Un equipo de ochenta mujeres científicas protagonizó a principios de año un viaje a la Antártida en el segundo programa de Homeward Bound, un proyecto internacional cuyo objetivo es fomentar el liderazgo y empoderamiento para mujeres del ámbito científico.
Fabian Dattner, empresaria y emprendedora, y la investigadora científica Jessica Melbourne-Thomas fueron las mujeres que iniciaron la iniciativa, cansadas de escuchar que debían ser hombres los que lideraran investigaciones en la Antártida, campo que parecía vetado para la mujer.
Ana Payo, Alexandra Dubini, Alicia Pérez-Porro y Úxua López, miembros del #ACCIONAteam, son las primeras representantes españolas en el programa. Tras un año de trabajo y formación en liderazgo, estrategia y visibilidad, el equipo español se ha desplazado al continente helado, de donde llegaron a mediados del pasado febrero, compartiendo así sus investigaciones sobre los efectos del cambio climático con otras mujeres científicas de distintas partes del mundo que también participan en el proyecto.
Homeward Bound tiene como objetivo formar a 1.000 mujeres con experiencia en el mundo de las ciencias para, pasada la década, contar con una red de 1.000 científicas con impacto en diferentes comunidades para que trabajen juntas en la lucha contra el cambio climático. El programa tiene otras metas, como visibilizar a las mujeres en la ciencia, promover la igualdad de género en este campo y luchar contra el calentamiento global.
Hablamos con ellas
Woman Essentia.-¿Por qué es tan importante la investigación en los polos?
La investigación es importante en todas partes, pero los polos son lugares donde los efectos del cambio climático se están notando visiblemente. En el caso de la Antártida, al no haber civilización en ella, funciona como un laboratorio gigante, a la vez que es una reserva de biodiversidad y agua—contiene en forma de hielo el 70% del agua dulce disponible en el planeta
WE.-¿Creéis que estamos vulnerando el curso natural de la vida del planeta?
Todas las especies que habitan nuestro planeta generan un impacto. En nuestro caso, estamos generando un impacto a una velocidad superior a la de otras especies, de manera que no damos tiempo a que otras especies se adapten. Ni siquiera nosotros estamos consiguiendo adaptarnos, el impacto que la actividad humana está generando en el planeta es perjudicial para nosotros mismos y la supervivencia de nuestra propia especie. Y no hay que olvidarse de que la vida en el planeta continuará el día que nosotros ya no estemos, que el ser humano se extinga no significa que se acabe la vida. La pregunta clave sería, ¿qué vamos a hacer para no extinguirnos?
WE.- ¿Cuáles creéis que son los grandes desafíos a los que nos enfrentamos en este momento?
El mayor desafío actualmente es que la situación no vaya a peor. Es necesario concienciar de la urgencia de tal desafío a todos los niveles: individual, poblacional, institucional y gubernamental. Un primer gran paso sería una vida sostenible, con una transición energética al uso de energías renovables, por lo que apuesta Acciona, una economía limpia y un firme propósito por parte de los gobiernos de luchar contra el cambio climático.
WE.- ¿Cuál es la principal lección que habéis sacado de la expedición a la Antártida?.
Quedarse únicamente con una lección es difícil. Puede que no haya sido la mayor lección pero definitivamente una de las más importantes, ha sido ver el potencial y la energía que tenemos las mujeres cuando se nos dan las herramientas y el espacio adecuado para pensar estrategias sobre un tema concreto.
WE.- ¿Por qué es tan importante impulsar el liderazgo de las mujeres en el ámbito científico y tecnológico?
El ámbito científico-tecnológico no puede prescindir durante más tiempo del talento, de la experiencia y de la creatividad de la mitad de la población mundial, es decir, de las mujeres. Es necesario que las mujeres cuenten con los espacios para poder realizar aportaciones y tengan poder de decisión.
Hasta hace poco más de 100 años las mujeres hemos estado privadas del acceso al conocimiento, y gracias al trabajo de mujeres pioneras que se han atrevido a luchar por nuestros derechos, podemos estar nosotras hoy aquí. El sistema de liderazgo actual está en crisis, como sociedad vamos perdiendo en la lucha contra muchos de los grandes problemas como la desigualdad social o el cambio climático. La solución para estos problemas puede estar en la inclusión de la mujer con potencial de liderazgo en la toma de decisiones, al menos así lo indican muchas investigaciones en el área de efectividad de grupos de trabajo para resolver problemas complejos. Homeward Bound propone una solución innovadora a un problema que está afectando la vida de muchas personas, especies y ecosistemas. Nosotras creemos que la lucha en diversos frentes es necesaria y queremos que nuestras voces también sean escuchadas, tenemos mucho que aportar y creemos que juntos podemos conseguir mejores soluciones.
El sistema de liderazgo actual está en crisis, como sociedad vamos perdiendo en la lucha contra muchos de los grandes problemas como la desigualdad social o el cambio climático
WE.- ¿Cuáles creéis que son los motivos de la baja presencia de las mujeres en las tareas científicas?
Hay que empezar aclarando que la baja presencia de mujeres en la ciencia solo se da pasado un umbral y en los puestos de liderazgo y toma de decisiones. En los inicios de la carrera científica, durante los años universitarios, las carreras científicas tienen prácticamente tantos licenciados hombres como mujeres. Las carreras tecnológicas son otra historia, en ellas sí que sigue habiendo un mayor porcentaje de hombres que de mujeres. Es después de la licenciatura que la presencia de mujeres empieza a disminuir. Si hablamos de la carrera académica, ya durante el doctorado el número de mujeres baja al 47%, y se siguen perdiendo mujeres en los siguientes escalones hasta que se llega a únicamente 28% de mujeres investigadoras de promedio en el mundo (UNESCO Institute for Statistics, July 2015). Las razones que explican la pérdida de mujeres a lo largo de la carrera académica son muchas y variadas que van desde los estereotipos asociados a niños y niñas que las empujan a ellas a no decantarse por, sobre todo, intereses tecnológicos; la falta de equidad en el reparto de los cuidados y de las tareas domésticas que hace que para las mujeres todavía hoy en día sea más difícil conciliar familia y carrera; las dificultades de compaginar la maternidad con una carrera tan demandante y altamente competitiva como la investigadora—y este apartado merecería una sola entrevista en él mismo; pasando por los sesgos que hacen que las mujeres reciban menos financiación para proyectos
WE.- ¿Qué destacaríais de los descubrimientos que ha hecho la mujer a lo largo de la historia?
Las mujeres han tenido un papel relevante en la ciencia y la tecnología y han llevado a cabo importantes descubrimientos como Barbara McClintock que descubrió la capacidad que tienen los genes de saltar entre diferentes cromosomas, Ada Lovelace, la primera en crear un programa para una computadora, la gran Marie Curie y la reactividad, la primatóloga Jane Goodall (que además forma parte de Homeward Bound), Rosalind Franklin pionera en el estudio del ADN… A lo largo de la historia, como ocurrió con Rosalind Franklin, hubo muchas científicas que pese a ser ellas quienes llevaron a cabo los descubrimientos, fueron hombres quienes los publicaron sus trabajos y se llevaron el mérito y el reconocimiento.
WE.- Varios estudios demuestran que las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en las disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). ¿Cómo nos encontramos en España?
Nos gustaría dar una respuesta diferente, pero en España no nos encontramos mejor que en otros países. Las mujeres en nuestro país solo representan el 20% de los puestos claves en universidades, laboratorios o centros de investigación. Datos del año 2015 confirmaban que el 93% de los rectores de universidad en España son hombres, y en la actualidad solo se pueden contar 3 mujeres rectoras de alguna universidad pública. Únicamente el 18% de los reconocimientos y premios científicos en este país acaban en manos de alguna mujer. Como a hemos mencionado antes, si nos vamos a escalones más bajos, a número de licenciados de carreras STEM, entonces sí que encontramos una paridad. Esto nos hace concluir que en España tenemos que trabajar activamente para no perder a mujeres en carreras STEM, y potenciarlas para que puedan romper el techo de cristal y llegar a puestos de responsabilidad.
¡Muchas gracias y enhorabuena a todo el equipo por este tan necesario proyecto!
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