Jamás pensé que te pasarías al ejército de los ignorantes, esos que desconocen lo que es tener cáncer.
Jamás pensé que tú también serias elegido por la vida para este viaje, que has empezado muy mal …
Permíteme este atrevimiento, mientras espero que me reciba mi oncóloga, para ver si me ponen la quimioterapia, ya que como me produce reacción, me hacen los análisis un día y la quimio me la ponen el otro, independientemente de mi actitud.
Cuando me enteré de tu cáncer te escribí para aprovechar esta lotería que también te ha tocado, y lo siento mucho, para que ayudaras a los demás con tu fuerza y la visibilidad que tienes y lo que has luchado por la sanidad pública de calidad .
Te convertirse en uno más de mi ejército, pero ahora sé que tienes un camino muy difícil que recorrer.
¡Y es que es muy difícil…!.
No hemos elegido esta enfermedad ninguno, ni la tenemos por nuestra actitud, ni ha vuelto por la actitud, ni queremos tenerla ninguno.
El camino del silencio, después de años de ruido, a veces estruendo y el camino hacia el interior .
Estoy segura que con la ayuda que se nos ofrece a los enfermos de cáncer, tú podrás con mucho trabajo, recorrer este viaje tan difícil, que lo será también para tí .
Te escribo desde la tristeza de leer las palabras escritas sin conocimiento alguno de lo que es tener cáncer (acabas de llegar) y aquí, en este lugar de la vida no eres médico, ni abogado, ni juez, ni economista, ni ama de casa, ni comercial, eres un enfermo de cáncer igual que todos.
Soldado raso, recién llegado a la lucha por VIVIR.
¡Estas muerto de miedo!
Y es normal .
Aquí no hay desertores.
Todos, absolutamente todos, pasamos los mismos miedos, los mismos dolores, las mismas bajadas al infierno.
A todos nos salen las mismas lágrimas y nos llenan de alegría las noticias reconfortante, el amor de los nuestros y el abrazo de los amigos.
Todos respiramos cada día, y seguimos adelante, cada uno como mejor puede.
Algunos sueltan antes la ira, otros se agarran a Dios, otros no tienen a nadie donde apoyarse y otros tienen el amor por todos lados.
Pero a todos, nos acompaña el dolor, el desgarro y las ganas de vivir.
Todos hablamos el mismo idioma.
Pero te diré algo: Ninguno sabe cómo va a acabar esto.
Y te aseguro que amamos la vida y queremos curarnos y…vivimos con una intensidad nunca antes experimentada.
No hemos elegido esta enfermedad ninguno, ni la tenemos por nuestra actitud, ni ha vuelto por la actitud, ni queremos tenerla ninguno.
Y lo más importante, no sabemos cómo va a acabar por mucho que la sonrisa diaria sea nuestro traje.
Es la lotería de la vida.
La que te da este boleto que nadie quiere.
No hay nadie que quiera vivir más que un enfermo de cáncer, que aprecia la vida y la esencia de la existencia humana con el máster de aprendizaje, sin haber elegido cursarlo.
Necesitas abrazos, eres de mi ejercito y estás muerto de miedo .
Y aquí estoy.
Ya con algún galón en mi pecho, ya con una recaída para acompañarte, para abrazarte y para entenderte, tengas la actitud que tengas.
Y ese abrazo se prolongará desde el cielo por tres guerreras que tienen alas y se bebían la vida y amaban y abrazaban a sus hijos y jamás perdieron la sonrisa, ni la confianza en su curación.
Gloria, Yolanda y Ana te abrazan desde el cielo.
Te deseo que puedas tocar la campana que Miriam, que también lleva alas, y se ha puesto también para ti .
Aquí estoy.
Mi querido soldadito raso, recién llegado al ejercito y muerto de miedo.
Te tiendo mi mano.
Te regalo mil abrazos.
Que la Paz, sea contigo.
Ana Avellaneda Enferma de cáncer de ovarios. Luchando desde octubre del 2018. Delegada de la Asociación de afectadas por cáncer de ovarios y ginecológico, Málaga. ASACO
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