De norte a sur España cuenta con paisajes increíbles, mar, montaña, arquitectura y muchas características singulares que definen a sus municipios. Un pasado rico en historia marca la belleza de cada lugar, por lo que es complicado escoger los 7 pueblos con más encanto de España. Para escaparte y desconectar, mira bien cuáles son (no son todos los que se merecen estar ahí) y disfruta.
Mojácar
La Asociación Los Pueblos Más Bonitos de España nace por la necesidad de poner en conocimiento de todo el mundo los maravillosos pueblos que salpican la geografía española. Entre ellos eligen a Mojácar, en Almería, que destaca por el intenso color blanco de sus casas en lo alto de una montaña. De ahí impresiona la Iglesia Parroquial Santa María, construida a finales del S.XVI (año 1560) sobre la antigua mezquita mayor que se encontraba ubicada en este recinto. También la plaza del Parterre, que fue una antigua necrópolis árabe, o el fantástico mirador Plaza Nueva, que data de finales del siglo XVI, actual centro neurálgico del pueblo.
Santillana del Mar
Del Sur al Norte, porque este lugar es uno de los que más encanto posee según la Guía Repsol. Esto se debe, además de sus paisajes, al buen estado de conservación de sus edificios, como la colegiata de Santa Juliana o las torres de Merino y Don Borja. Cerca están las conocidas Cuevas de Altamira, cavidad natural en la roca en la que se conserva uno de los ciclos pictóricos y artísticos más importantes de la prehistoria, cuyo conjunto de Arte Rupestre Paleolítico es declarado Patrimonio Mundial por la Unesco.
Valderrobles
Alquézar, Albarracín y Aínsa están entre los pueblos más bellos de Aragón por la Asociación Los Pueblos Más Bonitos de España. Y también destacan Valderrobres, quizás menos conocido que el resto, pero con un rico patrimonio arquitectónico de gran valor situado especialmente en el casco histórico. Así, si vamos, pasaremos por la iglesia parroquial de Santa María la Mayor, la Casa Consistorial, el Castillo del Arzobispo y todo el Conjunto Histórico que fueron declarados Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón.
Nerja
En Málaga, Nerja es otro de los pueblos con encantos para los usuarios de la Guía Repsol. Es denominado como el Balcón de Europa por sus paisajes al mar, y uno de sus encantos son precisamente las playas con acantilados abruptos y toda clase de servicios. Nerja es más que playa y en él converge un centro histórico de cuento, con callejuelas estrechas, y casas blancas que todos deseamos visitar. Acoge las cuevas de Nerja, que presentan estalactitas y estalagmitas muy originales, así como pinturas paleolíticas.
Valldemossa
En una lista sobre pueblos más bellos del país no podía faltar algún rincón de Mallorca. El lugar sirvió de inspiración para el compositor Chopin para algunas de sus obras y estuvo tiempo viviendo ahí en lo que hoy es la famosa Cartuja de Valldemossa, que también acogió a otros artistas como Rubén Darío, Jorge Luis Borges o Jovellanos.
Otros lugares de interés son el Palau del Rey Sanç, edificado por el rey Jaume II para su hijo Sanç, que reinó en Mallorca de 1311 a 1324; la ermita, con vistas sobre el Mediterráneo; Miramar, antiguo monasterio fundado por el pensador Ramon Llull el 1276; y los miradores de Puig de Sa Moneda, creado por el archiduque Lluís Salvador, y el de Miranda des LLadoners, un escenario privilegiado situado a los pies de la Real Cartuja y el palacio del Rey Sanç, desde donde ver Palma de Mallorca.
Castro Cardelas
En Orense, esta villa está ubicada en el Corazón de la Ribeira Sacra ourensana. De aire medieval, es de destacar la plaza del Prado, que sirve de entrada al Casco Antiguo. Allí las calles empinadas nos llevan al castillo, que data del siglo XIV, y deja entrever sus tres torres cuadrangulares, la muralla exterior y su patio de armas.
Para desconectar y sentirnos libres, el mirador Pena de Matacás es el lugar indicado. Según la Asociación Los Pueblos Más Bonitos de España, esta zona ofrece unas de las vistas más apreciadas de la Ribeira Sacra, los Cañones del Sil.
Pedraza
En Segovia, Pedraza aporta historia por los cuatro costados. Esto porque entre sus calles se respira a siglos pasados. Y es gracias, sobre todo, por ser una villa medieval amurallada con numerosos palacios y casas nobles. Su parte defensiva nos deja rincones de los siglos XII y XIII como la muralla, la Puerta de la Villa, y el castillo. Este pueblo tan solo posee 125 vecinos que viven del turismo.
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