¿Que si esto es una broma? Nada más lejos de la realidad. Julia Fox, famosa por lo que yo supongo que es salir más desnuda de lo habitual en los medios, ha hablado. A los 32 años deberíamos escribirle todas una carta de amor a la vejez.
Empiezo por el principio. El pasado 7 de noviembre se celebraron en Nueva York los “CFDA fashion awards”, o premios de la moda, concedidos por el Council of Fashion Designers of America (CFDA). El objetivo de estos premios es el de honrar la excelencia en el diseño de moda. Es un evento organizado por el consejo de diseñadores de la moda de América para venerar y mostrar la excelencia en el diseño, tanto pasado como emergente, en Estados Unidos. Siempre se les ha conocido como “los Óscars de la moda”.
Este año, entre los invitados se han encontrado “personalidades” como la diseñadora Vera Wang y “personajes” como las modelos Cara Delevingne, Gigi Hadid e Irina Shayk, la cantante Cher, o la familia Kardashian-Jenner que, por supuesto, no quisieron perderse la fiesta -hace prácticamente nada que han llegado y parece que la industria no recuerda cómo pudo haber una vida pasada sin ellas- y enfin, un largo y extenso etcétera. Pero la más “importante” y la que hoy nos atañe: Julia Fox.
Julia Fox es una mujer que mejor no googlear, pero si lo haces verás que aparece como “actriz y modelo italo-americana”. Como actriz no la puedo juzgar, pues ni he visto ni me suena haber oído hablar de ninguna de sus actuaciones en las películas en las que aparece, pero como modelo… ahí sí que vamos a entrar.
Puestos a googlear, googleamos la definición literal de “modelo”:
Modelo
Nombre masculino
- 1. Cosa que sirve como pauta para ser imitada, reproducida o copiada.
“El modelo de conjugación verbal”
- 2. Persona que merece ser imitada por sus buenas cualidades.
“Modelo de bondad”
Sinceramente, y sin ánimo de ofender, no creo que éste sea el mejor atributo que defina a nuestra amiga Julia.
Al grano
Julia Fox se ha encontrado, este año, entre los invitados a presenciar y celebrar los CFDA fashion awards y, como siempre, además de haber destacado por llevar un conjunto -o ausencia de- aterrador (no sé cómo describirlo), junto con un pelo gris (de espray del malo) de aspecto húmedo, ha destacado por lo que Vogue ha calificado como “declaración o mensaje que debería ser universal”.
“This is a love letter to getting older” (Es una carta de amor a la vejez), declaró la actriz/modelo cuando se le preguntó por su maquillaje y pelo, «estamos abrazando el hecho de envejecer» y lo peor es que no le falta razón. Envejecer es algo natural y maravilloso que hay que abrazar, pero una cosa es que lo diga mi madre de 59 años, que tiene el pelo blanco y está preciosa, y otra muy diferente es que lo diga ella, con 32, como excusa a “eso que se ha hecho o le han hecho” y no sabe cómo describir.
Pregunta seria, ¿estamos presenciando últimamente una constante lucha, por parte de la gente del mundo de la moda o del “famoseo” en general, por ver quien se disfraza más, lleva menos ropa o dice la mayor tontería? En mi opinión si, ¿lo peor? El aplauso e incluso premio, por parte de los medios.
¿Qué pasa con los medios?
Palabras textuales del que se considera el medio de referencia en la industria de la moda, Vogue.com: “A sus 32 años, Fox se reafirma en un mensaje que lleva varios años en la industria: El envejecimiento no sólo es natural y bello, sino que un simple cambio de perspectiva transforma el paso del tiempo en un glamour propio.”
Palabras textuales de su homologo en España, Vogue.es: “Julia Fox estrena canas con un poderoso mensaje en los premios CFDA 2022. La estrella impactó en la gala con un look de mechas plateadas que celebraban el paso del tiempo.”
El periodico digital viveUSA dice: “La modelo ha sido objetivo de revistas de moda y estilo de vida y se ha convertido en una influencer de moda con sus arriesgados y reveladores estilos.”
Es obvio para mi que vivimos en un momento en el que ciertas posturas o pensamientos son los políticamente correctos y, si nos desviamos un poco de estos, se nos tacha de ser cualquier otra barbaridad. Esto, además de ser un problema en sí mismo, es un problema aún mayor cuando ese pensamiento “políticamente correcto” llega, e invade, los medios de comunicación.
Nos da miedo “mojarnos” y no nos damos cuenta de que mojarse es tan bueno como válido, mojarse significa que tenemos una opinión, unos valores y una dignidad. Pero tristemente, en la actualidad, los medios prefieren sustituir esa opinión, esos valores y esa dignidad por un poco de fama, unos cuantos seguidores más y un puñado de inversores que se preocupan más por la cantidad que por la calidad.
¿Estamos ante el fin de la actitud crítica?
Os animo a intentar dar con algún argumento “en contra” o incluso neutro, de algún medio de comunicación relacionado con la industria de la moda, sobre el comentario tan absurdo, el aterrador modelito, o personaje tan “modélico” que esta tal Julia Fox se ha creado. ¿Un adelanto? No existe.
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