Nuevas terminologías empiezan a salir en los medios e incluso en series de televisión. Los investigadores de la Universidad Penn Medicine, en Pensilvania (EEUU), utilizaron células T genéticamente modificadas con la finalidad de atacar para eliminar los broblastos activados que contribuyen al desarrollo de la fibrosis cardíaca.
A pesar de estos datos, este descubrimiento necesita más investigación antes de poderlo usar como ensayo clínico.
La enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte en los Estados Unidos, siendo unas 70.000 personas las afectadas en todo el mundo por esta enfermedad, que no tiene cura además de pocas opciones de tratamiento, y sobre todo para aquellos pacientes que rondan un 10% y no responden a ningún tratamiento.
Como primer paso, los investigadores lanzaron un experimento de prueba de concepto genético utilizando ratones que pueden expresar un antígeno articial (OVA) en broblastos cardíacos. En cuatro semanas, los ratones tratados con las células que habían sido rediseñadas tuvieron significativamente menos brosis cardíaca, mientras que los ratones en los grupos de control todavía tenían brosis generalizada. Los investigadores identificaron una proteína expresada específicamente por broblastos activados para que pudieran programar las células T genéticamente modificadas y así reconocer y atacar. A partir de la base de datos de secuencias de ARN, se analizaron los datos de expresión génica de pacientes con enfermedades cardíacas para poder identificar la proteína de activación de broblastos (FAP), es decir, una glucoproteína de la superficie celular.
Cada vez se realizan más descubrimientos en terapias que utilizan las células CAR-T usadas hasta ahora para varios tipos de cáncer, sobre todos de aquellos relacionados con la sangre, como alternativa para la curación de otras enfermedades. El futuro, y los ensayos, dirán su validez, pero sin duda hay esperanza para nuevos casos.
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