«Mi fuerza contra tus balas, mi coraje frente a las heridas mortales y mi lucha, mi educación tu derrota«
Imagino que esas serían las palabras que mejor definen a esa niña que a sus inmaculados trece años tomó la palabra para descubrir una vida de lamentos. Malala bajo el pseudónimo de Gul Makai, se convirtió en bloguera de la BBC y en la voz tintada de miles de niñas, que como ella, solo querían ir a la escuela.
Bajo el cielo inclemente y un sol otoñal que no calienta para todos por igual, la milicia, un nombre para muchos tan lejanos y para ella tan cercano, quiso apagar su voz. En el angosto camino que la llevaba al lugar donde debía estar: el colegio.
Un desdichado 9 de octubre de 2012, la niña que solo quería ir a la escuela fue víctima de un atentado por un grupo terrorista vinculado a los Talibanes, el cual, después de abordar el vehículo que servía como autobús escolar, le disparó en repetidas ocasiones con un fusil impactando en el cráneo y cuello, por lo cual debió ser intervenida quirúrgicamente, pero la niña no se rindió y su palabra no se fundió entre el mortífero acero de las balas que invadieron su carne pero no hirieron su voluntad y entonces gritó en el más absoluto de los silencios a un mundo hasta entonces sordo: “Yo soy Malala…» y sus palabras llegaron a millones de corazones ciegos y se colaron en organismos hasta entonces lejanos y consiguió.
Obtuvo el Premio Nacional por la Paz, por su defensa de la educación de las niñas, nominación Premio Internacional de los Niños por la Paz, primera niña pakistaní nominada por el grupo pro derechos de los niños.
Más tarde fue nominada al Premio Nobel de la Paz, persona más joven en ser propuesta, Premio Internacional Infantil de la Paz, Premio Nacional por la Igualdad y la No Discriminación de el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación de México entre muchos otros que vinieron y vendrán…
Malala, un nombre poco común que puede sonar lejano, pero que encierra el valor de una lucha infatigable, el de una pequeña de ojos vivos, mirada penetrante y voluntad férrea, ejemplo de lucha y resistencia. Malala, es la niña que todos llevamos dentro, es la joven que debe guiar a nuestro jóvenes, es el ejemplo de fé y fortaleza, es la mejor arma contra el enemigo de las libertades, es la mujer frente al machismo anquilosado y sustentado en el miedo y la barbarie. Ella es Malala.