A día de hoy existe incertidumbre frente a la reincorporación de los niños al colegio en septiembre. La pandemia ha causado un cisma en lo que respecta al tema educativo. Desde que los centros dedicados a la enseñanza cerraron sus puertas en marzo, sin una despedida digna, han debido planificar actuaciones en base a lo que se iba conociendo durante la crisis.
El 10 de junio se presentó un escrito por parte de los Ministerios de Sanidad, Educación y FP, donde se detallaban una serie de puntos para la prevención, limpieza y gestión de posibles casos. Se presume que se cumplirán por los centros para garantizar la seguridad de personal docente y alumnado. Cierto es que el miedo y la inseguridad impiden actuar con total firmeza. Por este motivo, debe trabajarse para satisfacer las necesidades de los niños: educativas y emocionales. A causa de estos temas, muchos padres han mostrado su descontento en lo que ha durado el confinamiento.
Los padres piden seguridad ante la vuelta de sus hijos a las aulas y se preguntan cómo resultarán las medidas propuestas. A finales de mayo se reabrían las aulas con autorización del Gobierno para niños menores de seis años con padres que debían trabajar fuera del hogar. A modo opcional, para los alumnos de 4º de ESO y otros cursos superiores. Otros centros abrirán en julio.
Muchos temen un rebrote y dudan de la efectividad de los planteamientos de informes oficiales en menores de 6 años. Las comunidades autónomas tienen voz para opinar y concretar diversos aspectos respecto al regreso a las aulas tras lo que exponga el Ejecutivo.
Miedo ante el regreso de los niños al colegio
Se palpa el miedo ante el regreso a las aulas de los niños. “Los profesores deben comprender que muchos padres necesitamos salir y trabajar y no tenemos dónde dejar a nuestros niños. Pero al dejarlos en el colegio queremos quedarnos tranquilos. El personal docente está para facilitar nuestra labor. Lo primero es la seguridad y salud de los niños y debemos escuchar lo que tengan que decir las autoridades sanitarias”, relata Sofía López, una madre de un niño que pasará este próximo curso a 1º de Primaria.
“Con las medidas que han propuesto los Ministerios de Educación y Sanidad y datos de la Asociación Española de Pediatría, la vuelta al colegio utilizando espacios abiertos u otras zonas que antes no se usaban, me parece una oportunidad muy buena. Podrá fomentarse la creatividad e instaurar actividades educativas que rompan los viejos sistemas educativos. Lo mismo respecto a actividades educativas en espacios al aire libre”, afirma Chelo Gandía, psicóloga.
Chelo considera que los niños necesitan socializar y relacionarse a través del juego. No obstante, refiere que “va a resultar un poco complicado que no puedan juntarse niños en grupos por encima de 4º de Primaria y deban mantener la distancia de seguridad”. Según esta profesional de la psicología no poder tener contacto físico entre los alumnos traerá problemas en el plano socioafectivo.
Según la especialista: “Para los más pequeños resultaría muy bueno realizar actividades enfocadas a la comprensión de la nueva situación. En este sentido podrán entender por qué ellos deberán permanecer en grupos estables (1º-4º Primaria). Su entorno (los alumnos más mayores, a partir de 5º Primaria y profesores), usarán la mascarilla cuando no pueda mantenerse la distancia de seguridad de 1,5 metros”.
Es importante fomentar la confianza en el niño
Chelo asevera que la comunicación resultará deficiente: “La mascarilla entorpecerá el proceso tan necesario. En el colegio un profesor observa a sus alumnos y analiza los gestos de su cara para descubrir su grado de comprensión y motivación. El alumno tampoco percibirá del todo al profesor”.
La profesional refiere un trabajo enfocado a fomentar la confianza del niño en casa y en el colegio “por los miedos que puedan surgir al afrontar el nuevo curso escolar”. Y continúa: “A esto debemos sumar que los últimos meses han tenido clases online y los deberes y tareas tenían que hacerlas en casa. Profesores como padres han de estar muy atentos a los signos de ansiedad que puedan observarse tanto antes de comenzar como una vez iniciado el curso”.
En palabras de la psicóloga sanitaria Belén Álvarez Sande: «la infancia y la adolescencia deben centrarse desde la regulación del niño (con cuidados, dedicación…) y la autorregulación de los padres (en comprensión a ellos, control del estrés…)».
“Nadie ha preguntado qué necesita la infancia y la adolescencia ante el inicio de las clases. El colegio lo componen alumnado y profesorado y justo es a quienes no se les ha preguntado en ningún momento. Es gravísima esa invisibilidad para con ellos”, expone Belén.
Compartir experiencias con los profesores y amigos en el colegio
La especialista habla de la necesidad de escucha y atención a los alumnos que regresan a las aulas tras el confinamiento. “En la consulta con niños de Primaria, ESO o Bachillerato, lo que más han destacado ha sido la disponibilidad y la cercanía del profesorado durante esta crisis. Los niños hablan con cariño de sus profesores y de lo que en este tiempo han hecho por y para ellos. Y refieren añoranza por estar con sus compañeros y amigos de colegio en un fin de curso agridulce. Todas estas cuestiones nos dan unas pistas de los aspectos a tener en cuenta ante el regreso a las aulas”, refleja Belén.
“Será importante que en clase puedan establecer momentos en los que compartir con compañeros y tutores su experiencia durante estos meses y recibir el apoyo y cariño que necesiten. El alumnado de alrededor de 7-8 años necesitará mucho ser escuchado y resolver todas las preguntas”, expone Álvarez Sande.
Aulas humanas y adaptadas a las necesidades emocionales
Belén pide que los niños y adolescentes sean recibidos en aulas más humanas y adaptadas a cubrir sus necesidades emocionales. “El profesorado debe poder establecer una relación de mayor cercanía emocional, de atención más individualizada y de mayor conexión entre el grupo-clase. Son necesarias las medidas de higiene, aulas con menos alumnado y que sea viable la separación adecuada de seguridad en el alumnado correspondiente. Confío en que el buen hacer conjunto permita un ambiente conveniente. No hay mejor expresión y mensaje que el de Boris Cyrulnik: “El amor en todas sus manifestaciones es la cura para sanar las heridas de la infancia”, concluye Belén.
Por otro lado, Amparo Palacios Mellado, especialista del área de Pediatría manifiesta que la educación es una prioridad para el correcto desarrollo de los niños. “Muchos pacientes de mi consulta son pacientes con necesidades educativas especiales y son precisamente los que se han visto más perjudicados. Los menores tienen derecho a la educación y a desarrollarse en un ámbito social, como el colegio. Esto viene reflejado en la Convención sobre los Derechos del Niño (convertida en ley en 1990)”, expone la pediatra del Hospital de Poniente, El Ejido (Almería).
Queda mucho por conocerse sobre cómo actúa el virus en los niños
Amparo afirma que “los niños, frecuentemente, cursan la enfermedad sin síntomas, algo que nos complica la identificación de casos y favorece la transmisión del Covid-19”. Y ratifica que los niños no están exentos de riesgo. “Las pruebas diagnósticas que se utilizan aún no están validadas para la población pediátrica. Realmente queda mucho, mucho por conocer sobre el papel de los niños en esta pandemia”, asevera Palacios Mellado.
La pediatra describe el aula educativa de un colegio u otro centro dedicado a la enseñanza. Es decir, como “uno de los lugares donde el virus puede transmitirse fácilmente si no se llevan a cabo las medidas adecuadas, como el lavado de manos o la distancia de seguridad”. Y asegura que en la población pediátrica, sobre todo en el grupo de los más pequeños, las medidas higiénicas son difícilmente aplicables. “Es muy necesario disponer de los recursos humanos y económicos suficientes para garantizar que los niños se encuentren protegidos”, refiere la profesional sanitaria.
La pandemia ha cambiado nuestro mundo y la educación tendrá que enfrentarse a una nueva realidad. Todas las autoridades educativas deben colaborar y cada miembro de la comunidad educativa, hacerse responsable de las medidas necesarias para una vuelta a las clases óptima. “El informe de UNICEF publicado en mayo de 2020 enumera los Principios básicos para asegurar el derecho a la salud al reabrir los centros educativos. En el documento se incluye el distanciamiento físico, aislamiento de contactos, hábitos higiénicos, limpieza y desinfección. Ante este y otros documentos oficiales que responden a la problemática sanitaria, debemos ser cautos. Por este motivo la Asociación Española de Pediatría ha actualizado el 16 de junio sus recomendaciones para la incorporación progresiva al colegio de los alumnos ordenados por grupo de edad. Responsabilidad y sentido común es lo que seguimos necesitando”, remata la doctora.
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