En mi trabajo tanto con directivos como con matrimonios, cada día me doy más cuenta de que el ser humano va acumulando desencuentros, rabia, venganza, malentendidos, etc. en el corazón. Son emociones que todos hemos sentido en alguna ocasión. ¿Quién no se ha sentido rechazado por otra persona? ¿Quién no ha sentido rabia ante un comentario de un compañero de trabajo que no está diciendo la verdad? ¿A quién no le ha venido la idea de vengarse ante una mala acción de otro? Todos hemos pasado por momentos en los que algo externo ha despertado una emoción que no es lo que nos gustaría mostrar, pero que hemos de reconocer que está ahí, ¿verdad?
Ahora, el ser humano se comporta como una ostra. Es una metáfora. Como doctora en biología sé que ambos pertenecen a categorías taxonómicas diferentes, que pertenecemos al reino animal, y no tenemos más parecido. Pero a nivel de metáfora hay algo en lo que nos parecemos. Me explico: una ostra es un molusco bivalvo que pertenece al género Ostrea. Estos animales se encuentran en aguas saladas y se caracterizan por tener una concha irregular y rugosa, compuesta por dos valvas. Las valvas de la concha están unidas por una bisagra en un extremo, permitiendo que la ostra se abra y se cierre. Y tiene una gran peculiaridad: produce perlas.
¿Cómo se genera las perlas?
Cuando un molusco bivalvo se ve agredido por una partícula extraña que se mete en su interior, por ejemplo, un grano de arena, inmediatamente la ostra secreta una sustancia llamada nácar (que es una mezcla de cristales de carbonato de calcio (CaCO3) y una proteína llamada conchiolina). El cuerpo extraño termina cubierto por una o más capas de nácar, formando una perla.
¿Cómo se generan las perlas en mí?
Cuando una partícula extraña entra dentro de mí, es decir, cuando a mí me agreden, cuando me siento dolida, cuando me hacen daño, ¿qué hago? Todos, nuestra primera reacción es secretar ese nácar para protegerme de ese cuerpo extraño. El cuerpo extraño te está atacando y debes defenderte. Ahora, el cómo te defiendes, marca la diferencia. Porque puedes defenderte secretando nácar de rabia, de ira, de venganza, de tristeza, de abandono, etc. Muchas personas con las que he trabajado han tomado conciencia de que su respuesta ante un mal previo había sido generar más mal. Y, claro, la empresa o el matrimonio, así no solo crece, sino que probablemente vaya por un camino que, tarde o temprano, tenga un final que no es el que queremos.
Puedes elegir
La buena noticia es que yo puedo elegir qué sustancias quiero secretar. Yo puedo elegir secretar rabia y puedo elegir secretar paciencia. Puedo elegir secretar venganza y puedo elegir secretar perdón. Y así con todas las emociones. ¿Cómo reacciono ante el dolor? ¿Cómo reacciono ante los ataques externos? Imagino que habrás oído hablar de la mente reactiva y la mente proactiva.
La diferencia principal entre una y otra, radica en cómo la persona aborda y responde al “grano de arena” que le está atacando. Las personas reactivas, responden inmediatamente a la agresión, con la emoción que surge enseguida (y, obviamente, si te acaban de atacar la emoción que surja no va a ser “happy flower”), es decir, son impulsivas y extremadamente emocionales, sin entrar en reflexionar nada. Las personas proactivas, por el contrario, ante la agresión (que también les duele, ¡por supuesto!), antes de reaccionar, prefieren reflexionar y así responder acorde a cómo quieren responder ellas, poniendo en valor sus principios y valores, asumiendo la responsabilidad de sus acciones.
Cuánto más grande es la agresión, más grande será la perla. Cuanto más grande sea el dolor que otro te hace, más grande puede ser la perla que tu ELIJAS crear.
Estuche de perlas en tu corazón
Ojalá llegue un día en que te abran el corazón y te encuentren con un estuche de perlas… de las preciosas, de las enormes. Para ello, trabájate el cómo quieres contestar, qué tipo de persona quieres ser en el trabajo, en tu matrimonio, en tu paternidad, en la relación con tus amigos… ¿Cómo es el “nacar” que secretas? ¿y cómo te gustaría que fuera? ¿quieres dar tu mejor versión?
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