Hace unos días cerró sus puertas la exposición en el Museo Thyssen-Bornemisza titulada Bulgari y Roma, una curiosa exposición muy visual en la cual se podía comprobar cómo la arquitectura y el arte de la Roma antigua y moderna han servido de inspiración a los diseñadores de esta firma italiana de joyería a lo largo de su historia y cuyo éxito amplió su fecha de cierre.
Fundada en Roma en 1884, Bulgari ha incorporado desde sus orígenes los rasgos más característicos de la ciudad como hilo conductor, simbólico y artístico de sus creaciones. Parece mentira que El Coliseo, la plaza de San Pedro, la escalinata de la plaza de España, las fuentes de Piazza Navona o el Panteón hayan dado forma durante décadas a collares, pulseras, pendientes y broches realizados en oro o platino y piedras preciosas de múltiples colores: gemas en talla cabujón que recrean las características cúpulas del paisaje romano, diseños geométricos reflejo de las líneas puras de las ruinas o el brillo del oro que recuerda a las volutas del Barroco son algunos de los detalles que revelan el homenaje de Bulgari a la Ciudad Eterna. Los diseñadores
La muestra reunía más de 140 piezas de joyería de la Colección Heritage de Bulgari -entre las que se encuentran piezas que pertenecieron a Elizabeth Taylor y a Anna Magnani- y de algunas colecciones particulares, como la de la Baronesa Thyssen, junto a una treintena de pinturas, dibujos, esculturas y fotografías de diversos artistas europeos que han inmortalizado la ciudad de Roma en su obra, como Canaletto, Gaspar van Wittel, Ippolito Caffi o Arthur John Strutt. Todas estas obras proceden en su mayoría del Museo de Roma (Palazzo Braschi), pero también de la Galería Borghese, de los Museos Capitolinos y de las colecciones del Banco Intesa San Paolo y del Círculo de la Caza.
Con el paso del tiempo, la mirada de Bulgari ha sabido captar la belleza de Roma traduciéndola a la estética de su joyería, A partir de las piezas diseñadas en los años 20 y 30, se fue forjando progresivamente el inconfundible estilo italiano, alegre y llamativo, de Búlgari, caracterizado por volúmenes redondeados con combinaciones de colores poco convencionales y una predilección por
el or amarillo, más versátil y menos formal. Retoma también motivos emblemáticos como la serpiente, y tradiciones como las monedas engastadas en joyas. También servían de inspiración detalles decorativos, plantas de monumentos, cúpulas y techos, que hace que nunca deje de sorprender
El Capitolio es una de las siete colinas sobre las que se fundó Roma. Allí construyó el rey Tarquinio Prisco el templo de Júpiter en el siglo VII a.C. Siglos más tarde, Miguel Angel Buonarroti diseñó los palacios y el suelo de la plaza, que más adelante albergaría al ayuntamiento de Roma. En el año 1955, el emblemático diseño de estrella de la plaza ejerció inspiración de un par de broches de los que sería dueña la actriz italiana Anna Magnani, junto a ello lucía unos pendientes Tridente, como símbolo de sus raíces romanas de las que estaba muy orgullosa.
En la década de los años noventa, la plaza pentagonal del monumento se vio reflejada del monumento se vio reflejada en un lujoso collar, cuyas piedras de talla cabujón dibujaban con maestría un precioso caleidoscopio trazado por una brillante rejilla dorada.
La creatividad ecléctica de los años 70, trasladó también los motivos egipcios de los obeliscos a los collares ópera, que solían combinar piedras preciosas y semipreciosas, en línea con la experimentación con los materiales. Los obeliscos, que los emperadores transportaron orgullosos a Roma, tras la guerra de conquista en Egipto, supusieron un
símbolo de superioridad de la civilización romana sobre la del Nilo. En 1962, una pleícula fue precursora de esta tendencia que más tarde popularizaría Bulgari. Elizabeth Taylor rodaba Cleopatra en Roma y la productora encargó a la firma un espejo de mano.
Por otro lado, la forma perfecta del octógono ha estado siempre presente en la creatividad de Bulgari, sobretodo en la década de los 70, en la que colgantes de grandes dimensiones adornaban preciosos collares ópera de cadena gruesa de oro con formas geométricas recurrentes. Se podía desprender el colgante y se transformaba en un broche. En la muestra había un collar que Ricard Burton le regaló a Liz Taylor por su cuarenta cumpleaños
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Los bocetos de Bulgari son referencia de la cúpula del Templo de Venus y Roma. El
emblemático oculus y los artesonados de dimensiones decrecientes ejercieron la inspiración para la creatividad de los años 90. La columna Trajana, o la escalinata de la plaza de España, son también motivos de referencia que Bulgaria ha usado en diferentes joyas o incluso en bolsos.
FUENTE: Exposición Bulgari y Roma. Museo Thyssen-Bornemisza Madrid.