La hipertensión arterial (HTA) es conocida por muchos como “la asesina silenciosa” debido a que se trata de una patología que, en la mayoría de casos, no produce síntomas. Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) afecta a mil millones de personas en el mundo y se producen más de nueve millones de muertes cada año relacionadas con complicaciones derivadas de esta enfermedad. Otro dato llamativo es que solo la mitad de los afectados sabe que la padece.
Como señala la Dra. Daniela Silva, especialista en Medicina Interna de Vithas Internacional de Madrid, “la hipertensión arterial contribuye en gran medida al desarrollo de la enfermedad cardiovascular, que es la primera causa de muerte en España y también a nivel mundial. Además, combinada con otros factores, como pueden ser el estrés, el sobrepeso o el tabaquismo, incrementa en gran medida el riesgo de infarto o ictus”.
En este sentido la especialista alude a un estudio publicado en abril de este año en el ‹European Journal of Preventive Cardiology› en el que se analizaron los efectos del estrés laboral y del insomnio en pacientes con hipertensión arterial de base: «En el mismo se incluyeron a 1.959 trabajadores con antecedente de HTA, sin diabetes u otra enfermedad cardiovascular, y se les pidió que completaran un cuestionario calificando su grado de estrés y su calidad de sueño. Luego del periodo de seguimiento (17 años), encontraron que las personas con más estrés laboral y problemas para dormir tuvieron casi el doble de riesgo de enfermedad coronaria y mayor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular».
¿Por qué aparece la hipertensión arterial?
A pesar de que existe una clara predisposición genética para el desarrollo de la hipertensión arterial, es importante tener en cuenta que los malos hábitos de vida incrementan el riesgo de que aparezca.
“La buena noticia es que, de detectarse y tratarse a tiempo, las posibles complicaciones se reducen inmensamente”, afirma la Dra. Silva, que indica que, una vez diagnosticada se debe iniciar el tratamiento con medicamentos anti-hipertensivos.
Además de seguir el tratamiento farmacológico, la especialista de Vithas Internacional incide en la importancia de adoptar cambios nutricionales, apostando por una dieta equilibrada: «Varios estudios han demostrado que, en personas con obesidad o sobrepeso, bajar 4kg disminuye la presión arterial entre 3 y 8 mmHg. En individuos obesos esta reducción puede ser mayor conforme se pierde más peso».
Recomendaciones básicas
- Incorporar técnicas de relajación en nuestro día a día, no solo para combatir el estrés, sino para ayudar a bajar los niveles de presión.
- Tener una buena higiene del sueño: procurar establecer una rutina en la noche e intentar mantenerla. Lo más adecuado es cenar temprano y procurar acostarse a la misma hora todos los días.
- Evitar tener aparatos electrónicos en la habitación. Dejar el móvil fuera del cuarto siempre.
- Hacer ejercicio: idealmente durante 30 minutos al día y una mezcla de ejercicio aeróbico y de fuerza.
- Disminuir el consumo de productos procesados, los cuales son altos en glutamato monosódico, un aditivo que potencia sabores y al ser alto en sodio aumenta la presión arterial.
- Aumentar el consumo de frutas y verduras frescas.
- Asistir a controles médicos periódicos, especialmente si tenemos historia familiar de HTA.
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