El círculo virtuoso, objetivos para el 2020.
Las personas sabias, quienes viven despiertos y predispuestos a participar activamente en sociedad recomiendan que de vez en cuando es muy efectivo que hagamos un parón en nuestro ritmo vivencial para orientarnos hacia dónde vamos y si estamos en el camino correcto.
Este es uno de los objetivos cumplidos en la II Conferencia Anual que bajo el lema “El negocio de la moda en el 2020.El círculo vicioso” celebra ISEM Fashion Business School de la Universidad de Navarra, la primera escuela de negocios especializada en empresas de moda que existe en España desde 2001. En una jornada muy intensa, celebrada en Madrid, se han abordado aspectos tan interesantes como el lujo, la moda de masas, artesanía, tecnología, Retail y sostenibilidad.
Entre las reflexiones que rondan al sector preocupa la movilidad profesional, más que evidente, tal vez por la rapidez con la que se afianzan las nuevas tendencias, desplazando a las anteriores en un periodo de tiempo que se antoja incluso demasiado corto. De hecho, cada vez es más difícil retener el talento, lo reconocen las propias empresas.
Es una eterna paradoja entre la uniformidad y el deseo de querernos distinguir. Queremos pertenecer a un grupo social, pero a la vez queremos ser únicos. Teresa Sábada
Entrevistamos a Teresa Sádaba, doctora en Periodismo por la Universidad de Navarra y Licenciada en Ciencias Políticas. Actualmente es la directora de ISEM. Y en nuestra conversación se repite una palabra: formación. “Es prioritaria la formación de quienes dirigen las empresas de moda, un sector que tiene una doble relevancia tanto por su importancia empresarial en la economía de nuestro país, como por su repercusión e influencia en la sociedad. Tenemos que incidir en la formación pero primando los valores éticos que conlleven el desarrollo personal y empresarial de las instituciones que dan soporte a la moda. Buscar el equilibrio, en definitiva”.
En esta Conferencia Anual 2016 se han abordado los retos urgentes que tiene la industria de la moda para esta década: la digitalización en todos sus ámbitos y la sostenibilidad que modifica los modelos de negocio tal y como los conocemos hoy en día. Estos dos pilares marcan el actual modelo de trabajo, que se prevé afianzado en los próximos años, en parte catapultado porque el perfil y la actuación del consumidor están cambiando a un ritmo muy rápido.
Los organizadores del ISEM han fijado la fecha del 2020 porque están convencidos de que para entonces se habrá consolidado el éxito o el fracaso de muchos proyectos y empresas del sector de la moda. La recompensa será para quienes se hayan ajustado al ámbito digital en los años precedentes y también hayan repensado su negocio desde un punto de vista sostenible. El resto dejarán de existir, lamentablemente.
Nos preguntamos qué es la moda. Y trasladamos la cuestión a Teresa Sádaba: “Es todo aquello que configura nuestra identidad tanto personal como sociedad. Es decir, como individuos y sociedades; por eso las modas cambian tanto con las generaciones y los contextos culturales. Esa moda no viene marcada por el qué me pongo, sino por el teléfono móvil que me compro o por el coche que utilizo. La moda ha dejado de ser- creo- simplemente el textil o el calzado y traspasa ahora todo el modo de abordar el consumo de los bienes que nos generan identidad. Años atrás, estos bienes eran escogidos por su funcionalidad, ahora lo son porque marcan y refuerzan nuestra identidad “
La moda es un negocio, compramos y vendemos moda. En este sentido me surge una duda casi filosófica: moda versus diseño, modus vivendi, marcar tendencias, la garantía de preservar la individualización.
Recurro a Teresa Sádaba:” Es una eterna paradoja entre la uniformidad y el deseo de querernos distinguir. Queremos pertenecer a un grupo social, pero a la vez queremos ser únicos. Lo que sí es cierto es que hoy en día se ha fragmentado hasta límites que no podríamos imaginar todos los modelos sociales que tenemos. Esta fragmentación genera una gran dispersión, la posibilidad de que toda persona pueda alzar la voz marcando sus tendencias y encuentre público que las siga; sin duda hay que recibir estos mensajes con un sentido de valoración crítica en cuanto a su calidad y objetivos pero también tiene una lectura positiva porque esta fragmentación afianza la libertad de expresión de cada una de nuestras individualidades. Por eso más que nunca hace falta una formación en moda, un criterio”
Un criterio de lo que es el negocio, un criterio estético y un criterio de lo que son los movimientos sociales. “En esta sociedad en que vivimos y justo donde se genera más información, más formación hace falta. Este es un objetivo que debemos conseguir antes del 2020, más cuando en España contamos con un tejido empresarial de gran importancia y con un potencial de emprendedores que para ese año estarán afianzados gracias al desarrollo de nuevas tecnologías.”
La moda, como tal, siempre suscita un gran interés social. Una de las mujeres más respetadas en el mundo de la moda, Carolina Herrera, afirmó recientemente que para ser diseñador hace falta tener una mirada inquieta,” un ojo especial”. Tal vez sea cuestión de descubrir nuestra capacidad creativa.