Durante la pandemia, estamos cambiando nuestra vida, y priorizando la salud por encima de todo, viendo colapsados muchos servicios esenciales y los grandes efectos de esta crisis sanitaria. Pero existen coincidiendo y empeorando esta situación, epidemias como la obesidad, unidas a terribles epidemias silenciosas como los malos hábitos que se están cebando con la población más vulnerable.
Según un estudio recientemente publicado por la metodología Smart Healthy citizen y la Fundación SHC, sugiere que los niños son menos activos y se enfrentarán a consecuencias emocionales exacerbadas por la pandemia de COVID-19.
Pero para combatir esto y otras malas consecuencias fruto de los estilos de vida actuales, el programa Smart Healthy Citizen está consiguiendo grandes logros. patrocinado por Pharmex y avalado por la iniciativa U4SSC (United for sustainable cities), ONU. Un programa de la Fundación SHC By Pharmex, que está logrando involucrar a familias, instituciones, y comunidades, a través de una metodología educativa que tiene un fín: la salud de los niños, futuros Smart citizen.
A día de hoy este programa, conocido por batir el récord de reducción de sobrepeso en Córdoba con un 14.80% de IMC infantil, ahora opera para ayudar a niños y familias en pandemia con el programa SHC At Home. Ya ha llegado a 18.500 familias y más de 11 instituciones, por lo que este año su directora, Sheila Romera fue galardonada con la Cruz Azul de Emergencias.
Sin duda estos meses el éxito del Programa está traspasando nuestras fronteras y se ha hecho eco en todo el mundo. Recientemente organismos internacionales como UNESCO, o la iniciativa “Simple Ways to be Smart” de U4SSC, ONU, han puesto el foco en este programa de sello español. Por eso entrevistamos hoy al alma máter y directora del programa y de la Fundación, Sheila Romera Aznar.
WE.- Tras vuestro éxito en Almodóvar, y en la peor de las situaciones durante la pandemia ¿qué te hizo crear SHC At Home?, ¿ qué necesidades se observaron en el estudio posterior?
Sheila Romera.- La gran pandemia de obesidad que viven el 33% de los niños y al alza, junto a los grandes trastornos emocionales, tras la pandemia, sumados a las principales causas de enfermedad (respiratorias, cardiovasculares, cáncer y ahora trastornos mentales…) producen un “choque de pandemias”, añadido a la triste pandemia que asola a todos, y es un tren que avanza al que hay que intentar poner freno.
Por ello, decidí no obviar este momento clave, máxime cuando los recientes estudios que demostraban cómo con SHC, una persona de 55 años en 2040 podría estar tan saludable como una persona de 45 años en la actualidad, y 230 millones de personas podrían vivir en ambientes más saludables, transformando sus hábitos con un nexo.
Por eso al crear SHC At home, seguimos nuestro modelo de autocuidado en cuatro esferas: emocional, educación digital, nutricional y física. Llevando la misma metodología a los hogares a través de lo que llamamos la práctica del “homming”, es decir, del mismo modo que existen actividades dinámicas como el running o el jogging, es una alternativa para establecer una rutina diaria con divertidas tareas de hábitos saludables. Ofrecimos una Guía de Buenas Prácticas, para aplicar en casa, enseñando a las familias a través de la plataforma SHC AT HOME, donde seguir las clases, acceder al registro, participar en retos mensuales, descargar sus tareas, e incluso participar desde el colegio.
Afortunadamente fue bien acogido: SHC At home ha sido objeto de más de 40 medios y contó en pocos meses con casi diez mil familias.
Tras el lanzamiento, elaboramos el estudio “Impact of habit during confinement” (link) que fue exitosamente presentado en sede Unesco, en París. Donde se ponían de relieve múltiples necesidades por el cambio de rutinas producido por el confinamiento. Era patente la necesidad de mejor conducta alimenticia, que necesita de hábitos fuertes saludables, la de asistencia emocional para los niños, la tendencia a problemas psicosociales, y al sobrepeso. Pero también observamos cómo bajo supervisión y una metodología coordinada con el programa que les ofrece rutinas, motivación, y atención a las familias, se podían lograr buenos resultados y “amortiguar” estos factores de riesgo.
WE.-¿Cuál ha sido el apoyo internacional del Programa y en qué puede beneficiar a futuros niños de Smart Healthy Citizen en el futuro?
SR.- Hemos tenido un respaldo a través de distintas instituciones o iniciativas como U4SCC (United for Smart Sustainable Cities), ONU dirigida a ayudar a las ciudades inteligentes a que sean asentamientos resilientes y sostenibles. La metodología Smart Schools de SHC fue así expuesta, en varios de sus documentos como Impact of Frontier Technologies in Cities (link) o congreso 9th Green standards Week.
Smart Healthy Citizen que ha estado patrocinado por Pharmex, una multinacional farmacéutica, que ha confiado en el programa y en la salud, ha contado con cada vez más apoyo institucional. De manera gradual, antes de iniciar SHC ya trabajábamos en una metodología expuesta a U4SSC, y después hemos tenido su respaldo. Así mismo, apoyo ha sido el de la CRUE, que representa las 76 Universidades españolas, aliado de SHC en futuras implantaciones.
Pero el reconocimiento de ONU llegó gracias a Simple ways to be Smart initiativa dirigida por Judy Backhouse. Es una iniciativa de UNU-EGOV de la Universidad de las Naciones Unidas en Guimarães. Que en su informe, dedican un capítulo completo a recomendar SHC a los gobiernos como buena práctica para futuras ciudades saludables. Y ello tiene un impacto internacional tanto de los expertos que han participado en esta iniciativa, como que se cite SHC en su informe, enorme. También pudimos exponer en la Sede Unesco nuestro estudio derivado de SHCATHOME, a partir de lo cual, muchas instituciones se han interesado.
En el futuro, el respaldo internacional y de instituciones de todo tipo, no sólo es una cuestión de reputación o imagen, sino vital para poder abordar retos desde múltiples perspectivas y calado.
WE.- ¿Existe una conciencia real de la importancia de la educación?, ¿qué podemos hacer como familia para educar en salud tras esta situación por la que pasamos?
SR.- Creo que empieza a haber una conciencia acerca de que la denostada educación, como motor de la salud, cada año, la mala salud cuesta el doble: alrededor del 15 por ciento del PIB real mundial debido a muertes prematuras. A medida que las organizaciones de todo el mundo buscan herramientas para acelerar la recuperación económica, repensar la prevención y educación como gran inversión no como un costo, urge.
En una era nueva, SHC está decidido a ser un paraguas de esa conciencia colectiva hacia la salud y la educación, canalizando, uniendo como parte de la solución.
SHC At Home pone el foco en la familia. Porque si bien el tratamiento conductual ayuda al niño a adquirir nuevas habilidades para que sea capaz de moderar su ingesta y controlar el estrés que le llevan a ingerir rápido, a picar entre horas, etc, estas conductas pueden ser estimuladas desde la familia en coordinación con un programa como SHC.
Podemos aprender qué ejercicios hacer desde casa, qué conductas son las adecuadas, y juegos en movimiento para todos, podemos participar en retos SHC como rutas familiares y compartir nuestros logros. Podemos establecer rutinas y calendarios en programas como SHC asesorados por nuestros colegios y expertos para conocer desde: qué alimentos son más sanos, eliminar los que nos hacen daño, o qué calendario físico seguir con el niño y de sueño. Las emociones y el sueño son elementos importantísimos que podemos trabajar desde casa y en este programa también coordinadamente con su centro: actividades hablando de sentimientos, robótica emocional, yoga, contactar con Instituto de Medicina del sueño aliado a SHC…
WE.- ¿Cómo está siendo la participación? Recientemente asumiste el cargo de patrona de la Fundación Ciudad y Comercio, ¿también pueden participar sectores como el comercio?
SR.- A día de hoy hay una gran participación. SHC ya ha llegado a 18.500 familias, sólo en el programa SHC At Home, el número de familias que están participando en desafíos familiares con el programa es de 10280 familias.
Estas cifras, hacen que merezca la pena el duro esfuerzo, ya que en una etapa en la que ha empeorado los determinantes sociales de salud mental y física, (uno de cada cinco niños tiene sobrepeso en el área de la OCDE) los niños están siendo verdaderos héroes de su tiempo y sus familias se implican a todos los niveles.
La familia ha demostrado tener verdadero interés en empezar una revolución de autocuidado que empiece por la educación de los suyos y no se ve atemorizada en coordinarse si se motiva adecuadamente, con colegio, con empresas…
Estoy agradecida a COCEM por estar en el Patronato de Fundación Ciudad y Comercio, donde figuran, personalidades de diferentes áreas de la economía, la sociología, la comunicación, la tecnología de gran prestigio. Y el comercio tiene mucho que ver con el desarrollo de un modelo de autocuidado preventivo como un agente de salud que puede aportar contenidos saludables, crear cultura de bienestar y crecer.
Pero de la misma manera pueden participar Universidades, sector privado o instituciones y colegios públicos, además de ciudades…etc. Porque como dijimos, en el concepto de SHC de salud inteligente, las decisiones saludables individuales, son un asunto social, los agentes no deben seguir trabajando de manera aislada.
WE.- ¿Qué papel tiene la educación de los colegios tras la pandemia, pueden sumarse, tenéis recursos para ellos en vuestros Programas?
SR.- Los colegios no sólo pueden participar sino han sido protagonistas de muchos proyectos, ya que nuestra línea que pone el foco en el niño, entiende la salud La educación. la gran olvidada de esta pandemia, debe ser justo el motor de la salud. “¿Cuál es el gran peligro de la situación actual en esta guerra? La ignorancia aún más que la miseria” (Victor Hugo.)
La educación está viviendo una fase de necesidades y carencias, desigualdades en función del origen de las familias, brecha de acceso y uso de recursos digitales en algunos hogares, fracaso escolar… Sin embargo, las escuelas tienen contacto directo con más del 95% de los jóvenes durante aproximadamente 6 horas por día y hasta 13 años críticos de su desarrollo social, emocional y físico.
Desde el Programa no sólo se lanzan retos para los colegios y familias cada mes, sino que a nuestros centros SHC se les envía material personalizado para que puedan tener recursos suficientes. Y se premia cada mes (SHC At Home ha llevado a cabo 11 entregas de premios) a los alumnos y clase más saludable. Además desde su plataforma tienen acceso a un Servicio Premium gratuito con más de 9 expertos donde aclarar dudas, consultas de educación, salud…Revista, blog y medios SHC para los participantes y también en dicha Plataforma SHC acceden a:
– Clases virtuales, canal SHC, Chanel: Vídeo tutoriales sobre alimentación, bienestar, hábitos e incluso canal de cocina para todos. Guía HOMMING: La guía para la salud y el autocuidado en el hogar, enseña cómo hacer homming. Clases online para maestros y familias, Calendarios prácticos de nutrición con dietas, de actividad física, de juegos…
WE.- ¿Cuál es la importancia de programas intersectoriales como el de tu Fundación para estimular la economía y la salud?
SR.- Uno de los los principales efectos e importancia es la sostenibilidad de nuestro sistema que necesita una mayor comprensión acerca de la importancia de la educación en la salud pública desde un trabajo multidisciplinar. Como diría el endocrinólogo Ramón Gomis «los casos de cáncer se dispararán si el medio ambiente está contaminado», por lo que es «imprescindible» cuidar el planeta, para prevenir tanto como la alimentación o la actividad física.
Por ello parece lógico que la metodología educativa inteligente, Smart healthy, sea aquella que trabaja desde múltiples sectores. Ya que hay medidas sanitarias brillantes por parte de las grandes instituciones, pero ¿por qué no son del todo efectivas?. Creo que les falta integración para lograr potencia e impacto al niño, a la salud, al ciudadano.
Programas multidisciplinares, promueven una mejor prevención y educación y ello promueve el crecimiento económico. Primero, es probable que menos personas mueran prematuramente, por lo que aumentará la población en edad de trabajar. Cuando las personas están más sanas, las ausencias por enfermedad disminuyen y los trabajadores se distraen menos manejando sus propias condiciones o las de sus seres queridos. Además, menos trabajadores se jubilan antes de tiempo.
SHC puede hacer de sistema catalizador: una plataforma dedicada a apoyar la adopción y adaptación de programas de salud, educativos multilaterales, que trabajen con una variedad de partes interesadas, incluidos gobiernos nacionales, bilaterales, multilaterales, ONG…
WE.- ¿Sabemos que tenéis grandes propuestas de futuro, ¿qué horizonte te planteas y cuáles son los retos de tu fundación en los próximos años?
SR.- El horizonte del programa Smart Healthy Citizen, creo debe estar marcado por usar nuestros recursos para lograr el mayor impacto en que los niños, Smart citizen de mañana, logren Vivir MAS y MEJOR. Eso definirá nuestros planes estratégicos concretos y proyectos, que como verás son múltiples.
A los nuevos aliados, colaboradores no sólo les reportará beneficio en contribuir a la sociedad, en imagen, en acercarse a los consumidores… sino ser protagonistas, de uno de los programas más sólidos y bonitos en sus retos: dejar una huella en el futuro, ser los primeros que marcan esa huella.
¿Por qué creo que mi labor debe ser en el futuro esa?. En 2040, el 80% de las enfermedades provendrán de malos estilos de vida. Cuando las personas no están sanas, no pueden aprender en la escuela ni ser productivas en el trabajo. No pueden aprovechar las oportunidades económicas ni hacer ninguna de las cosas que deben hacer para salir de la pobreza.
Una poderosa y útil herramienta como SHC pretende ampliar sus fronteras, será puesto a disposición de nuevas Comunidades, y sectores distintos (empresa, comercio….) que muestran a día de hoy, su interés. También en otros países que les permita obtener su sello SHC como garante. Por supuesto continuar las relaciones con expertos, gobiernos, CRUE, sector privado, ONU… para ampliarlas.
Estamos en vías de desarrollo de programas que incluirán Iot, robótica, la inteligencia artificial, para guiar a los nuevos Smart citizen, mejorar la salud con la tecnología.
Pero sin duda, un reto que vamos a pelear, es el de ser parte de una buena política preventiva tanto en instituciones públicas como privadas. Porque los retos como son diabetes , hipertensión, trastorno pulmonar obstructivo y obesidad comunes en la mayoría de las economías del mundo, son un mayor riesgo de COVID-19, y con programas que los prevengan desde la más tierna infancia, no sólo aumentaría la resiliencia contra futuras pandemias, sino la calidad de vida de millones de niños.
Los beneficios se reflejarían en una cultura de educación inteligente: a través de entornos más saludables, comportamiento más saludable y atención preventiva en lugar del tratamiento de enfermedades.
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