de jurisdicción.
La parte organizativa abarca el trato con los funcionarios, con la administración de justicia, pero sobre todo el mayor tiempo se emplea en poner sentencias.
El trabajo de los jueces no está sujeto a horario, hay unas horas que son «las horas de audiencia» que se llaman, y por ley son cuatro horas al día. Cada juez las establece de manera flexible, en general son de 10:00 a las 14:00 horas. A esas horas tienes que estar a disposición de la gente, ese es el tiempo efectivo de estar en el juzgado.
Luego, fuera de esas cuatro horas establecidas, puedes no estar en el juzgado, puedes estar en tu casa trabajando, o quedarte en tu despacho todo el día. Los jueces tenemos un trabajo flexible. Lo que está claro es que con las ocho horas diarias no da para todo. Te permite mucha conciliación con tu vida personal y familiar, pero le echas muchas horas.
En la Magistrada-juez Velilla, se da una simbiosis muy interesante. Le gusta comunicar de lo bueno, no hay más que ver sus aportaciones en redes sociales. Que paseando descubre una fachada impresionante, no muestra una foto y ya, te explica el contexto. Se puede decir que mira, valora y comunica. Como miembro de la Asociación AJFV habla con entusiasmo de lo que ella considera "nuestra niña bonita": "Embajadores de la Justicia". Los jueces se bajan del estrado dispuestos a patearse colegios porque han detectado unos síntomas sociales preocupantes. Solucionar carencias y contribuir a la formación cívica y social de nuestros jóvenes. Sin duda algo novedoso y digno de aplauso.
WE.- En su Asociación (AJFV) acaban de poner en marcha un proyecto interesante, ¿por qué cree necesario dar estas charlas en colegios?
NV.- Llevamos ya tres años detectando un grave problema en la sociedad, igual que todo el mundo sabe quién o qué es el Presidente del Gobierno, o las Cortes… saben que existen. Pero la gente desconoce profundamente al Poder judicial. A raíz de la sentencia de ‘la manada’ hubo un antes y un después, como sociedad y nosotros, como Carrera Judicial. En mi asociación hemos invertido mucho tiempo y recursos en acercar la Justicia al ciudadano y creemos que, en gran medida, hemos ocupado el lugar que le correspondía al CGPJ, quien ha hecho, en materia de comunicación, dejación de funciones.
La sentencia de ‘la manada’ salió un día previo a un puente, y fue como una bomba, literalmente, de forma inesperada y de repente la sociedad se revolvió contra los jueces de una forma muy virulenta. En redes sociales, con manifestaciones en la calle. Incluso formaba parte de lo normativo, se estandarizó estar en contra de la sentencia y en contra de los jueces. Lo percibimos de esa manera, más allá del descontento habitual.
Es nuestra niña bonita, porque creemos que formar a nuestros niños desde el instituto es básico para que formen con mente abierta y pensamiento crítico
Te encuentras que desde el Ministro de Justicia hasta políticos se alinean con esa tendencia. Con lo cual la sensación fue desoladora como Cuerpo judicial. Ha sido imposible reconstruir, fue muy difícil. Y nos encontramos con que dentro del Consejo General del Poder judicial nadie salió a defendernos, salieron algunos vocales espontáneamente al tercer día, pero no el Presidente. Y vimos claramente que había un problema de comunicación muy serio… la gente no confía en la Justicia y al final la democracia se resiente.
Al final, este proyecto surge tras un periplo para sustituir esa labor que no realiza el CGPJ. A la CAM le ha parecido muy bueno el proyecto, hemos hecho un convenio. A los niños se les entrega un kit: material didáctico, trípticos, pendrives con información, es nuestra niña bonita, porque creemos que formar a nuestros niños desde el instituto es básico para que se formen con mente abierta y pensamiento crítico. Lleguemos a los que lleguemos, sean mil o más, que ya tengan la predisposición para primero, ponerse a pensar.
WE.- En uno de sus artículos me hizo gracia leer esta frase: “pese a nuestra tradicional resistencia al cambio”. A los jueces se les tilda de “especialitos” o “renuentes a cambios”. Por ejemplo, al intentar aplicar mejoras tecnológicas con el fin de ayudar a agilizar el elefante judicial, poco menos que resulta una tarea frustrante, ¿cómo lo ve usted?
NV.- (Se ríe) Bueno, sí… No creo que sea tanto renuentes a cambios sino que –si ha ocurrido eso que cuentas–, lo más probable es que haya sido que se nos impone aprender algo que no es de nuestro campo, pienso además en jueces más mayores.
Pero sin habernos dado el tiempo real para ello, como si fuera una formación aparte, donde se te permita parar la agenda. Probablemente las quejas hayan venido por ahí, priorizas tu trabajo y si quieren darte nuevas herramientas, nos han de dar el tiempo necesario.
WE.- En relación a lograr la verdadera independencia en la elección de jueces usted escribía no hace mucho:
“La Asociación Judicial Francisco de Vitoria lleva 30 años reclamando una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial que atribuya a los jueces y magistrados en activo la capacidad de elegir a 12 de sus 20 representantes, tal como el legislador constituyente quiso. La ciudadanía no ha entendido esta reclamación porque la reputan corporativista. ¿A nadie le llama la atención que los partidos que se alternan en el poder nunca discrepen en lo que se refiere a controlar al Poder Judicial? Mientras, sólo nos queda esperar a que la sociedad tome conciencia de la necesidad de cambiar el sistema de elección de los vocales del CGPJ. Seguiremos esperando”.
NV.- Lo único que está a nuestro alcance es el voto para que lleguen al Congreso tal número de diputados que se pongan a la tarea de reformar y enmendar la situación.
Justicia, familia y sociedad
WE.- Los jueces son testigos directos de los cambios sociales, pueden detectar problemáticas en aumento que la sociedad no advierte, ¿hay algo realmente llamativo para usted que hace diez o quince años no era un problema y ahora sí?
NV.- Muchas cosas, pero es muy llamativo lo de las adicciones a las apuestas, y en los jóvenes, las adicciones a tecnologías, móviles, etc. Los padres piensan que por tener al niño delante usando el móvil o la tablet, ya está, lo tienen controlado, pero no. Qué estará viendo o qué busca, o con quién se relaciona a través de internet, muchos padres –porque son de otra generación- no tienen ni idea, y es común que el primer contacto de un menor con la Fiscalía de menores vaya acompañada de una sorpresa inmensa para los padres porque no lo ven venir. Además, se están generando muchas situaciones de violencia de hijos a padres.
WE.- Usted es Magistrada en temas de lo social y familia vamos a tocar un poco algunas cuestiones. ¿Qué soluciones pondría usted para agilizar la resolución de los procedimientos de familia en los juzgados, ¿cómo remediaría el tremendo retraso en resoluciones judiciales en familia? Un dato, los informes psicosociales en Castilla La Mancha tardan tres años. Las demoras repercuten negativamente en las personas, sobre todo en los menores.
NV.- Sí, lo sé, conozco los datos. Es inadmisible que un informe tarde años. Deberían tardar a lo sumo uno o dos meses. La falta de inversión en medios personales de la Justicia, en este caso, supone que, debido a la tardanza, determinadas situaciones de hecho se acaben consolidando, vulnerando de esta forma los derechos de los menores, cuyos intereses deben ser prioritarios.
Es también una cuestión cultural y de mentalidad, en otros países se funciona distinto, hay otras fórmulas para resolver conflictos sin necesidad de que lleguen hasta el juez
La falta de medios y la falta de apuesta por soluciones alternativas de conflictos como la mediación, colapsan los procedimientos de familia. Aquí el problema está en que no se apuesta lo suficiente por otros medios, como la mediación.
Creo que es también una cuestión cultural y de mentalidad, en otros países se funciona distinto, hay otras fórmulas para resolver conflictos sin necesidad de que lleguen hasta el juez. Es algo que hay que trabajar, más recursos y medidas que atajen el problema. Lo sé, no debería ocurrir.
WE.- Siendo el régimen general el de la guardia y custodia compartida tal y como establece el TS, ¿piensa que el varón español ha evolucionado para ponerse en igualdad de condiciones respecto de la mujer en esta materia en el cuidado de los hijos? Porque una cosa es lo que diga la ley y otra lo que se dicta en las sentencias, ¿cree que se pone en peligro la estabilidad de los hijos?
NV.- Creo que sí, el varón ha evolucionado en los roles familiares, se nota un cambio muy grande generacional. Volvemos a lo de antes, es más bien un tema cultural.
En mi opinión no veo que se den desigualdades en los fallos, en cuanto a favorecer porque sí a la mujer. Siguen habiendo muchas custodias monoparentales otorgadas de manera mayoritaria a la mujer por causas que nada tienen que ver con prejuicios de los jueces: convenios reguladores de mutuo acuerdo en los que las partes así lo acuerdan y que jueces y fiscales debemos respetar; roles familiares consolidados en los que la mujer se ha dedicado y se dedica principal y mayoritariamente a los hijos o padres, y ambas partes así lo reconocen y aceptan. O padres con horarios infernales que no podrían asumir una custodia compartida; situaciones personales de residencia en diferentes provincias o en poblaciones alejadas… No siempre es posible la custodia compartida, aunque lo desearían ambos.
WE.- ¿Y en relación a la Ley de violencia de género? Hay abogados que denuncian el abuso de esta ley para beneficiar a las mujeres en detrimento de los hombres, que no gozan de los mismos derechos mientras está abierta la causa judicial, ¿lo percibe igual?
NV.- Sí, sí se da, aunque tengo que afirmar que no es algo habitual. Pero una cosa es que se den y otra que nosotros, los jueces, no sepamos detectarlo. Hay señales que nos hacen ver claramente que la intención de la persona no es recta, en cuanto aparece el dinero, la pensión, etc. digamos que salta una alerta.
Cuando la gente está inmersa en un proceso de crisis familiar, a veces se instrumentalizan determinadas cosas para obtener un trato de favor ante el Tribunal. Son casos como el de la pregunta (intento de criminalización de determinadas conductas dentro de la pareja), utilización del poder económico para lograr acuerdos o instrumentalización de los hijos en beneficio propio.
El trabajo de un juez de familia es siempre buscar la verdad para proteger los intereses de los menores.
WE.- Hay un asunto del que ya no se habla, las famosas Tasas del tiempo de Gallardón como Ministro de Justicia, la Ley 10/2012. Los abogados se quejaron, los ciudadanos también. El TC anuló gran parte de la ley tras la demanda presentada por el PSOE, pero aún perduran las tasas. Si la finalidad era aligerar el volumen de trabajo de los juzgados, ustedes los jueces, ¿cómo ven estas medidas?
NV.- Sí, es cierto, no creo que la solución sea imponer más cargas económicas. Por ejemplo, a una multinacional no le supondrá mucho, pero piensa en las PYMES, en los ciudadanos.
Para reducir la litigiosidad, debería invertirse en medidas alternativas de resolución de conflictos, como la mediación y el arbitraje. En España no hay costumbre de acudir a estos medios, muy comunes en otros países, y, pese a que se ha avanzado mucho en materia de mediación, el Estado no la favorece proveyendo a los justiciables de sistemas de mediación gratuitos o poco gravosos. Si una persona tiene que pagar un mediador, prefiere pagar directamente a un abogado para acudir a juicio, por ejemplo.
WE.- Ha escrito varios artículos analizando la figura del cuidador familiar de dependientes, ¿cree que falta una Ley Nacional del cuidador que le conceda unas garantías?
NV.- No lo sé bien, pero sí es cierto que es una realidad que afecta a toda la sociedad. Y a futuro puede generar mucho conflicto y hay que atajarlo porque la discapacidad es algo creciente.
La esperanza de vida es mucho mayor, los avances médicos alargan la vida y permiten que niños que hace décadas se malograban en el embarazo o el parto, ahora nacen y viven, si bien con alguna patología limitante. No sé si una Ley del cuidador, lo que está claro es que las estadísticas muestran que el 83 % de los cuidadores son mujeres.
Es indudable que de alguna manera el trabajo social que realiza el familiar tiene que verse reconocido y protegido por el Estado. Y la realidad es que las familias de ahora tienen menos hijos, sí es asunto prioritario.
WE.- Si un juez comete un error o una injusticia pensando que aplica justicia, no hablo de posibles negligencias, ¿rectifica?
NV.- Bueno… Vamos a aclarar qué es equivocarse. Si te has equivocado porque no tenías todas las pruebas, no te has equivocado, porque te ha faltado información. Con lo cual, te llevas el mismo chasco que se lleva el resto de la sociedad y por supuesto todas las personas afectadas.
El caso de Dolores Vázquez, por ejemplo, no sé bien qué sucedió ahí, pero evidentemente fue un error judicial, que no voluntario, lógicamente. Ahí no te has equivocado, ha fallado el sistema y tú formas parte del sistema, y como sistema eres responsable de manera global, como persona te puedes sentir fatal.
Luego está equivocarse porque has tomado la decisión incorrecta. También hay que ver en qué sentido. Puedes equivocarte porque eres negligente y no has querido dedicar el tiempo al trabajo, porque tienes prisa y no te has mirado bien las cosas (a todos nos puede pasar), o porque, en realidad, no te has equivocado, sino que el asunto admite diversas interpretaciones. La percepción de la sentencia por los afectados siempre es positiva para uno y negativa para otro (e incluso, negativa para ambos).
Si le preguntas al que ha perdido el juicio, te dirá que «el juez se ha equivocado». Luego entiendo que el juez se equivoca cuando no has hecho bien tu trabajo. De todos modos, el Derecho al recurso permite paliar los fallos humanos.
Un ejemplo de lo que digo en relación a la diferente interpretación de la Ley: en la época de las cláusulas suelo, muchísimos jueces consideraban que la cláusula suelo no era abusiva, luego llegó el Tribunal Supremo. ¿Todos esos jueces se equivocaron? No, interpretaron la Ley de una manera y llegó la jurisprudencia y la interpretó de otra.
Entonces, ¿qué es error? Cuando el juez es responsable de algo por su actividad negligente o dolosa, es evidente.
Entrevistar a Natalia Velilla ha supuesto un aprendizaje y un reto. Como ella misma subraya "la sociedad no nos conoce", "la gente no confía en la Justicia y al final se resiente la democracia". La apertura y transparencia de nuestra entrevistada es de agradecer. A nosotros toca destacar a mujeres y hombres profesionales que tengan mucho y bueno que contar. Es evidente que como sociedad, aún tenemos oportunidades para redescubrir esos cimientos que durante siglos personas brillantes y entregadas consolidaron. La teoría está clara, separación de poderes, pero en la práctica, hoy, es una asignatura suspensa. Estoy convencida que personas como Natalia nos ayudarán a recuperar la confianza y el equilibrio ¡Gracias Natalia!
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